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viernes, 16 de diciembre de 2016





16 de Diciembre



2010 – Fallece Yola Yoli en Ciudad de Formosa. Su nombre autentico era Yolanda Rafart. Cantante. Recibió el apodo de: “La Alondra del Litoral”.
Tiene el orgullo de ser la primera voz femenina surgida de la Provincia de Formosa.
Cuando tenía 12 años, conformo un trio junto a “Bebe” González y Eladio Olmedo, con un repertorio de música tropical y boleros.
La repercusión creció a pasos agigantados y Salvador Romano, director de la orquesta “Romanito” típica y característica, los contratan para formar parte de la misma. Actuaban en exclusiva en la confitería bailable “El Richmito”.
En éste momento de la historia es cuando nace artísticamente “Yola Yoly”, siendo Salvador Romano que le da el seudónimo.
En 1.966 con el acompañamiento de los hermanos Ramírez: Claudio y Eusebio, se presenta en el festival de Cosquin, Córdoba.
Rechazo las propuestas de Falú y Figueroa Reyes, para grabar en Buenos Aires. La mayoría de las grabaciones de su material las realizo en el ámbito de su provincia.
Yola Yoly es una de las artísticas más importantes del ámbito cultural formoseños.





Tito Schipa


Nombre real: Schipa, Raffaele Attilio Amadeo
Cantor y compositor
(2 enero 1889 - 16 diciembre 1965)
Lugar de nacimiento:
Lecce (Lecce) Italia

Nació en la ciudad de Lecce, en el sur de Italia, hijo de Luigi Schipa y Antonia Vallone. Desde niño demostró su talento musical y vocal, que fue reconocido por su maestro Givanni Albani en sus primeros años escolares. A los 12 años de edad, Titu (chiquito) como era su apodo, ingresó en el seminario, donde además comenzó sus estudios de composición musical.

Ya adolescente, y por consejo de su maestro de canto, Alceste Gerunda, se trasladó a Milán para terminar sus estudios. El 4 de febrero de 1909 debutó en la ópera La Traviata, en Vercelli.

Después de trabajar unos años en la compañía operática de Giuseppe Borboni, donde adquirió experiencia y desarrolló su talento, logró destacarse y triunfar en Nápoles en 1914, en la ópera Tosca con el nombre artístico Tito Schippa.

En 1918 participó en la ópera Manon, en Madrid, lo que significó su primer triunfo fuera de Italia. Al año siguiente viajó a Chicago, Estados Unidos, invitado por los administradores de la empresa Civic Opera. En ésta ciudad se reencontró con Antoinette Michel d'Ogoy, una actriz francesa que había conocido en 1917 en Montecarlo, con quien se casaría y tendría dos hijas, Elena y Liana.

Su debut en Chicago lo realizó el 4 de diciembre de 1919 en la ópera Rigoletto, iniciando una carrera triunfal que duraría 15 años más en los Estados Unidos.

En octubre de 1932 dejó Chicago y se trasladó a Nueva York, para tomar el puesto de Beniamino Gigli en el
Metropolitan Opera House. En 1935 forma parte del reparto en la opera Werther en San Francisco, pero los efectos de la Gran depresión, el fracaso de su matrimonio debido a sus aventuras sentimentales, y malos manejos financieros de su carrera, lo impulsaron a regresar a Italia.

Junto con sus muchas presentaciones en los teatros italianos, también participó en algunos filmes. Contando con alguna experiencia adquirida en Hollywood en cortometrajes musicales para la Paramount, Tito Schipa llegó a ser un divo del género cinematográfico llamado Cine de los teléfonos blancos, lo que le acercó al fascismo a través de su amigo Achille Starace, uno de los líderes del Partido Nacional Fascista. En la década de 1940 se casó con la actriz Diana Prandi con quien tuvo su hijo, Tito Jr.

En la década de 1950 sus apariciones fueron cada vez más espaciadas y el 14 de abril de 1955 hizo su presentación de despedida de los escenarios italianos en la ópera Elixir de amor en el Teatro Petruzzelli, en Bari. Sin embargo, su carrera continuó, fundando en Hungría una escuela de canto en 1956, y realizando en 1957 una gira en la Unión Soviética.

Agobiado por acusaciones de simpatías por el comunismo y problemas económicos y administrativos de sus colaboradores, decidió regresar a Estados Unidos. Allí fue recibido nuevamente con entusiasmo por su público, que ya había olvidado su pasado fascista.

Fundó en Nueva York una escuela de canto, en la cual enseñó hasta el 16 de diciembre de 1965, día en que falleció por los efectos de la diabetes, a los 77 años de edad.

Sus restos mortales yacen en su ciudad natal; allí mismo existe un museo en el cual se exhiben los trajes que utilizó en varias de las operas que interpretó y que fueron bordados con hilos de oro y plata. La RAI realizó un programa de televisión dirigido por su hijo Tito Schipa Jr, también dedicado a la música, en el cual se presentan los acontecimientos más importantes de su vida y obra.

La ligereza y poco agudo de su voz, son compensados por la belleza del tono y la riqueza interpretativa en cuanto a pasajes propios del belcanto; dedicó cinco años de su vida a la dicción, de ahí la suavidad de su interpretación y por ello pudo interpretar obras en diferentes idiomas sin que se notase mucho su acento italiano.

Este tenor, que no tenía una voz potente, pero era muy melódico, llegó a ser el intérprete preferido en Europa durante la década de los años 1930. Cantó con Nellie Melba, Amelita Galli-Curci, Claudia Muzio, Maria Barrientos y Fanny Anitùa y a su muerte había grabado muchos registros fonográficos, en los que se puede conocer y apreciar una de las voces más suaves y melódicas del mundo de la ópera. Realizó la interpretación de obras populares de muchos países e interpretó varios himnos nacionales, entre ellos el Himno Nacional de Colombia.




1904 
Se crea el Instituto Nacional del Profesorado Secundario. 

jueves, 15 de diciembre de 2016




1958 
Muere en Buenos Aires, el jurisconsulto, escritor y profesor Juan P. Ramos, autor de obras jurídicas como "La peligrosidad en el derecho penal" y "El delito de estafa", y de obras literarias como "La voz de los libros". Nació en Buenos Aires el 21 de agosto de 1878. 

miércoles, 14 de diciembre de 2016







14 de Diciembre




1955 - Nace Arsenio Vidal "Archi" Zambrano Pérez, en Bolivia. Músico, cantor, autor, compositor.
Fundador del conjunto “Markama”, creado en Mendoza en 1975 como septeto, integrado por el boliviano Juan Lázaro Méndolas (quena), el sueco Lars Nilsson (flauta), el percusionista Eduardo Ordoñez, Juan Alberto "Nene" Avalos (canto y vientos), Tonio Contreras (canto)] y Eduardo Ocaranza (canto y guitarra). De esa formación original persistiría Archi Zambrano (guitarra).
Ejecuta guitarra y charango.
Obras: Ando coqueando - Baila Martina - Chascosita - Cultrum - Del cañaveral - El otro tema - El siku chico - Esa negra - Estate quieto Juan - Fugitivo del desierto - Gualicho - Hechizo de vendimia - La Chacha - La nave gris - Madre y niño - Negra la quena - Ojos de almendra - Sol de barro - Soplos del viento - Takisi – Tani-tani - Tema de Archi - Zamba de Awayu, entre otras.





Juan D'Arienzo


Nombre real: D'Arienzo, Juan
Seudónimo/s: El Rey del compás
Violinista, director y compositor
(14 diciembre 1900 - 14 enero 1976)
Lugar de nacimiento:
Buenos Aires Argentina


En 1936, irrumpe victorioso Juan D'Arienzo en el disputado territorio de la popularidad. Acababa de cumplir 35 años, uno menos que Julio De Caro —estilísticamente ubicado en el otro extremo del espectro musical del tango— era estrella desde 1924 y D'Arienzo comenzó a serlo cuando Pablo Osvaldo Valle lo llevó a la flamante radio El Mundo. Lo cual no quiere decir, de ninguna manera, que D'Arienzo fuera un tanguista tardío. Como casi todos los musicantes de aquellos tiempos se inició en el tango de chiquilín. 

Con Ángel D'Agostino al piano, el bandoneonista Ernesto Bianchi —por apodo, Lechuguita— y Ennio Bolognini (hermano de Remo Bolognini y de Astor Bolognini), tocó, de muy chico, en teatritos de tres al cuatro. Su primera actuación memorable, que el mismo no memora bien, data de 1919. El 25 de junio de aquel año, la compañía Arata-Simari-Franco estrenó, en el teatro Nacional, la pieza cómica de Alberto Novión, El cabaret Montmartre. D'Arienzo , en un reportaje del año 1949 , dijo que el tocó en aquel estreno: «Con D'Agostino y yo en el violín tomamos parte en el estreno del sainete de Alberto Novión El cabaret Montmartre/.../. En la obra aparecía una pequeña orquesta típica, dirigida por nosotros, y que acompañaba a Los Undarz, famosa pareja de baile integrada por la Portuguesa y El Mocho, dos ases del tango canyengue». 

El doctor Luis Adolfo Sierra ha establecido, empero, que en el estreno de aquella pieza tocó la orquesta de Roberto Firpo. Cuando ésta (Firpo, al piano; Cayetano Puglisi, al
violín; Pedro Maffia y Juan Bautista Deambroggio, a los bandoneones, y Alejandro Michetti, a la bateria) se alejó el 1º de setiembre de aquel año, fue reemplazada por la de D'Arienzo-D'Agostino .

De allí en más, D'Arienzo continuó vinculado al teatro. Acompañó, siempre con D'Agostino al piano, a Evita Franco, que tenía su edad y cantaba bellamente tangos como “Loca”, “Entrá nomás” o “Pobre milonga”; tañó su violín en la jazz de Frederickson y formó luego una orquesta con D'Agostino, en la que este, naturalmente, tocaba el piano; el otro violín lo hacía Mazzeo; en los bandoneones estaban Anselmo Aieta y Ernesto Bianchi, y Juan Puglisi en el contrabajo.

Cuando D'Agostino hizo rancho aparte, lo reemplazó Luis Visca, que por aquellos años componía “Compadrón”. Aquel era un sexteto.

Y llegamos a 1935, que es un año clave en la performance de D'Arienzo; que es el año en que realmente aparece el D'Arienzo que todos recordamos. Eso ocurre cuando se incorpora a su orquesta Rodolfo Biagi, un pianista que había tocado con Pacho, que había acompañado a Gardel en algunas grabaciones, que había tocado también con Juan Bautista Guido y con Juan Canaro. D'Arienzo actuaba por entonces en el Chantecler. La incorporación de Biagi significó el cambio de compás de la orquesta de D'Arienzo, que pasó del cuatro por ocho al dos por cuatro; mejor dicho, retornó al dos por cuatro, al compás rápido y juguetón de los tangos primitivos.

Cuando Biagi lo abandonó en 1938 para formar su propia orquesta, D'Arienzo ya se había identificado para siempre con el dos por cuatro. Frente al ritmo marcial de Canaro, a la trivialidad un tanto murguística de Francisco Lomuto, a los arrestos sinfonistas de De Caro, D'Arienzo aportaba al tango un aire fresco, juvenil y vivificador. El tango, que había sido un baile alardoso, provocativo, casi gimnástico, se vio un día convertido, al decir de Discépolo, en un pensamiento triste que se puede bailar... Se puede... El baile había pasado a ser subsidiario hoy; sólo que entonces había sido desplazado por la letra y por los cantores y ahora lo es por el arreglo. Y bien: D'Arienzo devolvió el tango a los pies de los bailarines y con ello hizo que el tango volviera a interesar a los jóvenes. El Rey del Compás se convirtió en el rey de los bailes, y haciendo bailar a la gente ganó mucho dinero, que es una linda forma de ganarlo.

Los tangófilos menosprecian a D'Arienzo. Lo consideran una suerte de demagogo del tango. Pero D'Arienzo —como ha señalado muy bien José Luis Macaggi— hizo posible ese renacimiento del tango que ha dado en llamarse La Década del Cuarenta, una década que es para el tango algo así, mutatis mutandis, lo que el siglo de oro para la literatura española.

Es claro que el tango no comienza en 1940. Tampoco los tanguistas de 1940 son más importantes que los de 1910 o 1920 (como Cervantes no fue más importante que Berceo o que el Rey Alfonso). A veces se niega, con criterio entre esteticista y estetizante, a Canaro, a Contursi, a Azucena Maizani, a Luis Roldán, a los pioneros, a los que pusieron, bien o mal, los cimientos sobre los que se ha edificado el complicado edificio del tango. Astor Piazzolla se ha quejado alguna vez de que siempre se toca la música de los muertos... ¡Por Dios! Es como quejarse porque los chicos de las escuelas leen a Miguel Cané y a José Hernández.

Una vez que tuvo éxito con el nuevo compás, que encandiló a los bailarines del Chantecler y que la radio El Mundo difundió en todo el país, D'Arienzo comenzó a teorizar sobre si mismo.

Ignoro si el merito de D'Arienzo consistió inicialmente en sugerir, en proyectar o meramente en dejar hacer. Tampoco vale la pena demorarse en denigrar las concesiones lamentables que el maestro hizo a la chabacanería, en composiciones tan ordinarias como “El tarta” o “El hipo”. Mejor olvidar todo eso. En todo caso, esa chabacanería algún paralelismo guardaba con el tono original del tango, con la impronta plebeya que los compadritos pusieron al tango en las academias, en los cafés de camareras, en los bailes del Politeama y del Skating Ring, vale la pena, en cambio, detenerse en las teorizaciones d'arienzanas.

En 1949, decía D'Arienzo: «A mi modo de ver, el tango es, ante todo, ritmo, nervio, fuerza y carácter. El tango antiguo, el de la guardia vieja, tenía todo eso, y debemos procurar que no lo pierda nunca. Por haberlo olvidado, el tango argentino entró en crisis hace algunos años. Modestia aparte, yo hice todo lo posible para hacerlo resurgir. En mi opinión, una buena parte de culpa de la decadencia del tango correspondió a los cantores. Hubo un momento en que una orquesta típica no era más que un simple pretexto para que se luciera un cantor. Los músicos, incluyendo al director, no eran mas que acompañantes de un divo más o menos popular. Para mí, eso no debe ser. El tango también es música, como ya se ha dicho. Yo agregaría que es esencialmente música. En consecuencia, no puede relegarse a la orquesta que lo interpreta a un lugar secundario para colocar en primer plano al cantor. Al contrario, es para las orquestas y no para los cantores. La voz humana no es, no debe ser otra cosa que un instrumento más dentro de la orquesta. Sacrificárselo todo al cantor, al divo, es un error. Yo reaccioné contra ese error que generó la crisis del tango y puse a la orquesta en primer plano y al cantor en su lugar. Además, traté de restituir al tango su acento varonil, que había ido perdiendo a través de los sucesivos avatares. Le imprimí así en mis interpretaciones el ritmo, el nervio, la fuerza y el carácter que le dieron carta de ciudadanía en el mundo musical y que había ido perdiendo por las razones apuntadas. 

«Por suerte, esa crisis fue transitoria, y hoy ha resurgido el tango, nuestro tango, con la vitalidad de sus mejores tiempos. Mi mayor orgullo es haber contribuido a ese renacimiento de nuestra música popular».

Esto es lo que decía D'Arienzo, a través de aquel gran periodista, de aquel maestro del reportaje que fue Andrés Muñoz. Y bien: el mismo día que D'Arienzo decía esas cosas, o casi el mismo día, Aníbal Troilo, con Edmundo Rivero, grababa “El último organito”. Allí el cantor estaba en primer plano y, sin embargo, eso era tango puro, y en la más exigente antología sonora aquella bellísima versión no debería estar ausente.

Por lo demás, también D'Arienzo puso, a veces, al cantor en primer plano, y aunque lo hizo correr a la velocidad de la orquesta, buscó un éxito adicional y menospreciable en letras tan penosas como las nombradas o como “Chichipía” o “El Nene del Abasto”.

En 1975, un mes antes de su muerte, D'Arienzo volvió a teorizar: «La base de mi orquesta es el piano. Lo creo irremplazable. Cuando mi pianista, Polito. se enferma, yo lo suplanto con Jorge Dragone. Si llega a pasarle algo a éste no tengo solución. Luego el violín de cuarta cuerda aparece como un elemento vital. Debe sonar a la manera de una viola o de un cello. Yo integro mi conjunto con el piano, el contrabajo, cinco violines, cinco bandoneones y tres cantores. Menos elementos, jamás. He llegado a utilizar en algunas grabaciones hasta diez violines» (Reportaje del diario de Tres Arroyos, La Voz del Pueblo, 23 de diciembre de 1975).

Dada la importancia otorgada al piano por el maestro, no resulta superfluo mencionar la lista de sus pianistas: Alfonso Lacueva, René Cóspito, Vicente Gorrese, Nicolás Vaccaro, Juan Polito, Luis Visca, Carlos Di Sarli, Lidio Fasoli, César Zagnoli, Rodolfo Biagi, Juan Polito, Fulvio Salamanca, Juan Polito, Normando Lazara (Di Sarli sólo actuó durante un mes en 1934, en el Chantecler reemplazando a Visca).

Sin duda, los resultados logrados por la orquesta de D'Arienzo no justificaban tanto derroche instrumental, ni justificaban tener el primer violín a un artista como Cayetano Puglisi. Con igual numero de instrumentos la orquesta de Troilo obtuvo, en 1946, ese prodigio de sonoridad que es la versión de “Recuerdos de bohemia”. Pero esa es otra cuestión. Lo cierto es que, en 1975, en plena vanguardia, D'Arienzo seguía sosteniendo que «sí los músicos retornaran a la pureza del dos por cuatro, otra vez reverdecería el fervor por nuestra música y, gracias a los modernos medios de difusión, alcanzaríamos prevalencia mundial».

Volver al dos por cuatro primitivo significa, sin embargo, borrar a Canaro, borrar a Cobián, borrar a De Caro, borrar a todos los tanguistas del cuarenta. ¿Vale la pena?

D'Arienzo, al fin de su carrera, cultivó el estilo campechano: por supuesto, sin saberlo y sin proponérselo. La gente lo veía gesticular frente a los músicos y los cantores; lo veía con simpatía, había algo de nostalgia y algo de burla. Por supuesto, el compás de la orquesta se llevaba tras de si los pies de los bailarines. Y los pies de los bailarines siguen yéndose con el compás cuando suenan los discos de D'Arienzo, y su figura continua suscitando una gran simpatía. Se la merece por lo que hizo por el tango al promediar la década de 1930.

Originalmente publicado en Tango y Lunfardo Nº 132, Año XIV, Chivilcoy, 16 de setiembre de 1997. Director: Gaspar J. Astarita.




Francisco Canaro

Nombre real: Canaro, Francisco
Seudónimo/s: Pirincho
Violinista, director y compositor
(26 noviembre 1888 - 14 diciembre 1964)
Lugar de nacimiento:
San José de Mayo (San José) Uruguay


Era apodado Pirincho porque al nacer la partera exclamó al ver la forma de su pelo: "¡Parece un pirincho!", aludiendo a un pájaro encrestado común del Río de la Plata.Desde muy temprana edad la familia de Canaro se instaló en Buenos Aires, donde vivieron en casas de inquilinato (llamadas conventillos), en condiciones de extrema pobreza. Antes de cumplir los diez años él trabajaba en las calles. Su hermano menor fue el también músico y director de orquesta Rafael Canaro.

Se destaca el hecho que construyó su primer violín empleando envases de aceite de la fábrica donde trabajaba. Dicho violín de lata le serviría para iniciar su carrera y ganar dinero suficiente para comprar uno de madera. Su hazaña pudo haber inspirado al grupo musical argentino Les Luthiers, quienes emplean violines de lata con frecuencia.El primer tango que saqué de oído fue "El llorón", de autor anónimo -recordaría muchos años después-. El estuche me lo fabricó mi vieja; en realidad una funda de género, y ya salí a ganar algo de plata en bailes de la vecindad.
Fue vecino del bandoneonista Vicente Greco. Canaro reconocería tiempo después lo que influyeron en él los conocimientos de Greco.

En 1908 empezó a actuar de forma continua en varios lugares de La Boca, y luego, conjuntamente con Greco en diversas giras.

En 1912 comenzó Canaro su trascendental labor de compositor con los tangos "Pinta brava" y "Matasanos".Comenzaba 1925 cuando el director de una agencia de contratación de artistas Amadeo Garesio, que años después fue el titular del cabaré Chantecler, estaba impulsó a Canaro a presentarse en París, ciudad donde el tango tenía amplia difusión y en la que actuaban con éxito la orquesta de Manuel Pizarro y el conjunto encabezado por Genaro Espósito y Eduardo Blanco. Canaro viajó con sus hermanos, el bandoneonista Juan y el contrabajista Rafael, el bandoneonista Carlos Marcucci, el pianista Fioraventi Di Cicco, el violinista Agesilao Ferrazzano y el baterista Romualdo Lo Moro.

Canaro salió con su esposa el 10 de marzo de 1925 en el vapor Alsina en tanto los músicos viajaron después en el Lutetia. La orquesta debutó el 23 de abril de 1925 en el dancing Florida, que se encontraba en el vestíbulo del teatro Apollo, con sus integrantes con vestimenta gauchesca –blusa y chiripá floreados, pañolón, botas y hasta puñal en el cinto- porque la actuación de orquestas íntegramente formada por músicos extranjeros sólo estaba permitido si constituía un “número de atracción” justificando una característica especial; a mayor abundamiento Canaro había sumado en París a la cancionista Teresa Asprela que se dedicaba al género de la música nativa y había viajado con uno de los músicos,1 e incorporó al espectáculo la percusión del serrucho a cargo de Rafael Canaro, los canturreos y silbos del conjunto y los recitados del Martín Fierro por el propio Canaro para beneficio de los inspectores que fueron a controlar el carácter de “número de atracción” del conjunto. El éxito fue total, las reservas de mesa debían hacerse con gran anticipación y fue invitada a tocar en calificadas reuniones. Las noticias del éxito fueron llegando a la Argentina principalmente por las crónicas del periodista Fernando Ortiz Echagüe, que era el representante del diario La Nación.

En 1918 luchó por los derechos autorales, no reconocidos en esos tiempos, hasta culminar en la creación de la actual SADAIC (Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música), fundada en 1935 y cuyo edificio fue construido sobre terrenos adquiridos por Canaro.

En diciembre de 1932 graba el "Himno al Club Atlético River Plate", junto a su Orquesta Típica. El Himno, compuesto en 1918, lleva la melodía de It's a Long Way to Tipperary, mientras que la letra fue creada por Arturo Antelo.

En 1940 se nacionalizó argentino.

Fue uno de los que más contribuyó a la extensión y popularidad del tango en Europa.Francisco Canaro falleció a las 15 hs del lunes 14 de diciembre de 1964 de manera sorpresiva en su casa a los 76 años de edad.




1891 
Nace en La Plata (provincia de Buenos Aires) el escultor de vanguardia Pablo Curatella Manes. Entre sus obras, se destacan: "Los acróbatas" y "El dragón". Falleció en Buenos Aires el 16 de noviembre de 1962. 

1956 
Comienza a funcionar la Universidad del Nordeste. 

1994 
Muere en Buenos Aires la escritora y pintora Silvina Ocampo, hermana de Victoria Ocampo y esposa de Adolfo Bioy Casares. Con notable originalidad, en su obra enlaza lo cotidiano con lo fantástico. Nació en Buenos Aires en 1903. 

martes, 13 de diciembre de 2016





Hugo Duval


Nombre real: Giurbino, Luciano Hugo
Cantor
(13 diciembre 1928 - 22 agosto 2003)
Lugar de nacimiento:
Buenos Aires Argentina

Este cantor nacido en Buenos Aires, fue dueño de una bella voz, interpretaba con un personal fraseo y, también, supo expresar un sobrio dramatismo cuando así lo exigía la obra. Prácticamente, toda su carrera artística estuvo ligada al maestro Rodolfo Biagi con quien realizó sus más rutilantes éxitos.

Desde joven sintió una gran pasión por el tango y una profunda admiración por los cantantes. Por medio de un amigo, fue al conservatorio del maestro Eduardo Bonessi, quien al escucharlo elogió sus condiciones pero le sugirió que estudiara, consejo que Luciano aceptó inmediatamente y, sin más, se convirtió en un asiduo alumno del conservatorio.

A los 17 años, comenzó sus actuaciones en distintos espectáculos barriales y a partir de 1948 en los cines, en los denominados «números vivos». Espacio artístico que por disposición de una ley nacional obligaba a los cines, en los intervalos, a presentar cantantes, músicos, cómicos, malabaristas y las más variadas manifestaciones artísticas.

Al mismo tiempo, se presentaba en todos los concursos de cantores que como norma realizaban las confiterías que ofrecían espectáculos. En uno de ellos lo escuchó el violinista Raúl Kaplún, quien lo invitó a incorporarse a su orquesta. Debutó en Radio Belgrano junto al joven Roberto Goyeneche. Lamentablemente, de esa etapa de Kaplún con las voces de Goyeneche y Duval no se registran grabaciones discográficas.

Luego de los bailes de carnaval de 1950, se desvinculan de la orquesta de Rodolfo Biagi, los cantores Alberto Amor y Carlos Saavedra, quienes fueron reemplazados por Carlos Heredia que había estado con Gobbi y por Hugo Duval, ya con su nombre artístico.

El 13 de septiembre de ese año, hizo su debut en el disco a dúo con Carlos Heredia, con el vals de Feliciano Brunelli y Lito Bayardo “Serenata campera”. Los cantores permanecieron juntos hasta 1953. Luego, Hugo quedó como la única voz de Biagi, hasta 1962.

Resulta curioso pero explicable por el éxito de Duval, que de los 20 temas que graba la orquesta para el sello Odeon, trece los hace con el cantor, incluidos dos dúos con Heredia, quien como solista grabó dos temas y cinco son instrumentales. Uno de los éxitos más resonantes fue “Bailarina de tango”, al que le siguieron: “Sangre de mi sangre”, “Triste comedia”, “Santa milonguita” y el vals “Adoración”.

En marzo de 1956, luego de dieciocho años, Biagi se desvinculó de Odeon. Su últimos dos registros fueron el instrumental “Organito de la tarde” y, con la voz de Duval, “Alguien”.

A fines de agosto del mismo año, el binomio Biagi-Duval registró para su nuevo sello, CBS-Columbia, el vals “Ramona” y el tango “El carrerito”. Luego vendrían veinte grabaciones más de las cuales dieciocho fueron con la voz de Hugo, destacándose las versiones de: “Espérame en el cielo”, “Como un cuento”, “Mi alondra” y “Andrajos”.

Al año siguiente, se sumó a la formación el cantor Carlos Almagro y la orquesta graba para Music Hall un disco larga duración con 12 temas. Y el cantor selló otro acierto, su espléndida versión de “Mariposita”.

En los años sesenta, muy difíciles para el tango, pese a ser tentado a seguir su carrera como solista, Duval permaneció con el maestro hasta su última actuación, el 2 de agosto de 1969, en el baile realizado en el Club Hurlingham, de la Provincia de Buenos Aires, un mes antes que falleciera Biagi.

Luego sí, continuó como solista realizando giras y participando en la televisión. También, grabó un cassette acompañado por el Conjunto Don Rodolfo, evocativo del gran Manos Brujas.

Como dice Jorge Palacio, Hugo Duval y Jorge Ortiz fueron las voces emblemáticas de Rodolfo Biagi. Además, fueron los que más temas grabaron con él.

La última vez que tuve el privilegio de escucharlo, fue en un festival en homenaje al coleccionista y difusor, don Osvaldo Castillón, el 7 de septiembre de 1980, en los salones de los Bomberos Voluntarios de Matanza, en Ramos Mejía.


1828 
Por orden de Juan Lavalle, es fusilado en Navarro (provincia de Buenos Aires) el militar y gobernador de la provincia de Buenos Aires Manuel Dorrego. Nació en Buenos Aires el 11 de junio de 1787. 

1907 
Se descubre petróleo en Comodoro Rivadavia (Chubut) en forma casual, al perforar en busca de agua potable. 

lunes, 12 de diciembre de 2016






12 de Diciembre



1945 - Nace Roberto Yacomuzzi, en la localidad de Quemú-Quemú, Provincia de La Pampa. Músico cantor y compositor.
En su juventud participa del movimiento cultural de su pueblo como cantor solista y en grupos folklóricos, también como bailarín de danzas.
en 1968 fija residencia en Santa Rosa (Capital de La Pampa) pero por motivos laborales debió trasladarse luego a Tres Cerros (Santa Cruz) donde a principios de la década de 1970, escribe un poema con profunda nostalgia y se lo envía a su amigo Gerardo "Lalo" Molina, quien lo musicalizo en ritmo de huella y rápidamente tuvo gran aceptación entre los pampeanos que comienzan a tocarla, cantarla y difundirla en los medios de aquellos tiempos, al punto tal de convertirse en casi un himno provincial, así nació la "Huella de ida y vuelta" que llego a ser cantada por interpretes nacionales de la talla de Los Cantores de Quilla Huasi, los Hermanos Berbel, Cantoral y Néstor Garnica entre otros.
En 1979 regresa a La Pampa y en 1983 integro uno de los conjuntos icónicos del folklore pampeano: “Alpatacal” junto a "Lalo" Molina, Paulino Ortellado, "Tito" Morales, Mario Figueroa y "Tucho" Rodríguez.
También cobro gran trascendencia su obra "Canción al canto de mi tierra", musicalizada por Naldo Labrín.
Obras: Canción al canto de mi tierra (con Naldo Labrín) - Confesión del viento (con Juan Falú) – De sombras largas – Desde el balcón – Horas muertas – Huella de ida y vuelta (con José Gerardo Molina) – Milonga nomas, entre otras.



2004 - Fallece Norma Viola, en La Ciudad de Buenos Aires. Bailarina y coreógrafa de danzas nativas. Directora y fundadora del Ballet Folclórico Nacional.
Su muerte fue como consecuencia de un paro cardiorrespiratorio, en su casa del barrio porteño de Caballito.
Nacida en la ciudad cordobesa de Laboulaye, se trasladó a muy temprana edad a Buenos Aires, donde cursó estudios de danza clásica y danza contemporánea con los más
destacados maestros.
Luego viajó a Nueva York donde realizó estudios especiales en el Instituto de Danzas de Marta Graham y de Jazz de Alvin Halley, tras lo que se radicó en Brasil durante un año. Allí estudió su folclore y realizó idénticas tareas en Colombia, Venezuela y distintos países de Centroamérica.
En 1954 ingresó en la compañía de Santiago Ayala, “El Chúcaro”, como primera bailarina y ayudante de coreografía, siendo además autora y co-autora de las coreografías que comprenden el repertorio del Ballet Folclórico Argentino.
De 1984 a 1992 Norma Viola fue directora-coreógrafa del Ballet Folclórico de la Universidad de Belgrano y desde Julio de 1990 compartió con El Chúcaro la conducción del Ballet Folclórico Nacional.
Al fallecimiento del maestro en 1994, siguió desempeñándose como directora del organismo.




Armando Laborde

Nombre real: Dattoli, José Atilio
Cantor, letrista y compositor
(27 abril 1922 - 12 diciembre 1996)
Lugar de nacimiento:
Buenos Aires Argentina


Formó parte del repertorio de cantores de la orquesta de Juan D'Arienzo originado en 1935, compartiendo el staff junto a otro gran cantor, Alberto Echagüe. A partir de 1940 integró esta orquesta donde se lució como un cantor de grandes condiciones innatas, afinado y con un timbre agradable. Debutando en 1944 con los temas Magdala y Color de cielo, hasta 1984, cuando acompañado por la orquesta del bandoneonista Alberto Di Paulo realiza diez temas para el sello Magenta, donde interpretó el tema Malena.

Hijo de padre carnicero, de chico cantaba con pequeños conjuntos de su barrio. Hizo varias pruebas en algunas radios con orquestas conocidas: Manuel Buzón, Ricardo Tanturi y Horacio Salgán, entre otras.

Fue por varios días "el cantor sin nombre" ya que a veces se ponía uno y al día siguiente lo cambiaba. En 1922, Dattoli fue "Jorge Dalton", "Jorge Dattoli" y "Roberto Thames". Su nombre artístico nació cuando, regresando en el ómnibus, desde el Hotel Carrasco al centro de Montevideo, D'Arienzo se le ocurre preguntarle al conductor cómo se llamaba y este le respondió Armando Laborde. Con D'Arienzo grabó 145 temas.

Cuando el músico Héctor Varela vuelve a formar su orquesta en 1951 se incorpora junto al cantor Rodolfo Lezica, al pianista César Zagnoli, los bandoneonista Antonio Marchese y Alberto San Miguel, y los violinista Hugo Baralis y Marco Abramovich, dejando registros en el sello Pampa. Las presentaciones fueron realizadas por Cacho Fontana.

También hizo varias presentaciones en televisión como las televisadas por Canal 11.

A lo largo de su trayectoria tuvo varias idas y vueltas en orquestas tales como la de los ya mencionados D'Arienzo, Héctor Varela y Alberto Di Paulo.





Libertad Lamarque

Nombre real: Lamarque, Libertad
Cancionista y actriz.
(24 noviembre 1908 - 12 diciembre 2000)
Lugar de nacimiento:
Rosario (Santa Fe) Argentina

Sus inicios en la actuación ocurrieron a la edad de siete años en obras vinculadas a la militancia anarquista de su padre. En 1924, instalada en Buenos Aires, fue contratada para actuar en el Teatro El Nacional y grabar discos con la compañía RCA Víctor, convirtiéndose en una de las primeras cantantes de tango surgidas en la década de 1920 que crearon la modalidad vocal femenina en el rubro. Su debut en cine ocurrió en 1930 cuando protagonizó un filme mudo, Adiós, Argentina, de Mario Parpagnoli, mientras que en 1933 intervino en la primera película sonora argentina, ¡Tango!, junto a Tita Merello.Calificada como «la reina del tango», al año siguiente fue elegida «Miss Radio» por votación popular en la revista Sintonía. Su consagración como actriz melodramática ocurrió luego de que protagonizara El alma
del bandoneón (1935), tras la cual fue contratada por José A. Ferreyra para encabezar Ayúdame a vivir (1936) —donde también fue argumentista—, La ley que olvidaron (1937) y Besos brujos (1938), que le dieron popularidad en Argentina y el resto de América Latina. Su labor en Puerta cerrada (1939) le mereció el premio a la mejor actriz extranjera en Croacia.

Un nuevo contrato con los Estudios San Miguel significó su traspaso a la comedia y fue así como filmó Eclipse de sol (1942) y Romance musical (1946).Tras un altercado con la actriz Eva Duarte —posteriormente primera dama— durante el rodaje de La cabalgata del circo (1945), debió exiliarse en México, donde vivió hasta su muerte y desarrolló una amplia trayectoria cinematográfica, en casi cincuenta películas como Otra primavera (1949), Ansiedad (1952), Escuela de música (1955) y El pecado de una madre (1960).Durante los años de 1960, protagonizó un filme en España, Así era mi madre, y encabezó un espectáculo teatral en Argentina, Hello Dolly!, que tuvo una amplia repercusión. Sus variadas presentaciones en gran parte del continente americano le valieron el apelativo de «la novia de América».

Considerada como la actriz argentina con mayor trayectoria en el ámbito internacional, Lamarque filmó La sonrisa de mamá (1972) y se retiró del cine en 1978. El resto de su carrera estuvo ligado al tango y al medio televisivo, en el que participó de varias telenovelas como Mamá, Soledad o Amada. Hacia el final de su vida, obtuvo importantes premios y reconocimientos en diversos países.Fue designada «Ciudadana ilustre de la Ciudad de Buenos Aires» en 1990 y «Personalidad Emérita de la Cultura Argentina» en 1995. A la edad de 90 años, incursionó en La usurpadora y dos años después, recibió el premio Ariel de Oro por su trayectoria. Al momento de su muerte en 2000, se encontraba grabando el ciclo infantil Carita de ángel.