Como un grito de Libertad, desafiando cualquier otra orden que
pudiera llegar, con la voz de mando que lo caracterizó, el General José
de San Martín dirigía ese día un mensaje al Ejército de los Andes, que
pasaría a la historia como la Orden General del 27 de Julio de 1819, que
en sus palabras decía:
...La guerra la tenemos de hacer del
modo que podamos: si no tenemos dinero, carne y un pedazo de tabaco no
nos tiene de faltar: cuando se acaben los vestuarios, nos vestiremos con
la bayetilla que nos trabajen nuestras mujeres, y sino andaremos en
pelota como nuestros paisanos los indios: seamos libres, y lo demás no
importa nada...
...Compañeros juremos no dejar las armas de la
mano, hasta ver el país enteramente libre, ó morir con ellas como
hombres de corage.