Rafael Rossi
Nombre verdadero: Rafael Rossa
Bandoneonista, compositor y director.
(28 de diciembre de 1896 - 24 de diciembre de 1982)
Orlando Del Greco, en su libro Carlos Cardel y los
autores de sus canciones, y Horacio Ferrer, en El libro del tango, dan
como fecha de nacimiento el 30 de diciembre de 1896. Sin embargo, Rafael
Rossi, en un extenso reportaje que le efectuara la revista "El tango
100 años de historia" (Editorial Perfil), da como su fecha de
nacimiento el 28 de diciembre de 1896. Del Greco, también en
el libro citado, consigna que su verdadero apellido era Rossa. Bandoneonista, compositor y director.
(28 de diciembre de 1896 - 24 de diciembre de 1982)
Una figura de prolongada y fecunda trayectoria dentro del tango fue la de don Rafael Rossi, bandoneonista, director y compositor, que alcanzó amplia popularidad y prestigio en nuestro país a través de su copiosa y calificada producción autoral, y también como consecuencia de su intensa labor en radio, en discos y, sobre todo, en giras por todo el territorio de la provincia de Buenos Aires.
Había nacido en Mercedes (ciudad situada a 80
km de Buenos Aires) el 28 de diciembre de 1896 y, como él mismo
afirmara, desde muy jovencito dos cosas lo apasionaron el bandoneón
y la aventura. En 1912 se largó a Buenos Aires con otro mercedino,
y trabajaron de pintores primeramente. Pero Rossi, que había
escuchado en Mercedes a Juan Maglio (Pacho),
los sábados iba a oírlo tocar en el café Garibotto
(Pueyrredón y San Luis), afirmándose su vocación
por el fuelle.
Y comenzó sus estudios en el Conservatorio de
don José De Caro, padre de Julio, los que abandonó cuando
comenzó la guerra de 1914, para regresar a Mercedes, ya con algunos
conocimientos básicos del instrumento y el aprendizaje de un
conjunto de piezas. Tocando esos primeros tangos y estudiando solo,
completó medianamente su formación musical.
A fines de 1914, con esa instrucción, su espíritu
aventurero y con el guitarrista Pedro Lafourcade como ladero, se largó
en su primera gira. Comenzaron en Junín y, pueblo por pueblo,
fueron conociendo gran parte de la provinda de Buenos Aires, Arenales,
Arribeños, Ascensión, Sol de Mayo, hasta que, a fuerza
de dejar cuentas impagas en los hoteles y tocando prácticamente
por monedas, llegaron a Vedia.
Allí se instalaron y comenzaron a mejorar económicamente.
Ya en 1915 alcanzaron la ciudad de Rufino (importante ciudad de la provincia
de Santa Fe), donde se contactó con un buen bandoneonista de
la época, Ángel Danesi. Él los recomendó
para tocar en Huinca Renancó (ciudad de la provincia de Córdoba)
y ahí sí se afirmaron. Ganaban setenta pesos mensuales,
con casa, comida, yerba y kerosene. Se apartó Lafourcade y formó
un trío, con Roque del Cagneo y Timoteo Palacios.
De Huinca Renancó pasó a Del Campillo,
donde formó otro trío, llegando a Rio Cuarto, Firmat,
Elortondo, Rufino nuevamente (localidades de las provincias de Córdoba
y Santa Fe), hasta que volvió a Mercedes, para cumplir con el
servicio militar.
Posteriormente consiguió otro guitarrista mercedino
y se largó nuevamente a los pueblos de la provincia de Buenos
Aires. Cuando pasó a Santa Fe, desde Rufino, mandó a buscar
al violinista Udelino Toranzo. Ya en trío, volvieron a tocar
en Junín, donde se encontraron con Pacho, a quien Rossi le había
enviado uno de sus primeros tangos, titulado precisamente Pacho. Ese
encuentro y esa composición le valieron a Rossi la invitación
para sumarse al conjunto del legendario bandoneonista. Así que
disolvió su trío y siguió de gira con Pacho. Terminada
ésta, Rafael Rossi se instaló en la Capital, ya en forma
definitiva, vinculándose en ese año de 1919 a otro importante
músico de tango, el pianista y compositor José
Martinez.
Después de varias actuaciones formó su
primer cuarteto importante. Lo integraron, junto al bandoneón
del director, los violinistas Fernando Franco y Emilio De Caro y el
pianista Francisco
De Caro. Luego de disuelto este conjunto, participó con Francisco
Canaro y Roberto Firpo de la orquesta
gigante para los carnavales de 1920. Desde ese año hasta 1935
estuvo con Canaro, interviniendo en otros conjuntos reducidos que formó
para atender actuaciones en el interior, en los cuales participaron
el pianista Eduardo
Pereyra (El Chón) y el violinista Alberto Castellanos.
En 1920, por intermedio de Pacho, se conoció
con Gardel, a quien le fue entregando
una serie de obras de su autoría, que El Morocho grabó
inmediatamente: "Por el llano", "Ave
cantora", "Perdonada", "La
milonga", "Fiesta criolla", "Senda
florida" -todos tangos- y el vals "Rosas
de abril", los siete con letra de Eugenio
Cárdenas; "Ebrio", "Corazoncito", "Primero
yo", letras de José
Rial; el estupendo "Como
abrazado a un rencor", con letra del periodisa Antonio
Podestá; "Sos de Chiclana", con Julio
Navarrine, "Recordándote", la zamba "Cañaveral",
el estilo "Como las margaritas" y la ranchera "La pastelera".
También con José Rial compuso Rafael
Rossi "Buena pilcha", "Ponete paquete", "De
corazón a corazón" y "Lo que pide el corazón".
Con Enrique Cadicamo compuso
otro bellísimo tango "Cuando
tallan los recuerdos". Con Udelino Toranzo dio a conocor un
tango perdurable, puramente instrumental "Jueves".
Su primer tango, de 1916, fue "Don Leandro",
a los que siguieron el ya nombrado "Pacho", "A Horacio",
"La cañada", "Estás triste", "Renacimiento",
"Cañaveral", continuando una larga lista de obras que
sería riesgoso enumerar, porque siempre se están descubriendo
nuevos títulos del pródigo compositor.
Llegó al disco, casi siempre con temas folklóricos,
en Odeón (como Firpo tenía exclusividad
para grabar tangos con orquesta para la empresa Max
Glücksmann, a Rossi lo destinaron a grabar temas folklóricos).
Posteriormente, con su famoso "Conjunto chacarero",
grabó un poco de toda la música nacional, incluyendo varios
tangos. Herminia Velich
y los hermanos Casadei fueron casi siempre sus vocalistas.
Ejecutante de estilo sencillo, fue en la composición
donde su nombre adquirió el necesario relieve como para que su
nombre quede incorpondo al inventario definitivo del tango. Su laboriosidad
como músico corrió pareja con su espíritu aventurero.
Siguió interpretando y viajando hasta sus últimos
tiempos. Falleció en Buenos Aires el 24 de diciembre de 1982.
Originalmente publicado en "Tango y Lunfardo", Nº
110, Chivilcoy, 16 de noviembre de 1995.