ALBERTO MORAN
Cantor
(15 de marzo de 1922 – 16 de agosto de 1997)
Nombre completo:Remo Andrea Domenico Recagno
n la historia de los cantores no hubo un caso similar al suyo. Fue una bisagra entre el cantor de orquesta de los cuarenta y el solista de los cincuenta. Fue un ídolo popular y esto pudo comprobarse hasta el final de su vida ya que su público nunca lo abandonó pese a la decadencia que el tiempo ocasionó en su voz.
Los nueve años en la orquesta de Osvaldo 
          Pugliese resultaron consagratorios y cimentaron el éxito 
          que luego continuaría como cantante solista. En ese lapso hipnotiza 
          al público, en particular a las mujeres, no sólo por su 
          voz sino también por su estampa seductora. Podemos decir, sin 
          temor a equivocarnos, que su primera época bastó para 
          permanecer vigente el resto de su vida. No importó que la potencia 
          y frescura de su voz lo abandonaran tempranamente, ya que su estilo, 
          entrega y particular dramatismo fueron suficientes para mantenerse como 
          un ídolo. 
          
        
        
Alberto Morán era italiano, nació en 
          Strevi, una ciudad cercana a Milán y llegó a la Argentina 
          a los cuatro años instalándose en Buenos Aires. 
          
        
        
Comenzó cantando en una formación de 
          barrio, para continuar enseguida en una orquesta de segunda línea 
          pero muy aceptada, la del bandoneonista Cristóbal Herreros, con 
          quien actúa en el café El Nacional.
          
        
        
El joven cantor llama la atención del maestro 
          Osvaldo Pugliese quien envía a varios 
          de sus músicos para que lo escuchen y den su opinión. 
          Finalmente Pugliese lo lleva a Radio El Mundo para realizar una prueba 
          tras lo cual lo contrata, no sin antes sugerirle que utilice más 
          su media voz. 
          
        
        
Morán, como muchos otros cantores, nunca estudió 
          música ni canto, lo que sumado a su estilo vehemente y su vida 
          bohemia hizo que arriesgara su garganta a tal punto que su voz declinaría 
          tempranamente.
          
        
        
Con Osvaldo Pugliese grabó 
          54 temas desde enero de 1945 hasta marzo de 1954. Pero el éxito 
          logrado no tuvo su correlato en lo económico y esto hizo que 
          la relación con Pugliese no fuera la mejor. 
          
        
        
Desde el punto de vista técnico la etapa con 
          Pugliese es la más rescatable tanto por la frescura de su voz 
          juvenil como también por un fraseo delicado que luego abandonaría 
          en su etapa de solista. Las interpretaciones de "La 
          mentirosa" (de Anselmo Aieta y Francisco 
          García Jiménez), de "Quiero 
          verte una vez más" (de Mario 
          Canaro y José María Contursi) 
          y de "Desvelo" 
          (de Eduardo Bonessi 
          y Enrique Cadícamo) son ejemplos 
          de lo dicho. 
          
        
        
Cuando se retira y forma su orquesta que dirige el 
          pianista Armando Cupo comienza su declinación, pero el éxito 
          sigue siendo desmedido, y ya pasados los 70 años, cuando no era 
          ni una mala imitación de lo que había sido seguía 
          despertando aplausos y vítores.
          
        
        
Su repertorio fue amplio y variado, siendo sus temas 
          más solicitados: "San 
          José de Flores", "El 
          abrojito" y "Pasional". 
          
        
        
Con Armando Cupo grabó 46 veces desde agosto 
          de 1954 a mayo de 1959. Luego volvieron a juntarse entre 1968 y 1970 
          sumando 24 títulos más. Sus grabaciones suman un total 
          de 152 registros.
          
        
        El "Tano" Morán murió pobre, amargado 
          y sin resignación al paso del tiempo y a los cambios que este 
          ocasiona, envuelto en una profunda depresión, no obstante el 
          cariño de sus consecuentes admiradores que lo aplaudieron hasta 
          el final.

