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martes, 31 de enero de 2012


Atahualpa Yupanqui

El significado de su nombre en quechua, el que viene de lejanas tierras para decir algo, seudónimo de Héctor Roberto Chavero Haram (Pergamino, 31 de enero de 1908 – Nîmes, 23 de mayo de 1992) fue un cantautor, guitarrista, poeta y escritor argentino.

Nació en el Campo de la Cruz, en José de la Peña, partido de Pergamino (al norte de la provincia de Buenos Aires) el 31 de enero de 1908.1 Realizó sus primeros estudios musicales con el Padre Rosáenz. Más tarde, a partir de los 6 años aprendió guitarra con Bautista Almirón.

Se le considera el más importante músico argentino de folclore. Sus composiciones han sido cantadas por reconocidos intérpretes, como Mercedes Sosa, Pedro Aznar, Los Chalchaleros, Horacio Guarany, Jorge Cafrune, Alfredo Zitarrosa, José Larralde, Víctor Jara, Ángel Parra, Jairo, Andrés Calamaro, Divididos, Marie Laforêt, Mikel Laboa y Enrique Bunbury entre muchos otros, y siguen formando parte del repertorio de innumerables artistas, en Argentina y en distintas partes del mundo. En 1986 Francia lo condecoró como Caballero de la Orden de las Artes y las Letras.

En 1917 su familia se trasladó a Tucumán. La temprana muerte de su padre lo hizo prematuramente jefe de familia. Juega tenis, boxea, se hace periodista. Será improvisado maestro de escuela, luego tipógrafo, cronista, músico y fundamentalmente, agudo observador del paisaje y del ser humano.

Atahualpa se fue a Europa en 1949. Édith Piaf lo invitó a actuar en París el 7 de julio de 1950. Inmediatamente firmó contrato con "Chant du Monde", la compañía de grabación que publicó su primer LP en Europa, "Minero soy", que obtuvo el primer premio de Mejor Disco de la Academia Charles Cros, que incluía trescientos cincuenta participantes de todos los continentes en el Concurso Internacional de Folclore. Posteriormente, viajó extensamente por Europa.

En 1952, Yupanqui regresó a Buenos Aires. Él rompió relación con el Partido Comunista, lo que hizo más fácil para él concertar actuaciones en radio. Mientras que con su esposa Nenette construía su casa de Cerro Colorado (Córdoba), Yupanqui recorre el país.

En 1986 Francia lo condecoró como Caballero de la Orden de las Artes y las Letras. En 1987 volvió al país para recibir el homenaje de la Universidad de Tucumán. Debió internarse en Buenos Aires en 1989 para superar una dolencia cardíaca, pese a lo cual en enero de 1990 participó en el Festival de Cosquín.

Sin embargo, a los pocos días Yupanqui cumplió un compromiso artístico en París. Volvió a Francia en 1992 para actuar en Nîmes pero se indispuso y allí murió el 23 de mayo. Por su expreso deseo, sus restos fueron repatriados y descansan en Cerro Colorado. Dejó innumerables obras para el cancionero argentino de raíz folklórica. Como escritor, publicó Piedra sola (1940), Aires indios (1943), Cerro Bayo (1953), Guitarra (1960), El canto del viento (1965), El payador perseguido (1972) y La Capataza (1992).