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lunes, 12 de noviembre de 2018





Rodolfo Lesica 
 
Nombre real: Aiello, Rodolfo Oscar
Cantor
(12 noviembre 1928 - 19 julio 1984)
Lugar de nacimiento:
Buenos Aires Argentina
 
En el barrio de Parque Chacabuco (Buenos Aires) era primavera cuando ocurrió el nacimiento de Rodolfo Alberto Aiello el 12 de noviembre de 1928.En la casa de la calle Zuviría 521 de aquel Parque Chacabuco llegaba el segundo hijo varón del matrimonio integrado por Don Carmelo Aiello bandoneonista y compositor, autor de la exitosa polka “El viejito del acordeón”, con múltiples grabaciones, además de la milonga “Florcita porteña” y el tango “Criollo de ley”. Y de Doña Catalina Puzzello, que ya tenían a Oscar Osvaldo de cuatro años de edad. La familia se completaría cinco años después con el nacimiento de su hermana María Antonia. Desde ese 12 de noviembre de 1928, "el Rolo" reconocía la barriada, ya que pronto la familia se mudó al 432 de la misma calle, y más tarde a la casa de la calle Estrada al 500. Su escuela primaria fue la de la calle Salas 565, adonde según sus propias afirmaciones se hacía la "rabona", y por hacerse notar, o por su mal comportamiento era sancionado con suspensiones. En su infancia fue un rebelde que causaba preocupaciones a sus maestros y a sus padres. Podemos entenderlo como un joven pájaro que trata por todos los medios llamar la atención para que lo escuchen cantar y así fue como “Rolo” lo hizo. Entre las changas que encontró, en la terminal del recorrido de una línea de colectivos limpiaba los vidrios y barría los coches antes de que volvieran a salir, y eso le reportaba veinte centavos por ómnibus. Alcanzaba a reunir alrededor de dos pesos, que era bastante dinero para sus bolsillos vacíos de cada día. Ya entonces, con la entonación interpretativa de tangos y valsecitos, se había ganado la simpatía de los choferes. Permaneció cinco años como tachero. Cuando llegó el momento del servicio militar, un general lo eligió como chofer. El mismo Rodolfo Lesica agrega en un reportaje: "pero esa función no me evitó una serie de visitas al calabozo", y confiesa que violaba todas las normas de la disciplina, y que "muchas veces me salvé de los arrestos cantando, porque los superiores solían sacarme del encierro para que animara con mis tangos alguna de sus reuniones". Terminado el servicio militar volvió a manejar taxis por las calles porteñas, donde con el acompañamiento del motor del auto desgranaba a media voz todo su repertorio, para beneplácito de sus pasajeros. La situación económica personal mejoraba, y la realidad porteña estaba reclamando tangos y más tangos. Héctor Varela, que había dejado la orquesta del Rey del Compás –en la que comandaba la línea de bandoneones–, estaba formando su orquesta. El futuro director asciende a su taxi a la salida del Maipú Pigall, y el Rolo lo reconoce. Allí mismo le canta un tango, y Varela, impresionado, lo cita para contratarlo. La última pieza de la historia del sendero hacia la
consagración de Rodolfo Lesica, había quedado encastrada en el lugar preciso. Cuando su abuelo, de origen calabrés, escuchó el relato de este encuentro, tal como el Rolo lo contaba en su casa, repitió la clásica frase: "se non è vero e ben trovato". Lo cierto es que el Rolo pronto estaba cantando junto a Armando Laborde con el futuro "As del Tango". Pero el debut oficial estaba próximo, y el Rodolfo no tenía nombre artístico. Varela le sugirió que buscara un parque o una plaza de la ciudad para conformar el seudónimo Casi decidido, le dijo a Varela que se llamaría Rodolfo Chacabuco, en homenaje al parque del mismo nombre. La carcajada de Varela, y su comentario, lo hicieron desestimar ese apellido: "¿querés triunfar como achacado o enfermo?", y le preguntó si no recordaba otro lugar con un nombre mejor. Y recorriendo nombres de plazas y parques se decidieron por Plaza Lezica, actualmente Parque Rivadavia, apellido que conformó a todos, pero cambiando la "z" por la "s". El estilo de la orquesta era singular; no se parecía al de otras, y se destacaba por los eficaces arreglos del propio Varela, por los buenos intérpretes y por la presentación, que estaba a cargo de Jorge "Cacho" Fontana. La respuesta del público superó las expectativas más optimistas: La orquesta se convirtió en el "boom" del tango, y sus cantores lograron un suceso extraordinario con la mayoría de sus creaciones. Pasaron por el "Chantecler", se presentaron en los horarios centrales de Radio Belgrano, y empezaron a grabar en el sello "Pampa", que pertenecía al grupo EMI-ODEON. Sus primeros temas fueron la milonga "Un bailongo", a dúo por Laborde-Lesica; "El bulín de la calle Ayacucho" y "Paciencia" cantadas por el mismo Lesica y, nuevamente con Armando Laborde, el tango "La carreta". Aquel estilo fuerte, su avasalladora personalidad, sumado a ese único registro de voz y afinada interpretación le permitieron desarrollar una trayectoria ascendente. Dícese que cuando se presentaba a cantar tenía una aceptación unánime de los asistentes, y era puntal de la novel agrupación. Don Héctor le había tomado una admiración y un cariño paternal… Claro, para un pibe pintón y acostumbrado a las mieles del baile –sumado a la admiración que despertaba en las damas, era más que evidente que “algo más que talento” tenía el rolo. Poco después se agregó a la orquesta Argentino Ledesma, conformando con Lesica una pareja excepcional, tal vez irrepetible entre las orquestas de tango. Están, para certificarlo, los valses "Rosa mía" y "Gota de lluvia"; los tangos "Trovador Mazorquero", "Fueron tres años" "Historia de un amor", "Decime que pasó", "No me hablen de ella", y otros éxitos. El 20 de abril de 1954 Lesica graba "Canzoneta", de Erma Suárez (esposa de Varela) y Enrique Lary, una vibrante creación plena de emotividad que llevó al disco a ser uno de los más vendidos y, por su hondura dramática, a ser incluido en el repertorio de otras orquestas y solistas. Los éxitos de la orquesta y sus vocalistas ganaban en el "Glostora Tango Club", por Radio El Mundo a las 20:00 hs, y en la noche porteña pasaron del "Chantecler" al "Marabú" y a "Mi Club", para animar también los bailes de fin de semana en los principales escenarios capitalinos y del interior; los carnavales de Boca Juniors, de River Plate, Independiente, Huracán, además de los bailables de Radio Belgrano. En 1958 realiza presentaciones en Radio Libertad y al año siguiente vuelve con Héctor Varela, coincidentemente con Alberto Laborde. Actúa exitosamente y graba con brillante suceso el tango de Caldara y Mario Soto “Pasional”; El 12 de julio de 1960, nació su primera hija, Claudia Aiello. Lesica sigue con Varela hasta 1961, cuando se desvincula definitivamente de la orquesta que tantos momentos inolvidables brindó al tango, y como broche de esa etapa es importante destacar una anécdota sobre, quizás, la obra más exitosa del rubro Varela-Lesica. Varela era muy amigo del músico Alfredo Malerba, marido de la gran cantante Libertad Lamarque. Durante un encuentro en 1956 entre Varela y Malerba, este le comentó que habían traído de México un hermoso bolero que Doña Libertad quería grabar en tiempo de tango, Varela le sugirió a Lesica que tratara de conseguirlo. Rodolfo, se presenta ante Libertad y se lo pide, prometiendo que lo grabaría después que ella. Pero en forma inmediata Varela y Lesica lo graban, logrando un éxito tremendo, el bolero en tiempo de tango era nada menos que “Historia de un amor”. Al poco tiempo se encuentra Rolo Lesica con Libertad, trató de escaparse para no enfrentarla, pero no pudo, sin embargo ella en vez de retarlo, lo felicita por la grabación y el éxito del tema. Así permanece junto a Varela hasta 1961, tras estos sucesos se suma la incorporación de Ernesto Herrera y completan las voces de la orquesta. Y posteriormente trabajara con las orquestas de Joaquín Do Reyes, Alberto Nery y Alberto Di Paulo. Inicia una nueva etapa como solista a fines de 1960, luego de un breve paso con Joaquín Do Reyes, más tarde es contratado por EMI-Odeon, grabando con la orquesta de Mario Demarco los tangos “Rondando tu esquina” y “Quiero verte una vez más” y con Carlos García “Corrientes y Esmeralda”. Su presencia ante el gran público las realizaba a través de los programas de televisión Grandes valores del tango, Sábados circulares, Sábados continuados y los shows, con el acompañamiento de la orquesta de Alberto Nery. Las últimas grabaciones las realizó en el sello "Embassy" entre 1979 y 1980, con arreglos y dirección de Alberto Di Paulo. Rodolfo Lesica se había casado nuevamente en 1958. A los 56 años vivía con su esposa Elsa en su casa de Billinghurst y Corrientes, en el barrio de Almagro, cuando se produjo su fallecimiento el 19 de julio de 1984.​ Dueño de una voz potente, con registro de barítono, este prototipo del muchacho porteño, con mucha pinta y buena voz, quizá por mala suerte, no llegó al nivel que hubiera merecido por sus grandes cualidades artísticas.