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jueves, 22 de diciembre de 2011

Rafael Jijena Sánchez



Nació el 21 de septiembre de 1904 en San Miguel de Tucumán, de niño se trasladó con su familia a San Fernando del Valle de Catamarca, al cabo de un tiempo viaja con su madre Virginia, por un año, a Nelson, un pueblito de Santa Fe, donde ella ejerce la docencia rural. Más adelante un nuevo destierro y se instalan en Villa Turdera, a pocos kilómetros de Buenos Aires... Ni esta distancia logra separarlo de su amor por la provincia, así dice en su Vidala (1936)

"Ahora lejos de mi tierra,
me pongo a considerar
las leguas que me separan
y los años que se van.
Y cuando miro las nubes
siento ganas de llorar
porque se me representan
las sierras de mi heredad"

Sigue sus estudios secundarios y más tarde universitarios en la Facultad de Filosofía y Letras, los Cursos de Cultura Católica. Así en 1925 nace su primer libro: La locura de mis ojos, de gran sencillez.

Serán las veladas de La Peña de la Cosechera, en Avda. de Mayo y Perú, y las del Tortoni, que tenían al frente a Quinquela Martín, que lo llevarán por la verdadera expresión literaria. En 1928 aparece Achalay, su obra preferida y con la que ganó, en 1929 el Primer Premio Municipal de la Ciudad de Buenos Aires... con este trabajo, don Rafael Jijena recibe elogios de personas como: Juana Ibarbourou, Baldomero Fernández Moreno, Juan Zorrilla de San Martín, Fernán Silva Valdés, Juan B. Terán, Ricardo Rojas y varios más.

Siguiendo con la investigación folklórica y la poesía, Jijena Sánchez, luego de Achalay, escribió: OBRAS POÉTICAS: "Verso simple" (1931), Vidala (1936), Ramo Verde (1946), El árbol de fuego (1954), Del canto, la flor (1966); ENSAYOS: Las supersticiones, en colaboración con Bruno Jacovella (1939), De nuestra poesía tradicional (1940), El perro negro en el folklore (1953), El chifle y el chambao (1955) y Cancionero de Coplas, en colaboración con Arturo López Peña (1959); SELECCIONES FOLKLORICAS: Hilo de oro, hilo de plata (1939), La luna y el sol (1939), Adivina, adivinador (1943), Los cuentos de Mama Vieja (1946), Retablo popular (1952), De oír y contar (1960), El curioso entretenido (1961), Don Meñique (1960). Además de colaborar con un sinfín de publicaciones: La Nación, La Prensa, Clarín, Caras y Caretas, Readers Digest, etc., etc.

Entre otros quehaceres: fundó y tuvo a su cargo la primera cátedra de Folklore en la Argentina, en el Conservatorio Nacional "Carlos López Buchardo" (1939), fundó y fue el primer Director del Museo Folklórico de Tucumán (1943), fue jefe de la sección Folklore en la Universidad Nacional de Tucumán, fundó y dirigió con Juan Alfonso Carrizo el Departamento de Folklore de los Cursos de Cultura Católica, dirigiendo al mismo tiempo su Boletín "Folklore", organizó y dirigió el Museo "José Hernández" de la Municipalidad de Capital Federal, fue catedrático en el Conservatorio Municipal "Manuel de Falla", Liceo Militar, Museo Social Argentino, Escuela Nacional de Danzas, Instituto de Perfeccionamiento Docente del Ministerio de Educación de la Provincia de Buenos Aires, Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, ex-profesor de la Universidad del Salvador y del Instituto del Profesorado Superior (CONSUDEC), fue nombrado adscripto honorario del Instituto Nacional de Antropología.

Entre los premios recibidos, podemos nombrar: premio de la Comisión Nacional de Cultura-Folklore en 1939, el premio a la Canción escolar, otorgado por el Ministerio de Justicia e Inst. Pública en 1940 el 6to Congreso Pesebrista Internacional de Madrid le concedió, en 1967, su máxima distinción: la plaqueta al mérito pesebrista.

Fue llamado justamente el "Teólogo telúrico". Murió el 22 de diciembre del año 1979.

(Extractado del estudio preliminar realizado por Teresa L. de Lermont, de LA ALFORJA DEL PEREGRINO, de Rafael Jijena Sánchez, Ed. Huemul, 1978).