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viernes, 29 de enero de 2016




Héctor Varela

Nombre real: Varela, Salustiano Paco
Bandoneonista, director, arreglador y compositor
(29 enero 1914 - 30 enero 1987)
Lugar de nacimiento:
Avellaneda (Buenos Aires) Argentina


Nacido con el nombre de Salustiano Paco Varela en Avellaneda, provincia de Buenos Aires. Creció junto a su familia de clase media que pudo costearle sus estudios universitarios. Para darle el gusto a sus padres se recibió de contador público, profesión que nunca ejerció. pero que su madre solía mencionar cada vez que le preguntaban algo sobre su hijo.
Los estudios que más les importaban a Varela fueron los que realizó en el Conservatorio del maestro Eladio Blanco, quien
supo compartir, posteriormente, escenario con la orquesta de D'Arienzo.Apodado el "As del tango", debutó en 1930. A los 17 años se sumó a la orquesta de Salvador Grupillo, para luego de un tiempo irse a la orquesta de Alberto Gambino, lo que le permitió participar del programa Chispazos de tradición.
A principio de los años 1930, Tita Merello y Libertad Lamarque, lo solicitaron, en algún momento para que la acompañasen con su bandoneón, pero en 1934 se incorpora a la orquesta de Juan D'Arienzo como primer bandoneón.
En 1935 fue convocado por Enrique Santos Discépolo para formar parte de su conjunto, que actuaba en Radio Municipal y en algunas presentaciones ocasionales en locales céntricos, de la que ya militaban Lalo Scalise, Américo Caggiano y Aníbal Troilo.
En 1939 forma su propia orquesta, para luego volver a tocar con D'Arienzo. Las personalidades de su orquesta son notables en la que se destacaban el violinista Cayetano Puglisi y el pianista Fulvio Salamanca. Con D´Arienzo estuvo unos diez años, de los que también trabajó como compositor en temas como Chichiponía, Bien polenta, Te espero en Rodríguez Peña, Salí de perdedor, Sí supieras que la extraño y Don Alfonso. Su fama junto a "el rey del compás" se consolida en las giras por el interior, las temporadas veraniegas en el Hotel Carrasco de Montevideo, las presentaciones en los clubes de barrio los fines de semana, y grandes conciertos en el Chantecler, el templo y cabaret del tango.
Vuelve a formar su orquesta en 1951 e incorpora a los cantores Armando Laborde, Rodolfo Lesica, al pianista César Zagnoli, los bandoneonista Antonio Marchese y Alberto San Miguel, y los violinista Hugo Baralis y Marco Abramovich, dejando registros en el sello Pampa. Las presentaciones fueron eran realizadas por Cacho Fontana.
Cuando el cantor Armando Laborde abandona la orquesta se incorpora Argentino Ledesma, y forma un dúo de gran repercusión en el público, y realizó giras por sudamérica. Con los años llegarían otros cantores como Raúl Lavié, Ernesto Herrera, Carlos Yanel, Claudio Bergé, Carlos Nogues, Jorge Rolando, Marcelo Peña, Jorge Falcon, Fernando Soler y Diego Solís. A lo largo de varias décadas, la orquesta de Varela, grabo 383 temas. Su última grabación fue con el sello Columbia con el tema Que no muera este amor, interpretado por los cantores Carlos Damián y Hugo Carrasco. Con dicha orquesta se presentó en el Marabú, Chantecler y Glostora Tango Club. Viajó también a Rio de Janeiro con temas como Noches de Brasil, Historias de un amor y Mi corazón es un violín.
En los años 1960 y 1970, realiza presentaciones en el popular programa de tango Grandes Valores del Tango, conducido por Juan Carlos Thorry al principio, y luego por Silvio Soldán.
En 1979 hizo una participación cinematográfica en el film musical La carpa del amor, donde participaron Cacho Castaña, Tormenta, Jorge Martínez y Mónica Gonzaga.





Roberto Goyeneche

Nombre real: Goyeneche, Roberto
Seudónimo/s: El Polaco
Cantor
(29 enero 1926 - 27 agosto 1994)
Lugar de nacimiento:
Buenos Aires Argentina

fue un cantante argentino, muy reconocido por su calidad interpretativa y por su particular modo de frasear con rubato las melodías del tango. En cambio la «colocación» de su voz era bastante típica en el tango. La particularidad rubata de Goyeneche se basaba en no hacer coincidir el tempo de la letra con el tempo del acompañamiento musical. La frase siempre quedaba por delante o por detrás del compás, cosa bastante infrecuente en el tango (Carlos Gardel, precursor
del estilo, como también Ángel Vargas también practicaban este modo de rubato). En cambio en el jazz, este rubato es más usual (por ejemplo en Louis Armstrong)El polaco Goyeneche no es un nombre más en el tango, su nombre se posiciones entre los más importantes de la historia del género, no solo por tratarse de de que era un canto fantástico, sino también por la expresividad de su fraseo, el modo de colocar la voz, el manejo de los tiempos, los acentos y los silencios, la fuerza de la esencia misma del tango, lo distinguen de todos los otros cantores de nuestro tiempo, hacia que cualquiera que lo escuchara sintiera lo que el cantaba, un personaje irrepetible, imposible de ser confundido con otro.
Incluso en los últimos años de su vida, su voz nunca lo abandono, su dicción seguía siendo perfecta al igual que la forma de soltar los versos de su boca. Estaba lejos de perder su popularidad y su imagen, el polaco se transformó en un mito viviente. Fue un excepcional cantor, que como otros tuvo etapas diferentes, y cada una de esas etapas, son memorables.
El polaco entendía todo del tango, su voz se enredaba a la música y era un instrumento más, afianzaba su garganta y su fraseo acorde con la orquesta. Con el pasar del tiempo, logró alcanzar tal perfección, que manejaba los tiempos de determinada manera según el quisiera, dándole un gusta especial a cada tango que el recitaba.
Goyeneche tenía un importante repertorio, extenso y variado. El polaco recitaba grandes tangos y se apropiaba de otros. Recreaba grandes e incontables tangos, los cuales sus versiones originales tenían la firma de otros cantores importantes como Edmundo Rivero, Raúl Berón, Floreal Ruíz entre otros, y a partir de que él mostraba sus versiones, se los apropiaba y empezaban a formar parte de su repertorio.
También, Goyeneche, se atrevió a interpretar tangos del repertorio del "Zorzal criollo" Carlos Gardel, haciendo versiones que estaban a la alturas de las originales, simplemente son versiones extraordinarias.