Los argentinos Max Van De Voorde y Solange Acosta, izquierda, durante las finales de la categoría “Escenario” del Mundial de Tango en Buenos Arires, Argentina, el martes 30 de agosto de 2011.
Una pareja de Argentina salvó el honor de los anfitriones en la IX edición del Mundial de Tango tras consagrarse campeona el martes en la final de la categoría "Escenario".
Max Van de Voorde y Solange Acosta se impusieron sobre otras 19 parejas, que incluían competidores de Uruguay, Colombia, Venezuela, Paraguay, Japón y Grecia, en el escenario del estadio cubierto Luna Park de Buenos Aires.
"Esto es una sorpresa. Nuestra meta era simplemente llegar a la final ya que el año pasado no pudimos clasificar. De ahí todo lo que venía era un regalo. No lo podemos creer", dijo Van de Voorde.
Otros bailarines argentinos ocuparon las cuatro primeras posiciones en la final de la categoría "Escenario", pero en la víspera ninguna pareja local figuró entre los primeros puestos en la final de "Salón".
Van de Voorde, de 21 años, y Solange Acosta, de 22, son originarios de Buenos Aires y pareja de baile desde hace apenas un año. Ganaron 7.500 dólares, dos pasajes para bailar una gran milonga en París frente a La Torre Eiffel y un contrato para realizar durante dos meses una gira por Japón. Los premios fueron entregados por Juan Carlos Copes y María Nieves, considerados los mejores bailarines de tango de todos los tiempos.
Acosta destacó la conexión con su pareja de baile y la pasión con la que bailan como las claves de su triunfo.
En la categoría "Escenario" los bailarines pueden utilizar movimientos de otras danzas, pero deben combinarlas con figuras clásicas del tango como los ochos, las caminatas largas, los boleos, los ganchos y el "abrazo milonguero".
Según el reglamento, la pareja debe tener secuencias de desplazamiento al piso por todo el espacio escénico.
Acosta lució un vestido de terciopelo negro y el pelo recogido y Van de Voorde un clásico traje oscuro estilo de la década de 1940.
"Yo bailaba desde chiquita otras danzas y mi abuela me insistió para que bailara tango. Después fue como un vicio", contó Acosta.
En la víspera los colombianos Diego Benavídez Hernández y Natasha Agudelo Arboleda se habían consagrado campeones en la categoría "Salón", de tango tradicional, tras superar en un inédito desempate a los venezolanos John Erban y Clarissa Sánchez. Por primera vez en la historia del certamen no hubo una pareja argentina entre los cinco puestos más altos.
Un día después los argentinos se tomaron revancha.
Los subcampeones fueron Cristian Correa y Manuela Rossi, seguidos por Eber Burger y Yésica Lozano. En cuarto lugar quedaron Hugo Mastrolorenzo y Agustina Vignau.
Los únicos extranjeros que recibieron algún premio en el día fueron los venezolanos Erban y Sánchez, subcampeones de Tango "Salón".
"Siempre digo que el tango es como la soja porteña por todo lo que genera acá y en el mundo y esto ha quedado demostrado una vez más con el rotundo éxito de este festival", declaró a periodistas el alcalde de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri.
El gobierno de la capital organiza una vez al año el mundial de Tango.
"Lo bueno es que esto crece de manera fantástica año tras año y que no sólo moviliza masivamente a los porteños (capitalinos), sino también a miles de turistas y a muchísima gente que llega desde el interior del país", remarcó Macri.
El tango surgió a fines del siglo XIX en los suburbios de Buenos Aires y Montevideo, Uruguay, para ganar lentamente el favor de públicos de todas las clases sociales hasta convertirse en una atracción en Europa, Estados Unidos y Japón.
