Pasa a la inmortalidad María Eva Duarte de Perón ó Evita como el
pueblo la supo bautizar, con tan solo 33 años de edad, oriunda de Los
Toldos, Provincia de Buenos Aires, aunque naciera en la Estancia La
Unión, quien fuera esposa del Presidente de la República Juan Domingo
Perón. Pasó sus últimos meses de vida luchando contra un cáncer de
cuello uterino, descubierto unos 2 años atrás cuando sufriera un desmayo
durante un acto, y habiendo recibido durante mucho tiempo radioterapia,
así como otros tratamientos, incluso se llegó a hablar de que fue
sometida a una lobotomía para palear los dolores. Se terminaba
una corta vida pero inmensa desde su protagonismo en la sociedad
Argentina, cimientos de todo lo que al Peronismo concierne, quien fuera
un pilar político del gobierno de Perón, de intensa acción social,
propició y logró la ley de voto femenino y la provincialización de
territorios nacionales, seguida y a la vez no tanto por todo el pueblo,
pudo haber sido amado por millares y millones, a la vez de ser rechazada
por otros, pero jamás pasó inadvertida. El día de su muerte,
sucedida cerca de pasados los 25 minutos de las ocho de la noche, se dio
la noticia en Cadena Nacional y al otro día el Gobierno Nacional
decretaría 30 días de duelo. Su cuerpo fue embalsamado, y puesto a
descansar en la CGT, hasta noviembre de 1955 que dio comienzo una serie
de idas y vueltas con un supuesto secuestro del cuerpo, y que se envió a
Italia en barco, y luego de varios periplos más es en 1976 que el
gobierno militar le entregaría el cuerpo a la familia Duarte, quedando
los restos de Evita enterrados hasta la actualidad, junto a la familia
en el Cementerio de la Recoleta de Buenos Aires.