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viernes, 26 de julio de 2013

IGNACIO CORSINI:

 
Cantor
(13 de febrero de 1891 - 26 de julio de 1967)
Apodo: El Caballero Cantor

ememoró alguna vez Ignacio Corsini: "Los pájaros me enseñaron la espontaneidad de su canto, sin testigos, en el gran escenario de la naturaleza. Aprendí a cantar como ellos, naturalmente y sin esfuerzo". Y precisamente, su canto tuvo esa cosa simple, de pueblo, sin la interferencia de lo asimilado en el conservatorio.
Fue, por lo tanto, un cantor criollo, sin alardes de virtuosismo, con su estilo enraizado en el payador José Betinotti, pero con un claro dejo nasal —aunque parezca una paradoja— propio del sur de Italia.
Era de allí, más exactamente, de Troina, en la provincia de Catania (Sicilia), aunque su apellido proviniera del norte y de ese origen le quedaran el cabello rubio y los ojos celestes, como los de la famosa pulpera a la que cantó.
Nació el 13 de febrero de 1891, con el nombre de Andrés Ignacio, hijo de Socorro Salomone y de un Corsini del que no quedó nombre ni recuerdo y al que no llegó a conocer. Con su madre arribó a Buenos Aires en 1896. Ambos se radicaron en Almagro (barrio de Buenos Aires) y, cuando el pequeño Ignacio tenía siete años, se trasladaron a la ciudad bonaerense de Carlos Tejedor. Allí se desempeñó como boyero y resero, y fue allí donde los pajaritos gauchos le enseñaron los secretos del canto.
Diez años más tarde estaba de regreso en Almagro, que era también el barrio de Betinotti, domiciliado en la calle Artes y 0ficios— que luego se llamaría Quintino Bocayuva, número 567.
Y ocurrió lo inevitable el modelo y el admirador se conocieron. Pero Corsini no se conformó con ser un imitador, sino que fue avanzando hasta encontrar su propio e inconfundible estilo.
Poco después, en 1907, se relacionó con el artista circense José Pacheco, que lo introdujo en el teatro y se podría decir que también en el matrimonio, ya que Corsini se casó con su hija, Victoria Pacheco, en 1911. "En ella tuve la gran compañera de toda mi vida, la que me alentó en mis horas inciertas y a la que debo gran parte de mis triunfos", reconocería en su autobiografía inédita, escrita en 1950, dos años después del fallecimiento de su esposa.
En 1912 ya había adquirido cierto prestigio como cantor y actor —en las compañías de José Podestá y José Arraigada o los circos de Colombo, Cassell, Casano, etcétera—, y fue por ello que el sello Victor le hizo grabar sus primeros discos. Cabe aclarar que ése es el año correcto, ya que entonces estuvo en Buenos Aires el equipo de grabación de esa empresa, y no en el 13, 14 o 15, como alguna vez se ha expresado.
Corsini era, por aquellos días, un intérprete del repertorio campesino y registró en el surco valses, canciones criollas, estilos y habaneras; el tango aún no había pasado por su garganta, tal como ocurrió con Carlos Gardel.
Cuando aún estaba limitado a la línea campera, fue requerido por la cinematografía para filmar "Santos Vega" (1916) y "¡Federación o muerte!" (1917); más tarde, intervendría en "Milonguita" (1922), "Mosaico criollo" (cortos, c. 1930), "Rapsodia gaucha" (1932), "Idolos de la radio" (1934) y "Fortín alto" (1941, en la que aparece junto a Agustín Irusta y un joven y desconocido Edmundo Rivero).
El disco lo convocaría en forma definitiva en 1920, pero aún no se le atrevía al tango; sólo después de haber registrado diez canciones, decidió incluir uno "Un lamento" (de Graciano De Leone y Pedro Numa Córdoba). De allí en más, se convertiría en una de las más reconocidas voces del género porteño, sin abandonar por ello sus páginas campesinas.
En realidad, su éxito como cantor de tangos se inició a partir del 12 de mayo de 1922, cuando, en el sainete "El bailarín del cabaret", estrenó "Patotero sentimental" (de Manuel Jovés y Manuel Romero), que significó, asimismo, su consagración entre el público.
Otra de las interpretaciones con las cuales se lo identifica es "Caminito" (de Juan de Dios Filiberto y Gabino Coria Peñaloza), uno de los tangos más conocidos mundialmente, que él popularizó a partir del 5 de mayo de 1927 desde el escenario del Teatro Cómico.
Pero "El Caballero Cantor" —como se lo conoció— fue también compositor y letrista de algunas obras, como los tangos "Flor marchita" (letra de Francisco Bohigas), "Fin de fiesta" (música de Carlos Geroni Flores) y entre otros, "Aquel cantor de mi pueblo" (música de Enrique Maciel) que le llevó al disco Edmundo Rivero.
También incursionó en otros géneros, siendo un vals su página propia más conocida, "Tristeza criolla", sobre un poema de Julián de Charras. Pero fue el estilo el género en el que mayor cantidad de títulos produjo "Tradición gaucha" (Enrique Maroni), "Juan de los Santos Arena" (Julián de Charras), "A mi palomita" (José María Aguilar), etcétera.
No obtuvieron mayor resonancia las páginas debidas a la inspiración del cantor, salvo "Tristeza criolla", que en los '40 fue remozado por Ángel Vargas.
Sin embargo, serían otros dos autores quienes le proporcionarían los grandes impactos que lo iban a identificar como el intérprete del cancionero de temática rosista, el poeta Héctor Pedro Blomberg y su guitarrista Enrique Maciel. La sola mención de los títulos del binomio hace surgir, inmediatamente, el nombre de Ignacio Corsini: "La pulpera de Santa Lucía", "La canción de Amalia", "La mazorquera de Montserrat", "China de la Mazorca", "La guitarrera de San Nicolás", "Los jazmines de San Ignacio" y varios más. A ellos habría que sumar, en diferente temática,
"La que murió en París", "Barrio viejo del 80", "El adiós de Gabino Ezeiza" o "La viajera perdida".
Después de las dulzuras del éxito, Corsini sintió el amargor de sus últimos años, tras la pérdida de su esposa, circunstancia que lo llevó a cantar por última vez el 28 de mayo de 1949, en la audición "Argentinidad", de Radio Belgrano.
En 1961, reapareció públicamente, ante las cámaras de Canal 7, en el programa "Volver a vivir". Y el 26 de julio de 1967, cerraba sus ojos para siempre.
Con él se iba una voz particularísima; seguramente, la más atípica con que contó el tango.
Originalmente publicado en el fascículo 14 de la colección "Tango Nuestro" editada por Diario Popular.
26 DE JULIO
 
1943 - Se registra la zamba “Viene clareando”, con música de Segundo Aredes y letra de Atahualpa Yupanqui. “Al clarear yo me iré/ a mis pagos de Chasquivil/ y hasta las espuelas te irán diciendo:/ Vidita! no te olvidés de mí”. Partitura editada por Tierra Linda y grabada en Odeón.



Instituyen el 26 de julio como Día Nacional del Militante social

A través de su publicación en el Boletín Oficial, el Gobierno promulgó hoy la ley que establece esa fecha como Día del Militante Social, en conmemoración al día en que murió Eva Perón, en 1952. 

El Gobierno promulgó hoy la ley que establece el 26 de julio como Día Nacional del Militante Social, en conmemoración a la fecha en que murió Eva Perón, en 1952.
A través de su publicación en el Boletín Oficial, entró en vigencia la Ley Nº 26.666, que había sido promulgada de hecho el 7 de abril último.  


 

Eva Perón

 

María Eva Duarte de Perón (Junín o Los Toldos, provincia de Buenos Aires, 7 de mayo de 1919 – Buenos Aires, 26 de julio de 1952), también conocida como Eva Perón o Evita, fue una actriz y política argentina. Se casó con Juan Domingo Perón en 1945 y tras la asunción de este como Presidente de la Nación Argentina el año siguiente, Duarte se convirtió en primera dama.
Eva Duarte migró a Buenos Aires a la edad de quince años y en 1935 debutó profesionalmente con una breve participación en la obra La señora de los Pérez. Ese mismo año fue contratada por la Compañía Argentina de Comedias Cómicas y salió en una gira de cuatro meses por Rosario, Mendoza y Córdoba. Lentamente fue logrando reconocimiento como actriz, en 1937 obtuvo su primer papel en radioteatro en la obra Oro blanco y debutó en el cine con la película ¡Segundos afuera!, con Pedro Quartucci, Luis Sandrini y Pepe Arias. Evita luego participaría en las películas La carga de los valientes (1940), El más infeliz del
pueblo (1941), Una novia en apuros (1942) y finalmente La cabalgata del circo (1945), con Hugo del Carril y Libertad Lamarque. También participó en los radioteatros Los jazmines del ochenta, Los amores de Schubert y Grandes mujeres de todos los tiempos y en 1943 fue una de las fundadoras de la Asociación Radial Argentina (ARA), de la cuál fue electa presidenta en 1944.
En 1944 Duarte conoció a Perón, entonces secretario de Estado, en un acto de recaudación de fondos para las víctimas del terremoto de San Juan en el Luna Park. Evita, ya casada con Perón, participó activamente en la campaña electoral de su marido en 1946, siendo la primera mujer en hacerlo. El 24 de febrero de ese año, la fórmula Perón-Quijano fue electa con el 54% de los votos y el 1 de mayo de 1946 Perón asumió como presidente y Eva pasó a desempeñar el puesto de primera dama. Inmediatamente después de asumir se presentó el proyecto del Sufragio femenino, que finalmente fue sancionado en 1947. Tanto el presidente como su esposa apoyaron fuertemente al proyecto, y su trabajo para lograrlo es una de las obras más reconocidas de Duarte de Perón. Tras lograr la igualdad
política entre los hombres y las mujeres, se buscó luego la igualdad jurídica de los cónyuges y la patria potestad compartida con el artículo 39 de la Constitución de 1949. En 1949 además fundó el Partido Peronista Femenino, el cuál presidió hasta su muerte.
El peronismo tuvo una relación estrecha y compleja con el movimiento obrero. Eva Duarte, ferviente y combativa defensora de los derechos sociales y laborales, ocupó un vinculo directo entre Perón y los sindicatos, que conformaban la «columna vertebral» del peronismo. Impulsó además la formación de milicias obreras y, poco antes de morir, compró armas que entregó a la CGT. Como primera dama, se comprometió con la ayuda social y con quien ella llamaba «sus descamisados». En 1948, Duarte fundó la Fundación Eva Perón, dedicada al desarrollo de una labor social que llegó prácticamente a todos los niños, ancianos, madres solteras y mujeres que eran único sustento de familia, pertenecientes a los estratos más carenciados de la población. La Fundación construyó hospitales, asilos, escuelas, colonias de vacaciones, otorgó becas para estudiantes, ayudas para la vivienda y promocionó a la mujer en diversas facetas.
El movimiento obrero propuso en 1951 a Evita como candidata a vicepresidenta, sin embargo ella renunció a la candidatura el 31 de agosto, conocido como el Día del Renunciamiento. Las luchas internas en el peronismo y la sociedad ante la eventualidad de que una mujer apoyada por el sindicalismo pudiera llegar a vicepresidenta y un ya avanzado cáncer de útero fueron algunos causantes de dicha acción. A pesar de su condición, Evita hizo varias apariciones públicas y el 5 de noviembre de ese mismo año, fue intervenida quirúrgicamente. El 18 de julio de 1952 entró en coma por primera vez y el 26 de julio murió, a la edad de 33 años. Tras su muerte la CGT declaró tres días de paro y el gobierno estableció un duelo nacional de 30 días. Su cuerpo fue velado en la Secretaría de Trabajo y Previsión hasta el 9 de agosto, cuando fue llevado al Congreso de la Nación para recibir honores oficiales, y luego a la CGT. Evita escribió dos libros en sus últimos años, La razón de mi vida en 1951 y Mi mensaje en 1952.
Eva Duarte de Perón recibió numerosos honores. Entre ellos el título de Jefa Espiritual de la Nación, la distinción de Mujer del Bicentenario, la Gran Cruz de Honor de la Cruz
Roja Argentina, la Distinción del Reconocimiento de Primera Categoría de la CGT, la Gran Medalla a la Lealtad Peronista en Grado Extraordinario y el Collar de la Orden del Libertador General San Martín, la máxima distinción argentina. Se han producido además numerosas películas, musicales, obras teatrales, novelas y composiciones musicales sobre Eva Duarte de Perón.

 

jueves, 25 de julio de 2013

Osvaldo Pugliese



Pianista, director, compositor.
(2 de diciembre de 1905 - 25 de julio de 1995)
Nombre completo: Osvaldo Pedro Pugliese 

u padre, Adolfo, obrero del calzado, intervenía como flautista aficionado en cuartetos de barrio que cultivaban el tango. Dos hermanos mayores tocaban violín: Vicente Salvador, "Fito", y Alberto Roque, más consecuente que el primero y por muchos años ligado a la música. A Osvaldo fue el padre quien le impartió las primeras lecciones de solfeo, y comenzó a balbucear con el violín también, pero pronto se inclinó por el piano, aunque don Adolfo tardó cierto tiempo en comprar el costoso instrumento. Tras formarse en conservatorios de la vecindad, a la edad de 15 años se inició profesionalmente en el llamado "Café de La Chancha", así bautizado por los parroquianos en alusión a la poca higiene del dueño.
Poco después, ya en un conocido café del centro de Buenos
Aires, integró el conjunto de la primera mujer bandoneonista que tuvo el tango, Francisca "Paquita" Bernardo. Ascendiendo en su carrera, Osvaldo se incorporó al cuarteto de Enrique Pollet, luego a la famosa orquesta de Roberto Firpo, y en 1927 ya era pianista de la orquesta del gran bandoneonista Pedro Maffia, de la que se desvinculó, junto al violinista Elvino Vardaro, para formar un conjunto a nombre de ambos, que se sabe fue de avanzada, pero del cual no han quedado grabaciones.
Vardaro-Pugliese debutaron en el café Nacional, para emprender luego una extensa gira por el interior del país. Los acompañaba como representante–gerente el poeta Eduardo Moreno, autor de la letra del tango "Recuerdo", el más célebre de los firmados por Pugliese, y también, propuesta por Moreno, la cancionista Malena de Toledo. La gira fue un fracaso económico, y Vardaro debió empeñar su arco "Sartoris" para pagar los pasajes de regreso.
Pugliese se asoció luego con otro violinista, Alfredo Gobbi, formando un conjunto, uno de cuyos bandeonistas era el jovencísimo Aníbal Troilo. Aquello duró pocos meses, tras lo cual formó su primer elenco propio al lograr la oportunidad de actuar en un par de locales. Posteriormente integró dos dúos, primero con Gobbi y luego con Vardaro, para actuar en emisoras de radio. En 1934, cuando el bandoneonista Pedro Laurenz -ex De Caro, como Maffia- formó orquesta, Pugliese ocupó el piano, ocasión en que escribió los primeros arreglos sobre un par de tangos, entre ellos "La beba", que le pertenece. En 1936 integró el conjunto del bandoneonista Miguel Caló, aún enrolado en la tendencia "decareana", y de esta manera fue encauzando sus ideas estéticas sobre el tango. Hasta 1938 formó Pugliese nuevas agrupaciones que no se consolidaron, e intentó sin éxito estructurar una cooperativa de trabajo, como expresión de sus ideas comunistas.
Su definitiva proyección hacia el tango que pretendía se inició el 11 de agosto de 1939, al presentarse de nuevo en el café Nacional. Amadeo Mandarino era el cantor de su debutante orquesta. Luego de un tiempo rearmó el conjunto, ya con Augusto Gauthier como vocalista. Pugliese era director, pianista y arreglador de ese conjunto, que, esa vez sí, funcionaba como una cooperativa. Desde un café del barrio de Villa Crespo saltaron a la radio más importante del momento, El Mundo, gestándose una importante hinchada que los seguía, compuesta por fanáticos de su estilo y adeptos al Partido Comunista.
La continuidad en la labor le permitió afianzar su
concepción, apoyado en el aporte de compañeros suyos como el contrabajista Aniceto Rossi, tan importante para darle el sentido rítmico que necesitaba. Fundamental fue el bandoneón de Osvaldo Ruggiero, quien permaneció junto a Pugliese hasta 1968, profundamente consustanciado con el director. Y otro tanto puede decirse del violinista Enrique Camerano, nacido -dijo alguien- para tocar con Pugliese. Este se afirmaba como el más fiel exponente del estilo decareano, pero con una rotunda marcación rítmica, atractiva para el bailarín sin por ello sacrificar calidad. 
De suma importancia, para cuando su orquesta llegó al disco en 1943, fue la aparición de Roberto Chanel, cantor recio, de voz nasal y estilo "compadrito" que dejó 31 grabaciones. Buscando un vocalista contrastante, Pugliese incorporó luego a Alberto Morán, dramático y sensual, de rara aptitud para la media voz y perfecto acople con el acompañamiento orquestal. Su atractivo para las mujeres no fue igualado por ningún otro cantor. Quedaron de Morán 48 obras grabadas. Apenas 8 registró a su vez, entre 1949 y 1950, Jorge Vidal, otra de las voces importantes en la historia de esta orquesta. Entre los cantores posteriores sobresalieron, aunque con repertorios de irregular calidad, Jorge Maciel y Miguel Montero.
Dentro de la década del '40, Pugliese grabó algunos temas instrumentales propios con los que se anticipó a la vanguardia. Es el caso de "La yumba" (convertido en algo así como el himno de su orquesta), "Negracha" y "Malandraca". Por estos dos últimos se lo considera un precursor en el empleo de la síncopa y el contrapunto, adelantándose a Horacio Salgán y Astor Piazzolla. Otros importantes tangos que Pugliese escribió e interpretó son, ante todo, el mencionado "Recuerdo", y "La beba", "Adiós Bardi", "Recién", "Barro", "Una vez" y "El encopao".
Por años, la orquesta de Osvaldo Pugliese estuvo prohibida para la radiodifusión, como medida de censura política, pero ello no logró mermar su popularidad.
JOSE BETINOTTI (1878-1915)

Betinotti, nació el 25 de Julio de 1878 en Buenos Aires . Fue padre de un sólo hijo que vivió siete meses. Autor de "Pobre mi madre querida" tema que lleva como música, una melodía cuyana, en la que cantaban muchos troveros de ese tiempo. Falleció el 21 de Abril de 1915, a las 10.30 horas y al expirar, cuentan que se cortó una cuerda de la guitarra. Basado en la historia de su vida, Homero Manzi filmó junto a Hugo del Carril, la película "El último Payador". Ambos fueron "cantores de comité" de la Unión Cívica Radical.  

Llegó a ser con el tiempo el más popular, el que más se recuerda. Era un cantorcito de serenatas cuando en 1898 conoce a Gabino Ezeiza que lo induce a la payada y compite en el contrapunto con casi todos los de su tiempo, en la capital y en el interior adonde llegó en giras.
De inspiración fácil escribió bellas y sentidas canciones, algunas inolvidables que hacen perdurar su nombre, y publicó dos libros con sus versos, "Ideal de mi Esperanza" y "Lo de Ayer y lo de Hoy", en 1909, y "De Mi Cosecha" en 1912. Colaboró en "La Pampa Argentina". "Mis Primeras Hojas" fue su primer folleto. El guitarrista Avelino Banegas fue su acompañante musical dilecto.
El Señor Esteban Capot, hermano de crianza de Carlos Gardel, manifestó a la muerte de éste, que en su adolescencia solía buscarlo seguido Betinotti para las tenidas de canto en los distintos barrios. Se dice que él fue quien lo llamó
"Zorzalito" por primera vez en aquellos lejanos tiempos, mote que le quedó para siempre.
Su canción más famosa, "Pobre mi Madre Querida", Gardel la grabó en sus primeros discos y cuando el dúo Gardel—Razzano toma rumbo a la popularidad sin parangón, le lleva al punto de reunión común, el "Café de los Angelitos",

sus valsesitos "Como quiere la madre a sus hijos" y "Tu diagnóstico" para que los canten; a los años los grabaron en discos.
Hay que dejar aclarado que canciones como "Puntana" y "¡Adiós que me voy llorando!", entre otras que firma el dúo, tienen partes de otras canciones de este sentido payador al que se llamó "el cantor de las madres", primero, y mucho después de muerto "el último payador".
Dejó su voz impresa con sus canciones en discos "Atlanta".
Creemos de interés reproducir conceptos del escritor culto Ernesto Mario Barreda, aparecidos en el número 1.000 de la revista "El Hogar", diciembre 14 de 1928, en su artículo intitulado "El Cantor", para demostrar hasta dónde ignoró este culto escritor lo argentino y popular, aunque algunas apreciaciones suyas sean certeras. He aquí fragmentos de esa nota: "Para llegar al "cantor", el astro popular tuvo que encarnarse en un tipo intermediario. Entre el legendario Santos Vega, por ejemplo, y la pareja Gardel—Razzano media ese payador arrabalero, cuyo representante más pintoresco fue, sin duda aquel negro llamado Gabino Ezeiza, que tendría en su cerebro, seguramente, alguna célula de blanco. Al entrar a la ciudad pierde, pues, este "mester de juglaría" su indumento gauchesco. Conserva, empero, su condición lírica de improvisación y al transferirse, por último, en las funciones de cantor, pierde ambas cualidades.
"El cantor ni es gaucho ni es improvisador. Las exigencias de la época introducen, también en el gremio, la especialización. Antes el payador componía sus versos, les adaptaba música, los cantaba. El, sólo realizaba las tres funciones. Hoy día, no.
Yo no sé si existió jamás el payador gaucho. Aparece, más bien, desempeñando un papel de protagonista, y su figura es una creación de los poetas. Así Martín Fierro, como Santos Vega.
El payador de arrabal era otra cosa. Yo nunca he creído en el gaucho, aunque ahora se lo zarandee tanto. Siempre me ha parecido un bárbaro. Y la poesía hasta la más modesta, es, sin duda una flor de cultivo. Conocí al payador arrabalero Pablo Vázquez. Hasta leí un folleto de versos que publicó. Y le oí improvisar durante una velada en el teatro de Flores, componiéndole cuartetas a cuanto tema se le sugería por medio del público. Tenía un encanto rústico, muy particular.
Bueno, pues, de esta especie intermediaria derivan nuestros cantores. El mismo Carlitos Gardel, con quien he conversado, lo reconoce. Gardel se declara —y ninguno de los tres guitarreros que estaban con él lo contradijo- creador de esta nueva clase de cantores. Es, sin duda, el más prestigioso. Empezó sus andanzas cantando en las salitas de la tertulia familiar; en los patios, bajo emparrado, para lucirse ante las lindas muchachas. Después se dijo: "Aquí hay algo". Escuchó a algunos cantantes de escuela, y se compenetró de los misterios de la "impostazione". De allí sacó su peculiar manera de emitir la voz, sin imitar a los divos, pero, tampoco, sin poder eludirlos. Esta manera de cantar ha hecho escuela. Temo, sin embargo, que ocurra con ella lo que pasa con el "cante jondo" cuyos vicios de emisión estropean las gargantas y matan la voz. De cualquier modo, en cuanto Carlitos Gardel apareció con sus "fiatos" y sus arrastres quejumbrosos, ya estuvo listo el empresario. Para empezar se le ofreció un estipendio de setenta pesos diarios, que entonces era una maravilla y hoy sería una despreciable miseria.
Es este un nuevo aspecto que ofrece el cantor: tiene empresario. Y, para que no quepa en mí ni el resquicio de una duda, siempre el mismo. Carlitos Gardel me muestra un cablegrama de su empresario de París. Lo llama en él, a dar una serie de audiciones en la sala "Pleyel" donde ha poco se realizó el homenaje a Debussy... Con nuestro cantor triunfa el tango. El tango lascivo, que nadie hubiera osado nombrar antes —no diré tocar— en una reunión de gente culta. Hoy lo inunda todo. Ha derrotado al shimmy, al fox-trot. No ya en Francia. ¡En Alemania! Así me lo comunica mi interlocutor: "No entienden la letra —me dice- pero les encanta lo mismo. ¡Tango! ¡Tango!... No saben ni suelen pedir otra cosa. ¡Es un fenómeno! Hubo, hará poco más de diez años, un muchacho cantor, de quien el alcohol dio cuenta en breve plazo. Se hizo popular con unas estrofas, de las cuales sólo ha sobrevivido el primer verso: "¡Pobre mi Madre querida!" En realidad, es lo único que tienen. Pero es el grito de todos los hijos descarriados, esos hijos que, por sus debilidades, suscitan en las madres un amor piadoso y un gran sufrimiento. El triste Betinotti era muy mediocre versificador. Pero tuvo la virtud de empalmar la tradición, encarnándola en un nuevo tipo: el payador de origen italiano". (Sin comentarios).
Betinotti nació en Buenos Aires (Parroquia de San Carlos) el 25 de julio de 1878 y allí falleció el 21 de abril de 1915.
De una carta de Gardel a su madre Doña Berta, desde París, con fecha 11 mayo de 1931:
"Le alegrará saber que ayer me han presentado a Charlie Chaplin; es un hombre bajito, muy simpático, y es casi completamente igual al "Charlot" que nos hacía reír hasta hace poco en el cine de la calle Anchorena. Me vino a saludar al hotel, y le canté varias canciones. Se emocionó mucho cuando le tradujeron los versos de Betinotti, "Pobre mi Madre Querida". Tal vez se dio cuenta de que esos versos me salían de lo más hondo del corazón, recordándola a Usted".
Aguirre, Francisco de (1508-1581) en 1553 funda la ciudad de Santiago del Estero. 



Conquistador español. Nació en la ciudad de Talavera. En 1527, con el cargo de alférez, participó en el saco de Roma. Llegó a Chile con la hueste de Pedro de Valdivia, en junio de 1540. Ejerció el cargo de alcalde del primer cabildo de Santiago y, más tarde, el propio gobernador Valdivia le encargó la reconstrucción de la ciudad de La Serena (1549), luego de ser destruida por los indígenas tras la fundación de Juan Bohón. Una vez cumplida su labor, llevó a cabo una guerra de exterminio en la zona, consolidando la paz en el norte. Designado teniente general de La Serena y Tucumán en 1551, cometió actos de abuso de poder que provocaron que el gobernador García Hurtado de Mendoza lo hiciera apresar para trasladarlo a Perú. Permaneció por más de un año procesado, pero fue absuelto. Partió a La Serena y luego a Copiapó. Continuó con sus pretensiones de gobernar Chile, provocando serios incidentes. En dos oportunidades fue acusado de reo de fe, y, por sus pretensiones de poder, fue conducido a Lima. Estuvo encerrado cinco años, fue dejado en libertad y privado del gobierno de Tucumán. Ya mayor y sin recursos, se trasladó a La Serena en abril de 1575 para vivir sus últimos años. Estando en esta ciudad, el gobernador Rodrigo Quiroga le entregó en merced el valle de Copiapó, en diciembre de 1576. Falleció en La Serena en 1581.
Otra biografia: Conquistador español (1500-1581). Acompañó a Valdivia en la conquista de Chile y fundó La Serena (1549). Por orden de aquél se trasladó al NO. argentino, donde fundó Santiago del Estero (1553), y extendió sus exploraciones hasta las costas de los ríos Paraná y Bermejo. Por su carácter autoritario, fue desterrado en Lima; pero, ante los levantamientos indígenas en la región antedicha, el virrey del Perú lo envió a pacificarla, y en esta ocasión fundó San Miguel de Tucumán (1565).

miércoles, 24 de julio de 2013



ROBERTO CHANEL


Cantor y compositor
(26 de noviembre de 1914 - 24 de julio de 1972)
Nombre real: Alfredo Mazzocchi
Apodo: El Turco

fue un cantor excelente, delicado, de una tibia dulzura, típico exponente de su época. Y sin embargo, no trascendió más allá del conocimiento de los cultores del tango, de los coleccionistas, a lo sumo, de los que vivieron su momento. Para los muy conocedores, fue el mejor vocalista de Pugliese, no el más popular ni el más famoso, si no el que mejor y con más calidad representó al maestro. Su versión del tango "Farol" de los hermanos Expósito es un clásico del género.

Hijo de italianos, fue el menor de cinco hermanos. Nació en el centro geográfico de la ciudad de Buenos Aires, en el barrio de Caballito. El padre era napolitano y trajo de su pueblo un acordeón que ejecutaba todos los días. Seguramente por ese motivo, los tres hijos varones aprendieron a tocar la guitarra y a cantar. Con el tiempo y ya adolescentes, formaron un trío con el que recorrieron el barrio y sus alrededores.

Más adelante, dos de ellos llegaron a la radio, pero sólo como músicos. Tocaron en LR8 Radio París, Radio Mitre y Splendid, acompañando durante mucho tiempo, entre otros, a la cancionista Laurita Esquivel y a Néstor del Campo, quien luego se convertiría en relator de fútbol, con su verdadero nombre: Ernesto Veltri.

Pese a tener trabajo como ejecutante, Chanel nunca dejó de cantar. Se presentó en concursos donde obtuvo los premios más importantes, pero no le ofrecían un lugar como vocalista, no conseguía que nadie se fijara en él.

Cuando se muda de Caballito al barrio de Villa Luro, al oeste de la ciudad, conoce al músico y pianista Armando Cupo de quien se hace muy amigo. Cupo se entusiasma con su modo de cantar y se lo presenta a "El cieguito" Tarantino (padre del pianista Osvaldo Tarantino), quien lo invita a integrarse a su sencilla formación que, en esos momentos, tocaba en el palco del famoso café Nacional. Todo fue bien, por fin debutaba como cantor.

En ese mismo escenario, a mediados de 1939, Osvaldo Pugliese se presentaba con su nueva orquesta con los cantores Amadeo Mandarino y Augusto Gauthier. Actúa durante varios años y, en 1943, se queda sin los dos cantores. Mandarino deja a don Osvaldo para irse con Troilo y Gauthier hace lo mismo pero para incorporarse a los "Zorros grises" de José García.

A raíz de esta situación, el dueño del café le propone al maestro que escuche al promisorio Mazzocchi, "El Turco", vocalista de Tarantino. Pugliese lo prueba y lo incorpora inmediatamente junto a Alberto Lago, quien permanecerá muy poco tiempo.


El cantor adopta el nombre artístico Roberto Chanel por una idea de Julio Jorge Nelson que se inspiro en un cartel de publicidad de una joyería.

La primera grabación de la orquesta para el sello Odeon fue el 15 de julio de 1943, los temas fueron: "El rodeo" (de Agustín Bardi) y "Farol" (de los hermanos Expósito).con la voz de Chanel.
Con Pugliese graba 31 temas (tres a dúo con Alberto Morán), en los que se destacan también "Fuimos" (José Dames y Homero Manzi), "Consejo de oro" (de Arquímedes Arci), "El sueño del pibe" (de Juan Puey y Reinaldo Yiso) y "Yo te bendigo" (de Juan de Dios Filiberto y Juan Andrés Bruno).

Nos cuenta el propio cantor: «Con Pugliese siempre nos llevamos bien, a pesar que por sus ideas políticas, varias veces fuimos en cana (Pugliese estaba afiliado al partido comunista). Una vez en el micro en que viajábamos al club Terremoto de Barracas, Pugliese nos repartió cachiporras y nos dijo: «-Por si hay lío muchachos», suerte que no las usamos.»

La investigadora Nélida Rouchetto lo definió así: «Con sus arrastres nasales, su canyengue y su dicción de hombre de pueblo mantenía frescas las raíces populares que crearon la música ciudadana. Fue Chanel quien se identifico como un instrumento de la orquesta, al modo de una viola, como puede comprobarse desde su primera grabación».

Desvinculado de Pugliese, formó parte de la orquesta de Florindo Sassone con quien realiza 16 registros para el sello RCA-Victor. Alguno de los títulos fueron: "Corrientes angosta" (de Ángel Gatti), "Ríe payaso" (de Virgilio Carmona y Emilio Falero) y "Flor de fango" (de Augusto Gentile y Pascual Contursi).

Luego se transforma en solista acompañado primero, por la orquesta de Ángel Domínguez y después, por el conjunto de Oscar Castagniaro.

Como compositor y letrista, su tema más logrado, por la respuesta del público, fue "Oración rante", con letra de Aldo Queirolo. También le pertenecen: "El soldado" y "Mambo" (ambos con letra de Reinaldo Yiso), "Hoy la espero a la salida" (letra de Raúl Hormaza), "Sinforosa" (milonga con letra propia), "Corrientes bajo cero" (letra de Aldo Queirolo) y "Escuchame Manón" (con música de Francisco Pracánico, entre otros.

El recordado semanario "Primera Plana", en su número 406 del 10/11/1970, sin firma del responsable, publicó una entrevista que se le hiciera a Chanel:

«Por ahí andan diciendo que estoy casi ciego y en la miseria. ¡Por favor! Estoy muy bien. Hace cuatro años que me operaron el ojo izquierdo, y ahora pronto, el derecho. Cataratas ¿Sabe? Mucha gente las tiene. ¡Cuchillo y chau!

«Roberto Chanel, 55, casado, cubría con prevenciones una pregunta que imaginaba. Con toda lentitud encendió un cigarrillo, lo pitó varias veces: «No vivo como los ricos: vivo bien. No me falta nada; tengo televisión y hasta una guitarra nueva».

«A los pesos que recibe de jubilación como cantor, se deben agregar unos pocos más por derechos de autor. Y no le vino nada mal un beneficio que se le hizo en el club Huracán el día 8 de mayo. El actor José Marrone, en representación del Sindicato de Artistas de Variedades, le entregó una suma equivalente a casi tres de su sueldo habitual. Fue una noche de emociones: el abrazo de Pugliese y el reencuentro con los tangos que impuso.

«Ahora se levanta y camina, pero con alguna dificultad: un episodio de hipertensión disminuyó su libertad ambulante. Toma la nueva guitarra, demora en acomodarse y surge la melod1a de "Andá que te cure Lola". No la canta, la tararea: también su voz perdió fuerzas. «Poco a poco me voy recuperando. Tres veces por semana, en el hospital Piñero me dan calor y masajes».»


Triste final de un gran artista que hubiera, al menos merecido, la trascendencia que dA el reconocimiento popular. Murió joven, a los 57 años, en compañía de su guitarra y sus recuerdos.
 Efemerides Folcloricas:

24 DE JULIO
 
1942 - Nace en Córdoba, Severo Ramón “Cacho” Iriarte, cantor, autor, compositor, poseedor de una particular voz. Fundador de Los del Suquía junto a su hermano Hugo, Rubén Durán y Hugo Cuello. Autor de “Serenata cordobesa” con Leal, entre otras piezas. Muere en un accidente automovilístico a los 62 años.

Día de la Evangelización en América En homenaje a San Francisco Solano.

Patrono del Folklore Argentino

San Francisco Solano

 La festividad de San Francisco Solano, Patrono del Folklore Argentino, Vice Patrono de América y Protector de la Unidad Familiar se festeja los 24 de julio.

 Se lo llamó el "Taumaturgo del Nuevo Mundo" (algo así como el hechicero del Nuevo Mundo), por la cantidad de milagros que realizó. Había nacido en Montilla, Andalucía, España, el 10 de marzo de 1549. El estudió con los padres Jesuitas pero siguió a la orden de los Franciscanos, su patrono fue San Francisco de Asís y fue ordenado en 1576.

Partió de Sevilla a América en 1589. San Francisco recorrió por 20 años el continente americano, desde Lima, Perú, hasta Tucumán, Argentina, luego el Chaco Paraguayo, Uruguay, Río de la Plata, Santa Fe y Córdoba. Tenía una milagrosa habilidad para la palabra y la música como así también para entender las diversas lenguas de los nativos, en varias oportunidades supo apaciguar a tribus tremendamente belicosas, como así también poner calma a animales feroces.
Cuenta la leyenda que el fue el cura que alertó a los pobladores de Esteco que si seguían con esa vida la ciudad sería destruida (a pesar de la extemporaneidad).
En 1604 vuelve a Lima donde pasaría sus últimos momentos. El 14 de junio de 1610 se reunieron varios pájaros en su ventana y sonaron misteriosamente las campanas de la iglesia de Loreto... San Francisco moría el día de San Buenaventura (teología en la que se inspiró San Francisco Solano). Su proceso de canonización se abrió a los 15 días y lo canonizaron el 27 de diciembre de 1726.
Se conmemora el 24 de julio por ser la fecha en que comenzó a investigarse su vida y vasta obra.

 

martes, 23 de julio de 2013

ALBERTO CASTILLO:

 
Cantor
(7 de diciembre de 1914 - 23 de julio de 2002)
Nombre completo: Alberto Salvador De Lucca 

particularísimo estilo de Alberto Castillo quizá tenga algo que ver con el gracejo cachador (humorístico) y arrabalero de Rosita Quiroga, Sofía Bozán o Tita Merello. Pero de ningún modo se trata de influencias; ni ellas se parecen entre sí ni Castillo se les parece. Simplemente, podríamos agruparlos –y sumar a la posterior Elba Berón- porque los une un aire común, una misma cadencia rea.
Sin embargo, cuando Castillo toma temas profundos, la ternura que les imprime es impactante. En definitiva, es una "voz que no se parece a ninguna otra voz", según precisó el inolvidable Julián Centeya. Tampoco su estilo se parece a ninguno; cuando él mismo advirtió que su particular fraseo era lo que los bailarines necesitaban -«la gente se movía de acuerdo a las inflexiones de mi voz»-, se dijo: «¡Acá está la papa!»(algo que hacía falta, que se espera con avidez), y nunca se apartó de esa manera de cantar, de ese estilo naturalmente tanguero, a lo cual debe sumarse un detalle de suma importancia: su afinación perfecta.
Alberto Salvador De Lucca –tal su verdadero nombre- nació el 7 de diciembre de 1914 en el porteño barrio de Floresta, en la zona oeste de la ciudad de Buenos Aires. Era el quinto vástago del matrimonio de inmigrantes italianos Salvador De Lucca y Lucía Di Paola.
Ya de pequeño demostró una afición natural por la música; tomó lecciones de violín y cantaba en cualquier lugar en que se diera la oportunidad. Cierta noche –tenía ya 15 años–, se encontraba cantando para la barra (grupo de amigos) –de la que era el menor y el más admirado- cuando pasó el guitarrista Armando Neira y le propuso incluirlo en su conjunto.
Fue ése el debut profesional de Alberto De Lucca, bajo el seudónimo de Alberto Dual, que alternó con el de Carlos Duval. Cantó luego con las orquestas de Julio De Caro (1934), Augusto Pedro Berto (1935) y Mariano Rodas (1937).
Los seudónimos lo protegieron de la disciplina paterna. Cuando cantaba por Radio París, con la orquesta Rodas, don Salvador, su padre, comentó ante el receptor: «Canta muy bien; tiene una voz parecida a la de Albertito».
En 1938, abandonó la orquesta y se dedicó por completo a su carrera de medicina. Pero el tango le seguía tirando y un año antes de recibirse integró la orquesta típica "Los Indios", que dirigía el dentista-pianista Ricardo Tanturi.
El 8 de enero de 1941, apareció el primer disco de Tanturi con su vocalista Alberto Castillo –acababa de adoptar su seudónimo definitivo, propuesto por el hombre de radio Pablo Osvaldo Valle-, el vals "Recuerdo", de Alfredo Pelaia, que fue todo un éxito de venta. Un año más tarde, se recibió de ginecólogo e instaló su consultorio en la casa paterna.
De modo que tarde a tarde, el doctor Alberto Salvador De Lucca abandonaba su "consultorio de señoras" y corría hacia la radio para convertirse en el cantor Alberto Castillo. Todo se complicó cuando la sala de espera de su consultorio ya no daba abasto para tantas mujeres,
en su mayoría, jóvenes. Había una explicación: el cantor atraía increíblemente al sexo débil y como corría la noticia de que era ginecólogo, las que averiguaban donde quedaba su consultorio corrían a hacerse atender por él. Castillo recordaba la anécdota que develaba la imparable afluencia de damas a su consultorio: «¿Está lista, señora?», preguntó a una paciente que se desvestía tras el biombo, y ella respondió en el colmo de la desfachatez: «Yo sí, doctor. ¿Y usted?»
«Esas insinuaciones no me gustaban demasiado», confesó, y terminó por abandonar la profesión para dedicarse de lleno al canto.
El 6 de junio de 1945 contrajo matrimonio con Ofelia Oneto, del que nacerían Alberto Jorge (ginecólogo y obstetra), Viviana Ofelia (veterinaria e ingeniera agrónoma) y Gustavo Alberto (cirujano plástico). Para entonces, Castillo era ya un auténtico ídolo popular.
Su manera de moverse en el escenario, su modo de tomar el micrófono e inclinarlo hacia uno y otro lado, su derecha junto a la boca como un voceador callejero, su pañuelo cayendo del bolsillo del saco, el cuello de su camisa desabrochado y la corbata floja. Todo era inusitado, todo causaba sensación, hasta sus improvisadas contiendas de box cuando cantaba "¡Qué saben los pitucos!" (del tango "Así se baila el tango", de Elías Randal y Marvil) y algún pituco se daba por aludido.
A ello sumemos su voz y su estilo tan peculiar y nos explicaremos porque cuando, en 1944, cantó en el Teatro Alvear, la policía debió cortar el tránsito de la calle Corrientes, cosa que no se veía desde los días de la bandoneonista Paquita Bernardo en el Café Domínguez.
Eran sus inicios como solista, tras desvincularse de Tanturi en algún momento de 1943. Poco después, incorporó a su repertorio el candombe, que matizó con bailarines negros en sus espectáculos. El primero de ellos fue "Charol" (de Osvaldo Sosa Cordero), que resultó todo un éxito, tanto en Buenos Aires como en Montevideo, lo que lo decidió a seguir incluyendo páginas en ese ritmo: "Siga el baile"(de Carlos Warren y Edgardo Donato), "Baile de los morenos", "El cachivachero" y, entre otras, "Candonga", que le pertenece. A propósito, Castillo también es letrista; escribió, además, los tangos "Yo soy de la vieja ola", "Muchachos, escuchen", "Cucusita", "Así canta Buenos Aires", "Un regalo del cielo", "A Chirolita", "¡Dónde me quieren llevar!", "Castañuelas" y "Cada día canta más"; y las marchas "La perinola" y "Año nuevo".
La cinematografía lo convirtió en un actor sumamente natural, que debutó en 1946 con "Adiós pampa mía", para continuar con "El tango vuelve a París" (1948, acompañado por Aníbal Troilo), "Un tropezón cualquiera da en la vida" (1948, con Virginia Luque), "Alma de bohemio" (1948), "La barra de la esquina" (1950), "Buenos Aires, mi tierra querida" (1951),
"Por cuatro días locos" (1953), "Ritmo, amor y picardía", "Música, alegría y amor", "Luces de candilejas" (1955, 1956 y 1958 respectivamente, las tres junto a la extraordinaria rumbera Amelita Vargas) y "Nubes de humo" (1959).
El último éxito de Castillo fue en 1993, cuando grabó "Siga el baile" con "Los Auténticos Decadentes" y consiguió ganarse a la juventud de fin de siglo, tal como lo había hecho con la de los '40. Su voz continúa siendo una de las más identificadas con la canción ciudadana y, seguramente, lo será para siempre.
Originalmente publicado en el fascículo 28 de la colección Tango Nuestro editada por Diario Popular.
 Julio Argentino Jerez


Nació el 23 de julio de 1901 en la localidad de Cúyoj, departamento Banda.
Desde niño evidenció su amor por la música, que encausó a través del estudio de guitarra y Julio Argentino Gerez canto.
Siendo joven formó un dúo con Paciente Paz, con quien recorrió la provincia mostrando su arte. El destino coplero lo llevó a Buenos Aires en 1920, presentándose en varios escenarios.
De su extraordinaria obra nadie olvida su chacarera doble "Añoranzas", himno de los santiagueños. También es autor de las zambas "La Engañera", "Corazones Amantes", "Torcacita" y "Camino de Buenos Aires"; las chacareras "De Mis Pagos", "Tupi-Tupi", "La Baguala", "La Despedida" y "Amargura"; los escondidos "Que Siga el Baile" y "Coro Pampa"; los bailecitos "Sendita Florida", "La Procesión", "Ya me voy"; e inumerables temas nacidos de su prodigiosa inspiración.
Murió el 21 de septiembre de 1954 en Buenos Aires y sus restos fueron traídos al suelo natal para recibir el merecido homenaje popular.
Día del Payador

Se lo define academicamente como cantor repentista. Algunos historiadores creen que su nombre deriva del
“payo”, la denominación con la que se conoce a los campesinos españoles de donde se cree proviene esta particular expresión artistica. Se considera también que su origen puntual pudo surgir a partir de ls Trovadores de Provenza, quienes gustaban entablar polémicas en versos . En España, los juglares, fueron los primeros cronistas de la historia, a veces magnificando hechos reales originados, generalmente gestas heróicas de esos tiempos. De alli se cree que proviene y que mas tarde llegó a America donde adquirió la formas propias de nuestra música
Este género es muy popular en toda la America de habla hispana , especialmente en  Uruguay, Argentina, Chile y  Cuba, pero tambíen se conocen payadores de Brasil que adiheren a las formas artísticas de sus pares de los paises mencionados
El payador   posee una virtud instranferible e innata y suele ser dueño de reflexiones casi filosóficas en el breve instante en que  su pensamiento se las dicta.
Se conoce como Payada el dialogo repentista -sin nada previamente escrito-, de dos o más personas. Estas tambíen pueden ser de contrapunto: realizandose preguntas sobre temas diversos entre los contrincantes de los cuales uno resulta ganador.
En Argentina y Uruguay  se celebra el 23 de julio como Dia del Payador por haberse realizado en esa fecha,en Montevideo la  payada entre Juan Nava y Gabino Ezeiza en el año 1884. 
Aquí, Santos Vega, fue el mas legendario de todos los payadores.  Hijo de padres andaluces que llegaron de Cádiz en 1770.  Transitó la llanura pampeana improvisando y midiendose con los créditos de cada lugar. Con el tiempo se convirtió en el prototipo del payador, luego la fantasia literaria le dio a su existencia un tinte mitológico. Se cuenta que perdió su ultima payada con Gualberto Godoy, a quien por ser autor de tal proéza, se indicó   como una personificación de El  Diablo. Hilario Ascasubi, Rafael Obligado y Bartolomé Mitre realizaron obras literarias con este personaje. Lo cierto fue que Godoy tuvo  exiastencia real, había nacido en Mendoza,fue polí tico y periodista de tendencia unitaria y se desempeño como enviado diplomatico a Chile.
Varios ritmos son empleados para realizar las payadas: La sextina o sextilla apareada, cuarteta, valsesitos criollos, alejandrino, cifra, estilo, cielito, vidalita, habanera, pero la forma más usada es la décima octosilábica.

HORACIO ORTIZ
Informe especial para RAÍCES ARGENTINAS
 
 Bernardo Canal Feijoo

(Santiago del Estero, 1897 - Buenos Aires, 1982) Escritor
argentino. A los doce años se trasladó a Buenos Aires, donde estudió en el Colegio Nacional, y en 1918 se graduó en Derecho por la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires. Durante su permanencia en la esta ciudad recibió la impronta de la vanguardia literaria que lo llevó a cuestionar las pautas estéticas y el pensamiento modernistas. La Revolución Rusa de 1917 y la Reforma Universitaria Argentina de 1918 impresionaron hondamente a este provinciano sensible y despierto de apenas veinte años.
La metáfora y el verso libre fueron el continente estético del quehacer lírico de su juventud, también novedoso en cuanto a los temas. Como poeta participó en los intentos renovadores del ultraísmo, y literariamente compartió inquietudes y realizaciones tanto con el grupo de Florida como con el de Boedo. Además, colaboró para la revista Martín Fierro. En 1927 apareció su libro de poemas Dibujos en el suelo.
Cuando, tres años después, en 1930, apareció La rueda de la siesta, su tercer libro de poemas, ya estaba claramente definida su vocación de hombre preocupado por los problemas de la tierra y del habitante del campo argentino. Nadie como Canal Feijoo pudo transmitir la belleza del paisaje y la fuerza de la tierra. Sus temas recurrentes (el amor, el deseo, el dolor y la muerte) poblaron sus versos y se ahondaron aún más en sus textos teatrales.
Como ensayista obtuvo el Primer Premio de la Comisión Nacional de Cultura por su obra Ensayo sobre la expresión popular artística en Santiago del Estero (1938). Otros
trabajos suyos son Mitos perdidos (1942) y Burla, credo y culpa en la creación anónima (1952). Intelectual de la más pura estirpe americana, sus trabajos de investigación, sus obras poéticas y su literatura dramática han sido de vital importancia a la hora de hacer una revisión de los contenidos autóctonos en la expresión del continente. Desde 1980 fue presidente de la Academia Argentina de Letras.

lunes, 22 de julio de 2013

JOSE GARCIA:

Director, violinista y compositor
(22 de julio de 1910 - 5 de abril de 2000)
Nombre completo: José Francisco García



Nacido en el barrio de Barracas (ubicado en el sur de la ciudad de Buenos Aires), desde que tuvo uso de razón se despertó en él, su afición por la música y tocaba varios instrumentos, entre ellos el piano, violín y bandoneón. Sus aspiraciones no fueron en realidad como ocurrieron, convertirse en director de una orquesta típica. Sus miras eran otras muy diferentes, pero la realidad enseña que lo más común en la vida, es que se modifiquen planes y trayectorias concebidos en momentos en que el futuro se mira con ese gran optimismo que a todos nos invade en la juventud.
Cursó estudios en el Conservatorio Nacional y tuvo, como era lógico, por maestros a las figuras musicales más prestigiosas de la época. Él también pensó que, con el correr del tiempo, podría transformarse en un violinista famoso. Ese instrumento fue el que aprendió y al que se consagró con todo el entusiasmo y vehemencia que son necesarios para conseguir el triunfo.
Poco después de finalizar sus estudios, José García estableció un Conservatorio en Lanús. De los conocimientos que él había adquirido mediante no pocos sacrificios, trataba de hacer partícipe a unos muchachos que en esa localidad sustentaban algunas inquietudes musicales y pronto el entusiasta y flamante profesor se vio favorecido por un gran número de fervorosos alumnos.
En 1926, formó una orquesta infantil íntegramente compuesta por alumnos de su Conservatorio, de los cuales algunos formaron luego en su afiatado conjunto Los Zorros Grises.
Fueron sus compositores favoritos: Schubert, Beethoven y Gounod, y tuvo una habilidad paralela que el público nunca conoció: la pintura artística.
Transcurría al año 1930, época en que diferentes emisoras porteñas trasladaron sus estudios a los teatros, ofreciendo espectáculos variados y atrayentes, pero marcaron el principio de la decadencia de los artistas del micrófono. José García que más que profesor era un amigo de sus alumnos, observó el éxito circunstancial de tales espectáculos y se dedicó a formar una orquesta típica integrada por animosos muchachos, que la convirtieron en un interesante matiz del espectáculo que se brindaba en el teatro San Martín de entonces.
En vísperas de debutar se concretó un detalle importante, el de la indumentaria de los componentes de la orquesta. En aquel tiempo se vendían unos trajes de franela gris a un precio tentador, pues no llegaban a los treinta pesos, y la orquesta se uniformó inmediatamente. El público recibió a ese núcleo de muchachos cordialmente y, como consecuencia del color de los trajes, los denominó "los grises". Aceptó García tal denominación pero, al poco tiempo, ya no le satisfizo y entonces se le ocurrió anteponer lo de "zorros". De allí nació el nombre de "José García y sus Zorros Grises", utilizando el tango de Rafael Tuegols "Zorro gris" como presentación y cortina musical.
El primer conjunto de 1936 estaba constituido por la siguiente nómina de músicos: Juan Carlos Barbará (piano); Rodolfo Morán (contrabajo); Francisco Caamaño (pistón); Hipólito Morán, Juan Aprobat, Domingo Perego y Mario Lali (violines); Héctor González, Alfredo Ponce, Roberto Quiroga, Luis Mastorini y Alfredo González (bandoneones); Augusto Gothier y Nilda Wilson (cantores). Como director, José García, quien inicialmente ejecutaba el violín y posteriormente llevó la batuta solamente.
Fue ese un conjunto bien disciplinado, perfectamente afiatado que a fines de la década del '30, compitió con las mejores orquestas de la época en un momento en que todas ellas se fueron renovando como en el caso de Juan D'Arienzo, Miguel Caló, Osvaldo Fresedo, Francisco Canaro y cuando se iniciaban las orquestas de Aníbal Troilo, Ricardo Tanturi, Carlos Di Sarli y Lucio Demare.
Perteneció la orquesta de los Zorros Grises a los conjuntos denominados rítmicos, con compás bien remarcado y con la particularidad de agregar al género netamente típico, otros alegres ritmos bailables no tradicionales como corridos, rumbas, boleros, marchas, etcétera, lo que le dio gran aceptación del público y gran popularidad.
En 1938 su pianista Juan Carlos Barbará dejó a los Zorros Grises y creó su famosa orquesta característica. Lo reemplazó Rodolfo Lozano.
Las principales actuaciones del conjunto se pudieron apreciar también en confiterías y bailes de Carnaval de los grandes clubes deportivos con gran suceso, manteniendo siempre su afiatado estilo. En radio se consagró en el llamado "Palacio" de Belgrano 1841 que ocupaban tres emisoras, y luego de debutar en Radio Porteña, fue contratado como artista exclusivo de Radio Belgrano.
En 1941 figuraba como cantor del conjunto Carlos Alberti, al año siguiente se incorporó Alfredo Rojas, que fue su cantor más popular y estable, cuyo verdadero nombre es Asdrúbal Sterla Webster, excelente y agradable voz de buena potencia y perfecta modulación.
El conjunto cambió varios de sus músicos en 1943 y la formación quedó así: Carlos Figari (piano); Rodolfo Morán (contrabajo); Elías Slom, Rodolfo Filoso, Carlos Deambroggio e Ítalo Morán (violines); Nicolás Castillo, Luis Masturini, Héctor González y Pablo García (bandoneones); Alfredo Rojas (cantor). Ese fue el momento de su máxima popularidad.
La orquesta llegó tardíamente al disco. Fue contratada por el sello Odeon y el 23 de enero de 1942 grabó el tango de Horacio Pettorossi "Fea", que cantó Alfredo Rojas. Entre esa grabación y el 16 de abril de 1945, grabaron 40 temas de los cuales, 33 fueron cantados por el mencionado Rojas, 1 por Nilda Wilson, 2 a dúo por Rojas y Wilson y 4 fueron instrumentales.
Otros cantores que lo acompañaron en su última época -1945 a 1947- fueron: Luján Cardillo, Osvaldo Cordó y Alberto Santillán.
Como compositor, José García hizo 28 temas, destacándose los tangos: "No pudo ser", "Nocturno de tango", "Esta noche de luna", "Si escucharas mis amores", "Jesús de Nazareth" y "Desolación"; el vals "María Triniá" y un corrido que le reportó la mayor popularidad y beneficio económico titulado "El mentiroso".
Director de una de las mejores orquestas típicas, en lo que respecta a su calidad artística, disolvió su orquesta en 1950. Al paso de unos años se mudó a Córdoba y se dedicó a la hotelería. Siguió tocando con agrupaciones pequeñas en diferentes escenarios de esa provincia, pero su actividad fue disminuyendo progresivamente y, como tantos otros valores, hoy es injustamente olvidado.
Pero como nadie es profeta en su tierra, su música fue mucho más apreciada en Colombia donde editó 3 discos Larga Duración. Y otro tanto Chile, país en el que el público siente por él gran admiración y respeto.