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viernes, 9 de mayo de 2014

Efemerides Folcloricas

9 DE MAYO


1965 - Nace en Salta, César “Kike” Teruel, cantor, autor, compositor. Integrante fundador de Los Nocheros en 1986. Autor de “Señal de amor” con Gieco, “Soy como soy”, “Los 70 en un sueño” y “Río testigo”, las tres con Sánchez y La Moro y “A cada instante” con Sánchez, etc.



Adriana Varela

Cancionista

(9 de mayo de 1952)
Nombre real: Beatriz Adriana Lichinchi

Por Ricardo García Blaya

Es en la actualidad la más rutilante estrella de la canción ciudadana, la más vendedora, la que más graba, la que más

presencia tiene en los escenarios de Buenos Aires. También, la más discutida por los tangueros tradicionales, que consideran que habla en vez de cantar y que representa una mala imitación del “Polaco” Goyeneche de la última etapa.
En la vereda opuesta, provoca la admiración de muchos que no frecuentan el tango - especialmente aquellos que tienen entre 30 y 45 años - y que sin embargo, se sienten atraídos precisamente por su estilo, a lo que suman su atrayente figura y su sensual personalidad.
A mi entender, escapa al estereotipo del tango femenino surgido en los años 70 a partir de Susana Rinaldi.
¡Y esto no es poca cosa! si tenemos en cuenta que la gran mayoría de las cancionistas siguió ese estilo cortado, lento, sobreactuado, fusionado a la balada que era marca registrada de “La Tana”. Que por supuesto ella hacía muy bien y fue original en su momento. Pero ese modo de cantar, trasladado a la infinidad de mujeres que surgieron posteriormente y lo tomaron como propio, resulta insoportable a mi oído.
Me parece que el de Adriana es un caso parecido al de Julio Sosa de los años 60, muy aceptado por aquellos no demasiado afines al tango como también por los jóvenes, pero poco valorizado por los iniciados en la música porteña.
Entiendo que ambos artistas, más allá de los gustos de cada uno y la valorización que se haga de ellos, contribuyen a la difusión del tango dentro de un espectro sociocultural generalmente esquivo a nuestra querida música.
Lo cierto es que hoy Adriana tiene un lugar privilegiado entre sus pares pese a haberse relacionado al tango tardiamente, ya mayorcita.
La conocí en sus primeras actuaciones profesionales a principios del 90, en el escenario de Café Homero junto a grandes figuras como Roberto Goyeneche, El “Paya” Díaz y el gran pianista Osvaldo Tarantino. Después la vi en televisión anunciada como la nueva estrella del tango, donde me enteré que había nacido en Avellaneda (ciudad lindante al sur con la ciudad de Buenos Aires).
En 1991 comienza su producción discográfica en el sello Melopea con una cassette titulada “Tangos”, que entre otros temas tiene una lograda versión de “Muñeca brava”. Dos años después graba un disco con nuevos temas, “Maquillaje”, donde además incluye la producción anterior. En este compacto participan como artistas invitados el cantor Roberto Goyeneche y el pianista Virgilio Expósito. Por estos trabajos obtiene el “Premio ACE” por dos años consecutivos.
Entre 1991 y 1996, registra tres discos más, los dos primeros para Melopea, el otro para Nueva Dirección en la Cultura. El primero “Corazones perversos”, con una muy buena toma del tango “Golondrinas” de Gardel y Le Pera. El segundo, “Tangos de lengue”, totalmente integrado por temas escritos por Enrique Cadícamo. El tercero “Tango en vivo”, que como su título lo indica fuera grabado en vivo en junio del 96, en el Teatro Coliseo de Buenos Aires.
En ese mismo año, actúa en un importante recital en los bosques de Palermo ante más de 50.000 asistentes, la acompañó el músico uruguayo Jaime Roos.
En 1997 viaja a Brasil para actuar con gran éxito en el Festival de Porto Alegre. Al año siguiente debuta en Uruguay en el Teatro Plaza donde la recibió una sala colmada, logrando superar con creces ese desafío tan importante ante un público conocedor y exigente.
En julio de 1998 conquista España. Allí realiza dos actuaciones al aire libre - en el marco del Festival GREC de Barcelona-, logrando un suceso de tal magnitud, que la gente se puso de pie para aplaudirla largo rato.
Pocos meses después comienza a grabar dos nuevos discos: “Cuando el río suena”, con la dirección artística de Jaime Roos, donde incluye canciones “murgueras” y “Más tango” con la participación de grandes músicos que la acompañan en los diferentes temas. Entre ellos destaco al gran bandoneonista Leopoldo Federico y al guitarrista Juan José Domínguez. El autor de esta nota colaboró con la cantante, en la elección de los tangos de ambas producciones discográficas.
También intervino en 1991 en las películas “Al corazón” dirigida por Mario Sabato y luego en “Plata quemada” de Marcelo Piñeyro. Además el prestigioso director español Carlos Saura la eligió para abrir musicalmente su film “Tango”.
Hoy sigue a plena marcha y con toda la potencia de su temperamento, luego de triunfar en las exigentes plazas de París y Madrid.
Son frecuentes sus actuaciones en el Teatro Ateneo de Buenos Aires y resulta evidente que a esta amiga mía, tan discutida como adorada, la vida le sonríe y yo me alegro por ello.


Tito Reyes

Una charla en mi casa con Julio César Fernán
Cantor
(16 de septiembre de 1947)
Nombre real: Julio César Fernández

A este porteño cantor lo conocí a raíz del pre-estreno de la
película “El último aplauso”, de Germán Krall, que se realizó en un cine de Belgrano al que asistí representando a la Academia Nacional del Tango. Después, tuve oportunidad, en dos ocasiones, de escucharlo en el legendario café Los Laureles de Barracas junto a Inés Arce, La Calandria, que también actúa en el film. Me sorprendió su interpretación, su timbre atenorado, su afinación y el mesurado empleo de la potencia de su voz, que alterna con gran ductilidad con el sottovoce. Lo invité a reunirnos en casa para que me cuente sobre su vida y trayectoria; aquí su relato:

«Mi madre me tuvo en casa, como se estilaba entonces, en la calle Trole y Patagones, hoy Gregorio Pomar, en el barrio de Parque Patricios.

«Antes de los 20 años, comencé a ganar mis primeros pesos con el tango en las cantinas de La Boca, pero la vida me la ganaba de canillita en el kiosco de mi viejo.

«En 1969, participé en el Canal 9 en Grandes Valores del Tango ¿sabés quién me presentó? el gran Hugo del Carril, que me preguntó que hacía y, cuando le dije que era canillita, me dijo: “Pibe, en ese oficio vas a durar poco”.

«Después, desde 1972 hasta 1978, canté en los cabarets Karina, Kim y otros locales nocturnos. En 1977, en Karina, estuve con Roberto Goyeneche, Alba Solís, el Sexteto Mayor, Hugo Marcel con los que compartí escenario hasta principios del año siguiente que me contrataron para ir a Mendoza.

«Pero antes, en el verano de 1973, trabajé en Mar del lata, en el Tango Bar de la calle Buenos Aires esquina Belgrano, acompañado por el Tango Trío. Allí, actuaban, el cuarteto de Aníbal Troilo y la orquesta de Osvaldo Pugliese ¡nada menos! Una noche, El Gordo me llamó a su camarín y me pidió que remplazara a Tito Reyes que estaba con algunos problemas. Recuerdo que ese día me pidió que empezara cantando “Garúa”. Remplacé a Tito varias noches. En el cuarteto estaban Aníbal Arias (guitarra), Rafael del Bagno (contrabajo) y José Colángelo (piano).

«En 1976, viajé a Japón con el sexteto de Cacho Vidal y una pareja de baile. Estuvimos dos meses y gané lo que en la Argentina se ganaba en tres años. Hoy ya no ocurre lo mismo, “los ponjas” se avivaron y pagan muy poco más de lo que ganamos acá.

«Llegué a Mendoza en las vísperas del inicio del Mundial de Fútbol de 1978, en un clima de gran expectativa porque la provincia era una de las subsedes del mismo. La convocatoria era para cantar en el recientemente inaugurado cabaret Scorpios que estaba en la ciudad de Mendoza. Firmé por quince días, pero en la región cuyana me quedé un año. Durante ese lapso, canté en muchos lugares y en San Juan: Bodega del 900, El Amasijo, Casino de Mendoza, entre otros compartiendo escenario con grandes estrellas que venían de Buenos Aires, entre ellos, Roberto Rufino.

«Rufino aparte de ser un cantor extraordinario era un tipo muy particular, y, como sabemos, estaba un poco loco. En una ocasión, en La Casona de Ganímedes, en una de esas noches de poco público -no serían más de 25 personas-, cantó un tema para cada uno de los asistentes. Y al día siguiente, cuando el boliche desbordaba de gente -más de trescientas personas-, cantó tres tangos y se fue.

«En Barrabás, otro boliche mendocino, me rencontré con Goyeneche que había sido contratado para actuar en ese lugar, pero en la primer noche, el dueño lo hizo cantar en tres sitios distintos por la misma plata. Al día siguiente, El Polaco estaba que trinaba y me dijo: “Esta noche no canto voy a estar disfónico”. Luego, me explico que tenía una técnica para hablar con una sola cuerda vocal ¡Qué personaje!

«A mi regreso a Buenos Aires seguí cantando con el acompañamiento del Tango Trío que estaba formado por Rubén Castro (guitarra), Humberto Pinheiro (contrabajo) y Julio Esbrez (bandoneón).

«Grabé dos temas en un disco doble para el sello Almalí (A/D 1027), como vocalista de la orquesta de Luis Alberto Salvadeo, “Marcuccito”: “Con pena y amor” de Jorge Serrano y Luis Rodríguez Armesto, a dúo con Alberto Selpa y “El último escalón”. En aquel tiempo, trabajaba en el Banco Latinoamericano y, a partir de 1981 hasta 1985, en el Banco Ciudad en el sector pignoraticio.

«En 1982, retomo las actuaciones en Grandes Valores del Tango, ya con la conducción de Silvio Soldán. Luego, volví a Brasil con un contrato corto, para inaugurar el cabaret Pigall, en Porto Alegre, y me quedé casi un año cantando por todo Rio Grande Do Sul.

«De vuelta en Buenos Aires, trabajé con la orquesta de Alberto Coral en la boite Mi Club, de Suipacha y Tucumán. En esa formación estaba el violinista Wenceslao Sinosi, autor del tango “Carga” y de la variación de “La cumparsita”, cuando era primer violín en la orquesta de Alfredo De Angelis.

«Luego, hice una gira por Paraguay y, a partir de la década del 90 actué en locales de la noche porteña, entre ellos: La Taberna de Ricardo, Arturito, Guayana, La Casona de Parque Patricios, La Casa de Aníbal Troilo, Café Tortoni, Caballito Blanco y, por supuesto, en el querido Bar El Chino. En 1997, actué durante tres meses, en un music hall en el Teatro Avenida».

Antes de irse, me dejó el disco de la banda de sonido de la película “El últimoa aplauso”. La charla con Juio César fue muy amena y, de alguna manera, didáctica. Conocer los entretelones de la profesión y las historias que deparan la noche y los personajes del tango, siempre dejan la sensación de haber aprendido algo más del meritorio oficio del artista.
 
 

jueves, 8 de mayo de 2014

Efemerides Folcloricas:

8 DE MAYO


1922 - Nace en Santiago del Estero, Víctor Manuel “Vitillo” Abalos, cantor, bailarín, autor, compositor. El cuarto de los Hnos. Abalos, luego de Machingo, Adolfo, Roberto y antes que Machaco. Bombisto excepcional. Autor con sus hermanos de “Nostalgias santiagueñas”, “Agitando pañuelos”, “Carnavalito quebradeño”, con Ledesma compusieron la chacarera “Chakay manta”, etc.



Enrique Dumas

Enrique Dumas –seudónimo artístico de Enrique Rodríguez Acha- (n. La Plata, Buenos Aires, Argentina; 8 de mayo de 1935 - f. Jesús María, Córdoba, Argentina; 18 de enero de 2009) fue un cantante de tangos argentino.

A los 14 años comenzó su carrera artística cantando jazz, en
la orquesta Dixieland, con el seudónimo Hugo Randall, y en abril de 1955 debutó en Radio Splendid con la orquesta típica de Carlos Figari. Se mantuvo vinculado a esta agrupación durante varios años, con la cual se presentó en diversos escenarios, y grabó sus primeros discos para el sello “Music Hall”. A comienzos de la década de 1960 se convertiría en solista y contraería matrimonio con la conductora de radio y televisión Nélida Teresa Colomba. La pareja tuvo tres hijos y con los años se separó.
En la televisión argentina participó en diversos programas. Entre otros podemos citar “Esquina de Tango” con Carlos Figari (canal 7, 1958), “La Familia Gesa” junto a Virginia Luque (canal 7, 1958 a 1960); “El show de Antonio Prieto” (canal 13, 1963), “Yo te canto Buenos Aires” (canal 11), “Grandes valores del tango” conducido por Silvio Soldán (canal 9), y “La botica del ángel” conducido por Eduardo Bergara Leumann (canal 11 , 1982 a 1988), y en la televisión uruguaya se presentó en los programas "Las noches del mercado", "Galas de tango", "Montevideo tango" y "Ciudad de tango".
También actuó en teatro, y su debut se produjo con “Aquí está la vieja ola y esta vez no viene sola” junto a Olinda Bozán y Alberto Anchart. Participó además, en la reedición de la obra teatral “La muchacha del centro” de Francisco Canaro, con José Marrone, y en “Buenos Aires de seda y percal”, con Mariano Mores, Susy Leiva, Néstor Fabián y Mirtha Legrand, en el Teatro Coliseo. En el Teatro General San Martín encarnó a Santos Vega en “La guitarra del Diablo”. Otras obras en que participó fueron “El conventillo de la Paloma” junto a Pepita Muñoz y Marcos Caplán; “Aplausos” con Libertad Lamarque y Juan Carlos Thorry; “Tangos en El Dante” junto a Aníbal Troilo y Tito Lusiardo; “Yo canto a mi Argentina”, con Mariano Mores, Tito Lusiardo y Héctor Gagliardi; y “Buenos Aires, todo tango”, con Beba Bidart, Horacio Salgán y Ubaldo de Lío.
En cine actuó en las películas Viaje de una noche de verano (1965), junto a Néstor Fabián y los cantantes japoneses Ikuo Abo y Ranko Fujisawa; Bicho raro (1965); y Flor de piolas (1967; estrenada en 1969).
En el año 2003, viajó a Japón como artista invitado, junto a la orquesta del bandoneonista Carlos Galván, y en junio de 2005 sufrió un grave accidente automovilístico. En sus últimos años actuó como invitado en recitales y festivales locales, y su última presentación fue el viernes 16 de enero de 2009 (madrugada del sábado) en “La noche del tango”, en el marco del “Festival de Doma y Folklore de Jesús María” (Córdoba). Enrique Dumas falleció de un infarto masivo hacia el mediodía del domingo 18 de enero de 2009

 

miércoles, 7 de mayo de 2014

Efemerides Folcloricas:

7 DE MAYO

1921 - Nace en Salta, César Fermín Perdiguero, periodista, poeta, historiador. Animó el Festival Latinoamericano de Folklore y la Serenata a Cafayate, fue libretista en Cosquín. Autor con Falú de “La tabacalera” y “La niña”, con Portal “Estoy de vuelta” y con Castilla y Leguizamón “Zamba de Anta”, entre casi 30 temas registrados. Escribió los libros “Calisto Gauna”, “Cosas de la Salta de antes”, “Antología del cerro San Bernardo”, etc. Muere a los 63 años.


martes, 6 de mayo de 2014

Efemerides Folcloricas:

6 DE MAYO


1949 - Nace en Sauce (Canelones-Uruguay), José Curbelo, payador. Escribió el libro “Versos y andanzas de un payador”. Autor de “Cantor de pueblo”, “Al tranco de sus caballos” y “Flor silvestre”, etc. Junto a Miguel Franco y Roberto Ayrala realizaron tres grabaciones con payadas.

lunes, 5 de mayo de 2014

Efemerides Folcloricas:

5 DE MAYO


1980 - Muere en Buenos Aires, Alfredo Alfonso, músico, guitarrista, compositor puntano. Integró La Tropilla de Huachi Pampa, Los Trovadores de Cuyo y el famoso dúo Alfonso y Zavala, autores de “Provincia de San Luis” (vals) y “Ña Teófila” (ranchera), con Mareco de “A una novia” y con Marcos López “El mercedino”, etc. El escenario del festival de la “Calle Angosta” en Villa Mercedes (San Luis) lleva el nombre de “Alfonso y Zavala”. Cuando murió, un día lunes, tenía 57 años.


Osvaldo Fresedo

Osvaldo Fresedo (n. Buenos Aires, 5 de mayo de 1897 - † Buenos Aires, 18 de noviembre de 1984), compositor y director de orquesta de tango, también conocido como "El pibe de La Paternal".

Fue de origen acomodado y su madre le dio las primeras lecciones de música, pero siendo aun pequeño su familia se
trasladó a un barrio más popular y fue allí donde empezó su interés por el tango. Aprendió a pulsar el bandoneón y siendo todavía adolescente integró varias de las más conocidas orquestas de la época de la Guardia Vieja.

En 1920 viajó a Estados Unidos y en Camden (Nueva Jersey) grabó algunos discos integrando un cuarteto en el que tomaban parte el violinista Tito Rocatagliatta y el pianista Enrique Pedro Delfino.
De regreso en Buenos Aires forma su primera orquesta a la que, desde el principio, imprimió su característico sello estilístico, el cual, a pesar de haber evolucionado en las siguientes décadas, se mantuvo inalterable en lo esencial, convirtiendo a su conjunto en un verdadero alarde de elegancia. Fue Fresedo, de hecho, uno de los renovadores del tango a principios de la década de 1920, junto con otros jóvenes músicos de ese momento, como Julio de Caro y Juan Carlos Cobián. Todos ellos, en base a su mejor nivel técnico, supieron imponer el estilo musicalmente más depurado que caracterizó al tango que desde entonces se dio en llamar el tango de la Guardia Nueva.
En los años de la década de 1920, Fresedo tuvo una febril actividad como compositor y director de orquesta. Ya antes de esta época había compuesto El espiante, tema al que ahora se agregaban Vida mía, El Once, Pimienta, entre otros.
Como director, su actividad era incansable, como resultado de las grabaciones que le solicitaban y de su amplia aceptación entre el público, sobre todo el más pudiente, lo que le obligó incluso en alguna oportunidad a dividir su orquesta en cuatro y colocar cada una en un local nocturno diferente. Fue, sin duda, su mejor época desde el punto de vista comercial, y también, probablemente, autoral. Baste decir que entre los años 1925 y 1928 Fresedo grabó para la Odeón cerca de 600 temas.
En muchas de estas grabaciones se oyen también las voces de estribillistas como Ernesto Famá (el más emblemático de sus cantores de esa época), Teófilo Ibáñez y Juan Carlos Thorry entre otros.

Alejado ya de Odeón y al frente de una orquesta de mayores dimensiones (como las que ya empezaban a constituirse a partir de la década de 1930), comienza lo que podríamos llamar la segunda época del maestro, con un estilo orquestal renovado y, sobre todo, con la presencia vocal de Roberto Ray (tal vez el más emblemático de los cantores de Fresedo). Las versiones del dueto Fresedo-Ray se encuentran entre las más recordadas de la historia del tango (Vida mía, Como una princesa, Isla de Capri, entre otras).

Cuando en la década de 1940 aparece una nueva generación de músicos: (Aníbal Troilo, Osvaldo Pugliese, Miguel Caló, Alfredo De Angelis, Ricardo Tanturi, Ángel D'Agostino, etc.), que imponen el estilo característico de esta época, Fresedo procura adaptarse musicalmente a estos nuevos tiempos. Sin embargo, de alguna manera, ese intento le va a restar mucho de la fuerza del estilo fresediano que supo combinar de manera tan acertada ritmo y elegancia. A partir de aquí sus orquestaciones se hacen más lentas y elige cantores melífluos que incluso, en algún caso, le dan un cierto aire bolerístico a sus versiones.
A pesar de los constantes cambios que se suceden en el tango, Fresedo continúa grabando en los años 30 y 40 en RCA Victor, con el aporte de los cantores Ray, Ricardo Ruiz y Oscar Serpa. Luego pasa a grabar durante unos años en Odeon, hasta casi finales de los 50, y con los cantores Héctor Pacheco, Carlos Barrios y Armando Garrido. En 1959 inicia registros en Columbia, siendo uno de los primeros artistas en grabar en sonido Estéreo.
Fresedo continuó dirigiendo hasta su retiro en 1980, dejando de grabar ese año en el sello CBS, donde había grabado con Argentino Ledesma como último cantor invitado, constituyéndose así en el director de orquestas de tango de más larga trayectoria (si recordamos que se inició en este rol a comienzos de la década de 1920).