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martes, 8 de marzo de 2016



Alberto Echagüe



Nombre real: Rodríguez Bonfanti, Juan de Dios Osvaldo
Cantor y autor
(8 marzo 1909 - 22 febrero 1987)
Lugar de nacimiento:
Rosario (Santa Fe) Argentina


En esta oportunidad Walter Ercoli, reseña la vida de uno de los cantores más taquilleros del Tango y asegura que “fue un hombre de bien al que nunca la fama lo mareó”.Alberto Echagüe, su nombre real Juan de Dios Osvaldo Rodríguez Bonfanti nació el 08 de marzo de 1909.
Desde muy chico comienza cantando en Rosario (la ciudad más importante de la provincia de Santa Fe, distante 300 km de Buenos Aires).
En los primeros años de la década del treinta se muda a Buenos Aires y debuta en Radio Stentor con su nombre artístico Alberto Echagüe.
En el año 1932 es cantor de la orquesta de Ángel D’Agostino, actuando en el cabaret Casanova y en el teatro París. Es el propio D’Agostino quien le presenta a Juan D’Arienzo, que lo invita a Radio El Mundo a escuchar su orquesta. Allí se produce la chispa que enciende uno de los binomios más populares del cuarenta: D’Arienzo-Echagüe.
En el libro “El tango y sus intérpretes” cuentan que en esa ocasión cuando la orquesta interpretaba el tango “Madre”, Alberto Echagüe le hace una seña a D’Arienzo ofreciéndose para cantar el estribillo. El maestro, con la cabeza, contesta afirmativamente y Echagüe canta. Al rato llega el director artístico de la radio pregunta quién cantó, D’Arienzo le contesta, y el director le dice: “Ese es el cantor de tu orquesta”.
Actúan en el cabaret Chantecler, en Radio El Mundo en bailes y clubes. El suceso es impresionante, dejando un disco con 27 temas, comenzando por “Indiferencia”, y terminando con “Trago amargo”. Ese período duró desde el 4 de enero de 1938, hasta el 22 de diciembre de 1939.
Echagüe se aleja de la orquesta de D´arienzo tentado por el pianista Juan Polito, y continua su labor con este, actuando en la clásica confitería Richmond, además de bailes y actuaciones en clubs y teatros de barrio.
La relación de Echagüe con “El Rey del compás” tuvo varias etapas, que se prolongan hasta el año 1975. La segunda de ellas comienza en 1944 y va hasta 1957, es la más prolongada, y también la más exitosa. La combinación del cantor con la orquesta más la calidad de los temas y el repertorio, estaban apuntados al éxito comercial y no al logro artístico.
El otro cantor de la orquesta era Armando Laborde que, por su estilo y características vocales era un ideal complemento al trabajo de Echagüe. Tanto es así que en el año 1957 ambos se separan de la orquesta y forman una propia con la dirección del bandoneonista Alberto Di Paulo. Graban para el sello Odeón y para el sello Philips
En 1960, ingresa a la orquesta de Juan Sánchez Gorio y actúa en Radio El Mundo, grabando dos temas.
Alberto Echagüe ya era un solista consagrado, actuaba en bailes, radio y televisión.
En 1968 comienza la tercera y última etapa con el maestro D’Arienzo, viaja a Japón y obtiene un extraordinario éxito. De esta época podemos destacar el tango “Mala suerte”,
y “Vamos Topo todavía”, dedicado al jockey uruguayo Vilmar Sanguinetti
Alberto Echagüe fue un viajero incansable, recorrió toda América y Estados Unidos, donde estuvo en cinco oportunidades, tengamos en cuenta que técnicamente no fue un gran cantor y más si lo comparamos con la excelencia vocal que abundaba en la década del cuarenta.
Pero reconozcamos que tenía una voz sensible, por momentos dramática, que sabía contar eficazmente el relato de la letra.
Fue el cantor más importante de la orquesta, el más taquillero, pero además, un caballero, un hombre de bien al que nunca la fama lo mareó y que, pese a los avatares de su carrera artística, supo formar una familia y ganarse el cariño de todos los que lo conocieron.
Alberto Echagüe falleció el 22 de febrero de 1987




Enrique Rodríguez

Nombre real: Rodríguez, Enrique A.
Seudónimo/s: Luis María Meca
Bandoneonista, director y compositor
(8 marzo 1901 - 4 septiembre 1971)


Este singular músico es un fiel continuador de la línea del tango rítmico y tradicional de Edgardo Donato y Juan D'Arienzo.
Denostado por los vanguardistas y alabado por los bailarines, su orquesta gozó de una gran popularidad en los años cuarenta y cincuenta, tanto en Argentina como en el resto de América.
Su estilo rompió el molde de las formaciones de su época, porque incursionaba en todos los géneros, introducía
instrumentos no convencionales y su repertorio, siempre variado, sólo contenía temas alegres o románticos.
Pero cuando hacía tango, uno percibía el sonido brillante de una orquesta afiatada, con arreglos sencillos pero de buen gusto y que además, contaba con muy buenos vocalistas.
Nos cuenta el coleccionista e investigador Emilio Pichetti: «Enrique Rodríguez fue un músico completo y funcional, además de tocar el bandoneón, con igual facilidad interpretaba el piano y el violín o empuñaba la batuta. Tenía gran talento y agilidad para resolver fácilmente la realización de sencillos arreglos y adaptaciones de melodías clásicas consagradas y populares de todos los países, sin quitarle su esencia de ritmo internacional. Así se afincó el éxito de la orquesta no solo en nuestro ambiente, sino también en todo el continente para delicia de oyentes y bailarines».
En algunas biografías figura como nacido en la ciudad de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, en otras se dice que fue en la ciudad de Buenos Aires.
Sus primeros pasos con el bandoneón transcurren en los cines de barrio, haciendo el fondo musical de las películas mudas a dúo con un piano.
Cuando comienza la radiofonía en Argentina, participa formando pequeños conjuntos en radionovelas gauchescas. Actúa esporádicamente en algunas formaciones, como las del Ruso Antonio Gutman, Juan Maglio, Juan Canaro y Ricardo Brignolo.
En 1926, debuta en el sexteto de Joaquín Mora y luego de otros empleos, integra la orquesta de Edgardo Donato, que pese a permanecer en ella por poco tiempo lo influye, seguramente, impresionado con la agilidad y brillantez de su ritmo.
En 1934, integra un trío para acompañar al cantor Francisco Fiorentino en Radio Belgrano. Al año siguiente forma un cuarteto con la misma finalidad, pero para la actriz y cantante María Luisa Notar quien al poco tiempo se convertiría en su esposa.
En este cuarteto tuvieron participación músicos de la talla de Lalo Scalise en el piano, Gabriel Clausi en el badoneón y el violinista Antonio Rodio.
Finalmente en 1936 arma su propia orquesta que denominó: «La orquesta de todos los ritmos». Polkas, valses, tangos, foxtrots, pasodobles y rancheras son entregadas al público que bailaba y cantaba los temas con entusiasmo y alegría.
Era la orquesta elegida para amenizar fiestas y bailes, porque además por su característica resultaba económica, porque hacía innecesario el complemento de otra orquesta tropical o de jazz.
En 1937, la empresa Odeon lo contrata como artista exclusivo y esta relación se mantiene durante 34 años, realizando más de 350 registros.
Roberto Flores (El Chato) fue su primer cantor con quien grabó 35 temas, pero la voz más representativa fue sin duda la de Armando Moreno (El Niño Moreno), quien estuvo en tres períodos diferentes, formando una dupla que dejó huellas imborrables en la memoria tanguera. Con él hizo alrededor de doscientos registros y varias giras por América y en particular Colombia, donde fueron prácticamente idolatrados. Años más tarde, en 1965, repitieron ese éxito en Perú, en un viaje que participó el ya veterano Raúl Iriarte, aquel cantor que se destacara en la orquesta de Miguel Caló, en la década del 40.
Contó también con las voces de Ricardo Herrera, Fernando Reyes,Omar Quirós, Roberto Videla, José Torres, Oscar Galán, Ernesto Falcón, Cruz Montenegro y Dorita Zárate.
Compuso muchos temas, entre los que se destacan: “Amigos de ayer”, “En la buena y en la mala”, “Iré”, “Llorar por una mujer”, “Son cosas del bandoneón”, “Yo también tuve un cariño”, “Lagrimitas de mi corazón”, “Tengo mil novias”, todos con letra de Enrique Cadícamo; “Adiós, adiós amor” con Roberto Escalada; “Café” con Rafael Tuegols; “Como has cambiado pebeta” con R. Carbone; “Flor de lis” con Horacio Sanguinetti; “Sandía calada” con Máximo Orsi; entre muchos otros.
Pero sin duda alguna, el disco que más éxito tuvo y el más vendido fue su vals “Tengo mil novias” cantado por Roberto Flores.
Nos agrega Pichetti: «En 1944 realizó un intento de modificar armónicamente su estilo al integrar a su formación como pianista y arreglador a Armando Cupo, al bandoneonista Roberto Garza, también arreglador y a Omar Murtagh alternando en el violoncello y contrabajo. Así llegó a interpretar varios tangos con notable acierto instrumental: “Naranjo en flor”, “La vi llegar”, “Luna llena”, “Y así nació este tango” y “El africano”. Pero el público prefirió a la «Orquesta de todos los ritmos» y, en 1946, desvinculados Cupo y Garza, retornó al género bailable, conservando ese estilo durante el resto de su trayectoria».
Los sectores más refinados del tango repudiaron su estilo y lo ignoraron, yo lo rescato porque todo lo que hizo lo hizo bien, de un modo profesional, aún aquello que podemos considerar de inferior calidad. Pero por sobre todas las cosas, fue una muy buena orquesta típica, de bello y armonioso sonido , tanto para escuchar como para bailar el tango.




Juan de Dios Filiberto


Nombre real: Filiberti, Oscar Juan de Dios
Seudónimo/s: Oscar de Ramenti
Guitarrista, armonista, pianista, compositor y director
(8 marzo 1885 - 11 noviembre 1964)


Juan de Dios Filiberto nació con el nombre de Oscar Juan de Dios Filiberti, en una casa sencilla ubicada en Necochea al 200, en el barrio de La Boca de la Ciudad de Buenos Aires -habitado predominantemente por inmigrantes italianos, mayoritariamente genoveses- el 8 de marzo de 1885, en momentos en que se desarrollaba la gran ola inmigratoria europea que influyó decisivamente en las características de la población argentina.
Desde 1932 se mantuvo residiendo en La Boca, en una casa ubicada en la calle Magallanes 1140, pintada en su frente por el pintor Benito Quinquela Martín, amigo personal de
Filiberto, y expropiada como patrimonio cultural de la ciudad en 2007.Su padre era hijo de genoveses. Su hijo fue bautizado Nahuel, que significa ‘tigre’, en mapundungun, idioma del pueblo ranquel.
Abandonó la escuela a los nueve años y trabajó desde niño, como albañil, estibador y oficial tornero en los astilleros que la empresa Mihánovich poseía en La Boca. Siendo trabajador portuario ingresó al sindicato, adhiriendo a las ideas del anarquismo, participando en las huelgas portuarias de 1907. Él mismo recuerda sus orígenes obreros diciendo:

Hay que ver, cuando ingresé al Conservatorio, yo tenía más de veinticinco años sobre mis espaldas, y mis espaldas estaban curtidas por mis tareas de estibador, herrero, mecánico ajustador y calderero batimasa. Mis dedos estaban duros y torpes para el teclado y para el cordaje.

Juan de Dios Filiberto


Filiberto realizó muy pocas grabaciones, en su primer período fueron 24 registros para el sello Odeón, algunos de ellos de su autoría, como El Pañuelito, Clavel Del Aire, Bataraza, El Credo, La Charlatana y Botines Viejos, y también tangos de la guardia vieja (El 13, Re Fa Si) y otros ritmos: Valses (Visiones De La Pampa, Tus Ojos Me Embelesan, Santiago Del Estero), Milongas (Porteñita), Marchas (San Lorenzo) y Polcas (La Quinterita).
Luego, en 1941, es contratado por la RCA Victor, dejando solo seis temas grabados, destacándose su versión de Guaymallén. En 1958 inicia una última serie de registros nuevamente en RCA culminándola al año siguiente.

  • 1932-1936: Odeón
  • 1941: RCA Víctor (BMG)
  • 1958-1959: RCA