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jueves, 25 de febrero de 2016





Jorge Maciel

Nombre real: Pellegrini, Carlos
Cantor
(17 septiembre 1920 - 25 febrero 1975)
Lugar de nacimiento:
Buenos Aires Argentina


Cantor correcto y afinado, con un estilo que a veces abusaba de recursos efectistas, es un típico exponente del cantor de orquesta de los años cuarenta.
Su paso por la orquesta de Alfredo Gobbi fue su mejor momento, aunque el repertorio elegido no fue demasiado trascendente. Sin embargo, siempre tuvo su público que lo siguió durante toda su extensa trayectoria.
No está en la galería de mis cantores preferidos, pero debo reconocer que contaba con una bella voz, una clara dicción y una llamativa potencia expresiva.
Nació en La Boca y se inició profesionalmente en 1940
cantando para un conjunto del barrio, después continuó con las formaciones de Juan Carlos Caviello, de Miguel Zabala Zabalita, de Félix Guillán y de Roberto Caló.
En 1947 ingresa a la orquesta de Alfredo Gobbi y comienza su etapa consagratoria. Llega al disco al año siguiente y mete su primer gran éxito: el tango “Remembranza” de Melfi y Battistella. Disco RCA-Victor que tiene en el acople el tango “Independiente Club” de Agustín Bardi.
Con Gobbi hizo 18 registros, de éstos uno a dúo con Ángel Díaz y tres con Héctor Coral. De su serie discográfica se destacan: “La intriga”, de Héctor Stamponi y Héctor Marcó, que tiene una bella melodía y del cual no conozco ninguna otra versión; “El pollero” música y letra de Marcó; y su éxito más rotundo, “Canzoneta” de Erma Suárez y Enrique Lary.
En 1954 pasa a la orquesta de Osvaldo Pugliese y tiene como compañero a Miguel Montero.En el año 1968 comparte con seis de sus compañeros de la orquesta, la formación del Sexteto Tango. Estos son: Julián Plaza (piano),Osvaldo Ruggiero y Víctor Lavallén (bandoneones), Emilio Balcarcey Oscar Herrero (violines) y Alcides Rossi (contrabajo).
Con el Sexteto hace veinticuatro registros, entre los que se destacan algunos tangos clásicos: “Sentimiento gaucho”, “Mi dolor”, mezclados con otros temas modernos: “Mi ciudad y mi gente”, “Chiquilín de Bachín”, etcétera.
Ya su voz no tenía la potencia de sus años mozos, pero mantenía su fuerza dramática y su singular estilo.
En el mes de febrero de 1975 es intervenido quirúrgicamente de una hernia y muere en la operación por no resistir la anestesia.