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jueves, 17 de octubre de 2013

Día de la Lealtad

Como Día de la Lealtad se conoce en la Argentina a la conmemoración anual del 17 de octubre de 1945, día en que
se produjo en Buenos Aires una gran movilización obrera y sindical que exigía la liberación del entonces coronel Juan Domingo Perón.
Desde la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, creada a su pedido, Perón había promovido los derechos de los trabajadores. Una gran cantidad de manifestantes -en su mayor parte provenientes del sur del Gran Buenos Aires ocupó el centro de la ciudad, especialmente la Plaza de Mayo, logrando la libertad del prisionero. Al año siguiente, Perón sería elegido presidente de la Nación.
Ese día es considerado como el del nacimiento del peronismo y uno de sus máximos símbolos, así como uno de los momentos más importantes de la historia del movimiento obrero argentino. Más allá del nombre dado por el Partido Justicialista, también es llamado Día de la Lealtad Peronista y 17 de Octubre.
Entre 1946 y 1954 la fecha estaba declarada feriado nacional.

 

miércoles, 16 de octubre de 2013

PEDRO MAFFIA

Nombre completo: Pedro Mario Maffia
Bandoneonista, director, compositor, docente
(28 de agosto de 1899 – 16 de octubre de 1967) 


No se sabe por qué secreto don, Pedro Maffia encontró en el
fondo del bandoneón sonidos que nadie había descubierto antes. Oscar Zucchi, quien se ocupará de Maffia en el tercer tomo de su gigantesca historia bandoneonística del tango, que está lanzando la editorial argentina Corregidor, explica que hasta su advenimiento en la segunda década del siglo XX los bandoneonistas tenían tendencia a remedar con el instrumento a la flauta -gradualmente desplazada de los primitivos cuartetos- y al organito ambulatorio. Tras sufrir en su infancia los cadenazos de un padre brutal, que lo obligaba a pasar la gorra después de cada tango, Maffia fue quien le entregó a este género popular el bandoneón que necesitaba para dejar atrás la retozona Guardia Vieja y volverse grave, reconcentrado, bastante soñador y frecuentemente triste.
Zucchi cuenta que Maffia huyó de su casa en la adolescencia para buscar refugio en lo de la Negra María, madre de varios músicos de diferentes padres y relacionada con rufianes del sur de la extensa provincia de Buenos Aires. Hacia esos lupanares y cafetines australes, lindantes con la Patagonia, envió esta señora al “Tanito” (el sobrenombre aludía al origen italiano de Maffia), que no había olvidado al “costilludo” (uno de los apodos del bandoneón) en su huida. Fue por Punta Alta, una de aquellas remotas poblaciones, donde Carlos Gardel y José Razzano, que por entonces conformaban un dúo criollo, descubrieron a ese prófugo precoz que tocaba como nadie, y el pianista Roberto Firpo, también de tournée por esas inmensidades, se lo trajo a la ciudad de Buenos Aires. Pero a Maffia no le gustaba la marcación cuadrada de esa orquesta, porque él ya estaba inventando los acentos desplazados, el fraseo, el rubato.
Al integrar en 1922 el sexteto de Juan Carlos Cobián (el célebre compositor de tangos como "Los mareados" y "Nostalgias"), coincidiendo allí con el violinista Julio De Caro (con quien ya había integrado un cuarteto), Maffia comenzó a tomar parte en la gestación de la revolucionaria escuela decareana, cuyos artífices fueron por lo menos cuatro: los hermanos Julio y Francisco De Caro (pianista), Pedro Laurenz y Maffia (el dúo de bandoneones más célebre de todos los habidos). En su "Historia de la Orquesta Típica" (A. Peña Lillo Editor), Luis Adolfo Sierra destaca que en la etapa inicial del sexteto De Caro (nacido hacia finales de 1923, sobre la base del que había conducido Cobián) «se advertía nítidamente la influencia temperamental ejercida por el bandoneón de Pedro Maffia, de pausada modalidad, con propensión a los matices afiligranados y a los efectos pianísimos, como asimismo una marcada tendencia al ligado de los sonidos...»
Sierra, con su gran autoridad, destaca a Maffia como "el gran estilista", y señala hasta «una actitud física en la posesión del instrumento». Porque él apenas abría su “jaula” (como también se le dice al bandoneón), «desterrando los espectaculares repliegues del fuelle en forma de abanico...». Es que Maffia -apunta Zucchi- no necesitaba más aire. En 1926 fundó su propio sexteto, de sonido mate, apagado, que se tornó más pastoso aún al incorporar posteriormente el violoncello de Nerón Ferrazzano. El pianista Julio Medovoy, nacido en 1918, retuvo para siempre, como recuerdo de infancia, la visión de aquellos músicos, de posturas rigurosas, vestidos de negro, solemnes. Maffia casi no se movía, no se inclinaba sobre el instrumento, no lo curvaba sobre la rodilla. Sus modos eran suaves, quietos. Su gesto no era inspirado ni transido. Saludaba con una levísima inclinación de cabeza. 
Fue uno de los primeros en tocar el bandoneón “a cappella”, luego de Juan Magglio "Pacho", Vicente Greco y el Tano Genaro, y fue quien inauguró los dúos de bandoneón con diferentes voces y temperamentos, en yuntas históricas como las que formó con Luis Petrucelli, Laurenz, Alfredo De Franco y Gabriel Clausi. Fueron célebres sus variaciones, como la que Aníbal Troilo toca en "La maleva". En 1935 integró, con otras figuras descollantes, el conjunto Los Cinco Ases Pebeco, y al año siguiente formó parte de un antológico quinteto, denominado Los Virtuosos, cuyos miembros fueron elegidos mediante masiva votación por los lectores de la revista Sintonía. La era de las orquestas más numerosas, de diez o más instrumentistas, iniciada al promediar los años '30, no le resultó propicia. El bandoneonista y genial arreglador uruguayo Héctor María Artola explicaba la razón: para él, el de Maffia era un bandoneón de cámara, cuyo sonido aterciopelado se perdía en las grandes formaciones y en los recintos amplios.
Como compositor, pocos hubo como él. Entre sus grandes tangos están "Pelele", "Diablito", "Triste" (con Francisco De Caro), "Tiny" (con Julio De Caro), "Amurado" (con Laurenz), "Taconeando", "Ventarrón", "Amarguras" (rebautizado "Abandono" cuando Homero Manzi le agregó letra), "No aflojés", "Arco iris" (con Sebastián Piana), "La mariposa", "Se muere de amor", "Cuándo volverás", "Te aconsejo que me olvides", "Heliotropo" y "Pura maña".
Aníbal Troilo le dedicó "A Pedro Maffia". Fue durante décadas docente de bandoneón y escribió un importante método para su estudio. En 1933 intervino en "Tango", el primer largometraje sonoro argentino, y, además de varios otros films, en 1966 es protagonista en "Fueye querido", una valiosa película de Mauricio Berú.

Día Mundial de la Alimentación

El 16 de octubre de cada año, se celebra el Día Mundial de la
Alimentación, proclamado en 1979 por la Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).Su finalidad es concientizar a los pueblos del mundo sobre el problema alimentario mundial y fortalecer la solidaridad en la lucha contra el hambre, la desnutrición y la pobreza. El día coincide con la fecha de fundación de la FAO en 1945.
El Día Mundial de la Alimentación (DMA) fue establecido por países miembros de la FAO en la Reunión General de la Organización Número 20, en noviembre de 1979. La delegación Húngara, encabezada por el Ministro Húngaro de Agricultura y Alimentación Dr. Pál Romány actuó un activo rol en la Sesión Número 20 de la Conferencia de la FAO, sugiriendo la idea de celebrar mundialmente el DMA. Desde entonces se ha desarrollado cada año en más de 150 países, dando a conocer los problemas detrás de la pobreza y el hambre.

 

martes, 15 de octubre de 2013

JORGE FALCON

Cantor
Nombre real: Luis Iglesias
(15 de octubre de 1949 - 2 de julio de 1987)


Le presentó a la vida una batalla sin concesiones, tenaz, ardua, sin bajar los brazos. Desde muy joven comenzó a cantar y a seguir el camino del tango, pero su gran carta de presentación, esa vidriera que todo cantante necesita para ascender a la fama y perpetuarse, la logró cuando actuó en la orquesta de Héctor Varela.
Su debut se produjo el 12 de Octubre de 1976 y desde ese momento nadie ya podría olvidar la figura de Jorge Falcón, el muchacho pintón y de voz apasionada y varonil gozaba de cierto grado de timidez dibujada en su rostro, pero su calidad profesional hacía que por momentos ni se acordara que estaba frente a cientos de personas que lo aplaudían de pie. Pero igual que su carrera "meteórica", la muerte, agazapada a la vuelta de cada esquina, lo abrazó a la temprana edad de treinta y siete años.
Jorge Falcón o mejor dicho Luis Iglesias, tal su verdadero nombre, nació en el barrio de Parque Chacabuco y pasó por formaciones tales como "Tango 5", "Buenos Aires 5", las orquestas de Jorge De Luca y Gabriel "Chula" Clausi, con quien llega al disco con aproximadamente diez temas. Con esta orquesta y todavía con su nombre real graba entre otros tangos: "Desecho de amor", de Juan Vaccaro y José Fuentes, "Fue aquel beso", también de Vaccaro con Victorio Sardi, "Para que renegar", de Gabriel Clausi, "Yo estoy loco por vos", de Roberto Marano, "Arolas", de Clausi y Mario Gomila y el vals, "Aquel libro", también de Clausi con A. Guastavino.
Finalmente, ingresa a la agrupación de Héctor Varela, donde se produciría su consagración definitiva. El muchacho se hizo querer de tal forma por el maestro, que mas allá de su situación profesional, Jorge se había ganado el corazón de Varela y el maestro se preocupaba para que su "pichón" pudiera abrirse camino solo. Don Héctor no era egoísta y si veía que alguien tenía condiciones, lo apuntalaba para que saliera "volando solo".
Con la orquesta de Héctor Varela, graba para el sello Microfón más de 20 temas, algunos de los cuales a dúo con Fernando Soler y Diego Solís.
El primer larga duración de 1977, contenía su primer éxito comercial, la milonga "Azúcar, pimienta y sal", de Tití Rossi, Héctor Varela y letra de Abel Aznar, a dúo con Soler.
Sus éxitos más importantes con el maestro, fueron también: "Sabor de adiós", "Y te parece todavía" y "Haceme cu cú" a dúo con Soler.
Era tanto el cariño del director con el cantante que, las malas lenguas dicen que a Jorge lo echó para que de una vez por todas se afirmara solo frente a los amantes del tango y así ascender a la condición de solista. Y fue así que Falcón, logró por parte de la gente una aceptación extraordinaria.
En su nueva etapa graba ocho temas acompañado por la orquesta de Ernesto "Tití" Rossi, quien fuera arreglador y primer bandoneón de Varela y diez con la de Raúl Plate, con quien logra el que, posiblemente, sea su mayor éxito: "El amor desolado" de Alberto Cortez y el letrista José Dicenta Sánchez.
Jorge sufrió en 1986 un accidente automovilístico y tiempo después, en el medio de una presentación que hacía en la ciudad de Rosario, sufrió un desmayo que obligó a que se lo internase en una clínica local. Se dijo que todo era producto del choque que había sufrido, pero en realidad, el choque fue producto de su delicada salud, del mal que estaba padeciendo el cantor. Jorge tenía cáncer y a pesar de haber sido tratado con minuciosos recursos de la oncología, al año de habérsele descubierto el mal, fallecía en el Sanatorio de Artistas de Variedades del barrio de San Telmo, en Buenos Aires.
Detrás de su cuerpo deteriorado, ese jueves 2 de Julio de 1987 en que Jorge abandonó la tierra, quedaba su esposa Alicia, su hijo Adrián y seis larga duración grabados con todo el amor.
Ese mismo año había fallecido Héctor Varela, tan sólo seis meses antes. Algunos aseguran que ambos se dieron la mano nuevamente en el cielo y de común acuerdo, se dedicaron a ponerle "pimienta" a los ángeles celestiales.
JULIAN CENTEYA

Nombre real: Amleto Enrique Vergiati
Seudónimos: Julián Centeya y Enrique Alvarado
(15 de octubre de 1910 - 26 de julio de 1974)


Cuando mi amigo García Blaya me sugirió escribir para la página web de Todo Tango la biografía de Julián Centeya, me invadió una doble sensación: de angustia y de alegría.
De alegría porque significaba rescatar del injusto olvido a un gran personaje, a un gran tipo, por quien siento profunda admiración y respeto, y que es, sin dudas, uno de los responsables de mi vocación y fanatismo tangueros. De angustia por su envergadura y la escasa información que, lamentablemente, puede encontrarse del mismo. Y además porque pienso que un relato biográfico debe ser escrito con rigurosa objetividad y sin pasionismo. Cosa que no sucede en este caso y desde ya pido disculpas por ello.
En mi opinión Centeya es uno de esos "rara avis" que sólo se dan en lo que es su "habitat natutral": Buenos Aires. Como Carlos de la Púa, Celedonio Flores, Aníbal Troilo, Enrique Cadícamo, Homero Manzi y otros pocos sin olvidar a Discépolo.
En la primera década del siglo XX su padre Don Carlos Vergiati era periodista del diario "Avanti", que se editaba en Borgataro, provincia de Parma (Italia). De ideas y actividad anarquistas se vio obligado a huir del regimen fascista y se trasladó con su familia a Genova. Esa familia la integraban su esposa Amalia, dos niñas , el pequeño Amleto y un perrito llamado Cri-Cri. Julián los evoca en sus versos "Mi viejo", un lacerante relato de la desición paterna de fugarse de Italia, el 14 de Abril de 1912.
"Vino en el Comte Rosso: fue un espiro
tres hijos, la mujer a más un perro
Como un tungo tenaz la fue de tiro
todo se lo agunto: ¡hasta el destierro!"

El pequeño Amleto sólo tenía algo más de un año, pero su recuerdo de ese "espiro" permaneció siempre vivo. Como viva permaneció la figura paterna que recala en San Francisco (provincia de Córdoba), donde don Carlos trabaja como carpintero ya que su desconocimiento del idioma no le permitía ejercer su profesión de periodista.
En setiembre de 1923 se trasladan a Buenos Aires, deambulan por varios conventillos hasta asentarse en Parque de los Patricios. Amleto cursa la escuela primaria en el Colegio Abraham Luppi, en Pompeya. Su compañero de banco fue Francisco Rabanal, el mismo que con el tiempo sería Intendente de la ciudad de Buenos Aires.
En el Colegio Nacional Rivadavia (esquina de las calles Chile y Entre Ríos), intenta proseguir sus estudios secundarios, pero al cursar tercer año es expulsado por mala conducta. Entonces se enrola en la "escuela de la calle" y vive un tiempo cerca de Chiclana y Boedo.
Desde ese momento, comienza otra historia; la de su condición de habitante del barrio de sus amores y sus desencuentros: BOEDO.
Se transforma en parroquiano esencial de aquellas veredas y aquellos adoquines que ya no están. Como tambien lo eran sus hermanos en el afecto Homero, Catulo, César Tiempo y otros grandes como él.- Aquel Boedo que para Julián no nace en Rivadavia como indican los planos municipales ; si no en Independencia, cruza San Juan y muere en Puente Alsina despues de atravesar Chiclana.- Esa fue su verdadera " via appia" que modelo finalmente su incipiente condicion de porteño "pero de Boedo"
Que no haya nacido en Boedo importa poco o nada; Julian vivió (del tiempo "respiratorio" del verbo vivir) en Boedo y fue suya la aventura de transitar los paisajes que Homero Manzi devolvió en "Sur". Y así, le verseó a su barrio querido, aquel del ancho cielo compartido que un día se les haría canción:
"Enumero una ordenación de esquinas contra el cielo,
desando lonjas de calles con memorias,
me instalo en patios familiares, íntimos,
procuro una sucesión de horas,
me detengo en una desangrada tarde,
de antiguas imágenes me renuevo,
reconstruyo albas,
fijo noches habitadas de arboles en silencio,
de retazos de lunas caminadoras,
de almacenes brumosos como puertos
y un viento sin donde me pone entre las manos
la voz gemidora
de una guitarraa goteándome un tiempo
de ochavas y de hembras


Entoces me nace el compadre de adentro
y bato esta sed que me crece de carne
pa'ver si se enteran que yo soy de Boedo."

Después deambuló por mil asentaderos familiares, pero su "cuore" siempre latió más fuerte en el barrio de sus aventuras y desventuras, de los reñideros y otras timbas, y el de Celina, la rubia que tanto amó.
Para Amleto, el tanito que en 1912 bajo del Comte Rosso sin llegar a tener dos años, recalar en Boedo fue equivalente a ver la luz la "prima volta". Y es en el ámbito de esa ciudad, dentro de la gran ciudad, donde pergenia su primera milonga y adopta para si el nombre del personaje que lo haría, para muchos, inmortal: Julián Centeya, con música de José Canet (1938).
"Me llamo Julián Centeya
por más datos soy cantor
nací en la vieja Pompeya
tuve un amor con Mireya
me llamo Julián Centeya
su seguro servidor."

Y allí nace el mito, la adopción de ese contundente apodo es la partida de defunción del tano Amleto Enrique Vergiati.
El "engrupe de amor que pasa por Corrientes y Esmeralda" (que bien el viento en la blusa, que bien la boca pintada) lo hizo centrero. Pero sólo fue un pasajero de las luces malas del centro que no le hicieron meter la pata... ¿o sí...?
Su pertinaz inclinación a la bohemia destruyó su matrimonio con Elena Gorizia Vattuone, hermana de la cancionista Nelly Omar.
"El recuerdo de la enfermería de Jaime" fue su primer trabajo poemario (1941), firmado bajo su otro seudónimo: Enrique Alvarado. En este incluye el tema "Sigo pensando en vos, negro" dedicado a Louis Amstrong, que luego fuera grabado utilizando como fondo de su voz el sonido de la maravillosa trompeta del destinatario del poema.
En "La musa mistonga" (1964) incluye unas estrofas que son un vivo retrato de si mismo:
"Yo canto en lunfa mi tristeza de hombre
ando la vida con mi musa rante
ella es asi de maleva y yo atorrante
camina a mi costado y tiene un nombre
nació conmigo en Boedo y Chiclana
y se hizo mansa a juego de palmera
nunca una bronca, siempre cadenera
vivo con ella muy a lo banana"

Su dominio del lunfardo, tanto escribiendo como hablando, permite la comparación sin desventaja con Celedonio, Carlos de la Púa, Daniel Giribaldi y otros.
En 1969 se publica su libro "La musa del barro", que incluye sus poemas de homenaje a Aníbal Troilo a Juan Bertana y a Barquina ese otro fantástico personaje que con el "viejo" Pepe Razzano nunca faltaba a la cita nocturna (de "A Homero" de Cátulo Castillo).
Graba para RCA-Victor esos poemas y otros dedicados a Arolas, Celedonio , Discépolo y otros grandes e incluye "Atorro" donde relata su gris soledad, su tristeza y su ausencia de si mismo.
En mi opinión esta es su mejor obra. El prólogo del libro, escrito por César Tiempo, es sin dudas la más elocuente biografía de Julián.

Por su extensión escapa a la intención de este trabajo, pero recomiendo enfáticamente su lectura. El párrafo final es el siguiente:
"San Julián Centeya, todas las botellas que arrojasrte al mar, todas las palomas mensajeras que lanzaste a las tinieblas, todas las voces que alzaste en el desierto, todas las palabras vulgares con que embelleciste las cosas sagradas, las cosas vulgares, todas, todas, llegaran a destino. ¡Qué Dios nos oiga! embelleciste las cosas sagradas, con que embelleciste las cosas vulgares, todas, todas, llegarán a destino ¡Qué Dios nos oiga!
Como no podía ser de otra manera, incursionó, como autor, en la temática tanguera; sus obra más conocidas son "Claudinette" con Enrique Delfino, "La vi llegar" y "Lluvia de abril" con Enrique Francini, "Lison" con Ranieri, "Más alla de mi rencor" con Lucio Demare, "Julián Centeya" con José Canet y "Felicita" con Hugo del Carril".
En su única novela, "El vaciadero" (1971), mostró la cruda realidad de los marginados, de los "quemeros", una llaga viva que aun perdura. Es coherente con su filosofía existencial cuando dice "Para escribir hay que vivirla; si no nos acunamos en el camelo literario."
Horacio Ferrer, además de los datos biográficos ya expuestos lo ubica "dentro de la corriente de escritores en el Boedo de 1925, que transmutó el "sermo afanaris" del lunfardo en literatura con dimensión de escuela y es, junto a Cátulo Castillo, Juan C. Lamadrid y Juan B. Devoto, la figura más trascendente dentro de su promoción contemporánea".
Ferrer transcribe párrafos que Centeya incluyó en el prólogo de "La musa mistonga":
"Lunfardo que me dio la calle, no leído en letras de tango ni memorizado del sainete, evadido de celdas, bulines y conventillos, en demoras de boliche, en la racalada amistosa del feca..." y continua afirmando que Julián "más que conocedor es baqueano, mejor que habitante es materia y espiritu de Buenos Aires".
Relata también las incursiones radiofónicas por casi todas las emisoras porteñas, particularmente en Radio Colonia (con su programa: "En una esquina cualquiera") y en Radio Argentina ("Desde una esquina sin tiempo") y también sus notas para los diarios "Crítica", "Noticias Gráficas" y "El Mundo" y los semanarios "Sábado" y "Prohibido".
Se nos fue una "cheno" de descuido, aquella del 26 de julio de 1974... con una sonrisa amarga y dulce a la vez, y para pintarlo entero, nada mejor que sus palabras al médico que lo asistía en el final, a quien tomando su mano le dijo: "tordo, a usted que lo aprecio tanto le dejo el triste recuerdo de ser el íltimo que apretó mi mano, gracias y perdón" y cerró sus ojos para siempre, pensando, seguramente "si me voy piola / en el finirla está la salvada / llevo conmigo mi alma cansada / que hace diez siglos / no quiere lola."
Se nos fue pero... ¿se nos fue? O sólo se fueron sus huesos, sus angustias y sus arrugas?...
Yuyo Montes

Montes, de quien se dice es un "tipo" muy reservado, un músico que habitualmente compone y canta para él y su grupo de amigos. Siempre se lo puede encontrar en su casa de Campo Quijano. Su casa está siempre abierta, como su corazón.
Es uno de los autores más importantes de la música del país y tuvo su parte interesante en la creación de temas de punta, éxitos rotundos de "Los Nocheros", "Luciano Pereira", "Torres Vila", "El chango Nieto", "El Chaqueño Palavecino", entre otros conjuntos que interpretan sus temas.
Él mismo definió que lo que hace es "tratar de emocionarnos un poco y ser el eco del angel interior que cada uno tiene”
Entre sus conocidos temas podemos citar Las moras, del Gris al azul, En suspenso, que son canciones que han quedado en el corazón de la gente, "En suspenso" en especial es un tema que dejó marcado a "Los Nocheros" se gravaron muchísimas versiones como la de Facundo Toro y hasta el de "Carlitos Rolán" que es cuartetero, pero como la interpretación de Los Nocheros... no hay, dice el “Yuyo”.

Cabe apuntar que ya cuenta con su primer compacto que lanzó como intérprete, porque "a pesar de cantar desde toda la vida, no se daban las condiciones para que esté en un disco".

“Creo que una canción es la mejor carta de presentación que uno tiene, y creo que han quedado algunas de ellas en el corazón de mucha gente. Ellas en la voz de Los Nocheros, del Chaqueño, Tamara, del Chango Nieto y de tantos otros que gracias a este oficio, hemos podido ir transitando los caminos desarrollando un nivel interior óptimo como para poder seguir comunicándonos con la gente a través de una canción".

Bastón blanco

El bastón blanco es una vara alargada que identifica a las personas ciegas y les sirve de guía para desplazarse de manera autónoma por la vía pública 

Su invención se atribuye a distintas personas, entre ellos, al
político e inventor argentino José Mario Fallótico. Una versión cuenta que el mediodía del 22 de junio de 1931, Fallótico vio a una persona, a la cual entendió que se trataba de un ciego, que se encontraba esperando para cruzar en la esquina de la calle Medrano y Lezica de la Ciudad de Buenos Aires. Fallótico ayudó al discapacitado, pero quedó obsesionado con una pregunta: ¿Cómo hacer para distinguir a un ciego y poder ayudarlo?
La idea siguió a este santafesino, que por aquel entonces vivía en el barrio de Flores en la Ciudad de Buenos Aires, hasta que dio con la solución que consultó en la Biblioteca Argentina para Ciegos: un bastón blanco serviría para distinguirlo.
José Fallótico nunca patentó su invento,fueron los estadounidenses quienes se adueñaron de la novedad, cuando George Benham, presidente del Club de Leones de Illinois, propuso para uso de los discapacitados visuales un bastón blanco con extremo inferior rojo, a fin de que se les otorgue prioridad de paso. La propuesta fue aceptada y en poco tiempo el uso de dicho elemento se hizo universal.
El 15 de octubre se celebra el Día Mundial del Bastón Blanco de Seguridad

 

Día de las Cooperadoras Escolares

El 15 de octubre se conmemora el día de las Cooperadoras Escolares en homenaje a la creación de las Juntas Protectoras, un lejano antecedente de las cooperadoras escolares actuales. Laprimera junta vecinal de ayuda a las escuelas se fundó el 15 de octubre de 1816, en la frontera de Chascomús (Buenos Aires). Este organismo es el precursor de las actuales instituciones de cooperación de la comunidad con la escuela, llamadas allá "Cooperadoras Escolares" y que sería un símil a lo que por aquí denominamos Cooperativas en el ámbito escolar.

Día Internacional de las Mujeres Rurales

El primer Día Internacional de las Mujeres Rurales, se observó el 15 de octubre de 2008. Este día internacional
nuevo, establecido por la Asamblea General en su resolución 62/136, de 18 de diciembre de 2007, reconoce «la función y contribución decisivas de la mujer rural, incluida la mujer indígena, en la promoción del desarrollo agrícola y rural, la mejora de la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza rural».
Las mujeres rurales desempeñan un papel fundamental en las economías rurales de los países desarrollados y en desarrollo. En la mayor parte del mundo en desarrollo participan en la producción de cultivos y el cuidado del ganado, proporcionar alimentos, agua y combustible para sus familias y participan en actividades no agrícolas para diversificar los medios de subsistencia de sus familias. Además, llevan a cabo las funciones vitales en el cuidado de los niños, los ancianos y los enfermos.
La Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer examinó el tema «Eliminación y prevención de todas las formas de violencia contra la mujer y la niña» como tema prioritario durante el 57º período de sesiones, que se celebró del 4 al 15 de marzo de 2013.