Powered By Blogger

miércoles, 27 de enero de 2016



Jorge Valdez

Nombre real: Vitale, Leo Mario
Cantor y compositor
(27 enero 1932 - 21 febrero 2002)
Lugar de nacimiento:
Buenos Aires Argentina

A la edad en que los pibes empiezan a jugar, ya había anidado en él la música de Buenos Aires. Por eso Jorge Valdez integra la lista de las grandes voces que llegaron a tutearse con los duendes del tango.
Poseedor de una innata sensibilidad, Leo nació en Buenos Aires, más precisamente en el porteño barrio de Villa Urquiza. Desde pequeño comenzó su encuentro con la música pues a los diez años de edad la madre lo induce a tomar clases de piano. Sus dotes interpretativas y una gran personalidad le permiten progresar rápidamente en sus estudios y es así que cinco años después, se presenta, en cuatro ocasiones, en el programa de radio El Piano en la Argentina.
Sin embargo, su mayor pasión era el canto y comenzó a «despuntar el vicio» cantando en reuniones familiares y de amigos, para luego transitar las calles y los boliches de su ciudad, llevando como único equipaje su voz.Este «gordo divino» o Cuore, como lo llamaba en la intimidad su amigo el cantor Roberto Mancini, era dueño de un fraseo fácil e inconfundible, de voz atenorada, cálida y melodiosa. Parecía una alondra haciendo fiattos falseteados, plenos de ricos matices.
Registra su último tango con Juan D'Arienzo, “Amor de verano”, el 18 de noviembre de 1964, al año siguiente se aleja de la orquesta y es reemplazado por Osvaldo Ramos, quien cantaba con Florindo Sassone con su nombre real: Osvaldo De Sanctis.
Posteriormente grabó con el maestro Osvaldo Requena, con quien reeditó canciones de su repertorio, a los que sumó “Gricel”, “En esta tarde gris”, “Carillón de la Merced”, “Verdemar” y “Nubes de humo”, entre otras. Graba luego con el acompañamiento de la orquesta de Alberto Di Paulo muy buenas versiones de “Barrio de tango”, “Fuimos”, “La canción de Buenos Aires”, “La vi llegar”, “Mimí Pinsón”, “Por una cabeza”, “Una piba como vos” y “Cuando un amigos se va”.
Para resaltar mejor la gran sensibilidad de Jorge Valdez, rescatamos esta anécdota referida por Rafael Brescia, quien también lo acompañó en diversas oportunidades con sus guitarras. En la década del noventa Brescia había registrado una cinta con la voz de Carlos Gardel, reemplazando las guitarras que lo acompañaban por otras cinco dirigidas por él. «Cierto día llevaba a Jorge en mi auto y puse la cinta. Mientras la escuchaba vi una lágrima en sus ojos. Fue la mejor recompensa para mi trabajo».Previamente a todo esto, en abril de 1990, Jorge sufrió un serio accidente automovilístico en el tramo habilitado de la nueva autopista Buenos Aires–La Plata, a la altura de Dock Sur. En este incidente sufre diversas heridas y es llevado al hospital Fiorito para su atención. Le cosen la lengua que había sufrido un corte muy profundo y luego de un largo trabajo de rehabilitación supera el mal trance.
En ese entonces Jorge se mostraba muy desanimado y con deseos de abandonar el canto. Son sus amigos quienes lo alientan a seguir y logran que se someta a nuevos y exigentes ejercicios de reeducación y foniatría. Vuelve a actuar en el Rincón de los Artistas, clásico reducto tanguero ubicado en Álvarez Jonte y Boyacá, pero él siente que ya no es el mismo. Tanto es así que un día al bajar del escenario, molesto por no escucharse bien, le dijo a sus compañeros: «Estoy engañando a la gente. Esto no es lo que yo quiero».
No obstante ello, Jorge continuó con los trabajos de reeducación, hasta lograr colocar nuevamente su voz a la altura de su registro normal, lo cual no le resultó sencillo, pues su estilo le exigía muchísimo esfuerzo. El era un cantante de registro alto y no un “diseur” acostumbrado a musitar las letras. Sus innatas condiciones técnicas y su gran fuerza de voluntad lo ayudaron a dejar atrás el mal trance y reinsertarse en el mundo del canto.
Sin embargo, aquel Jorge Valdez que había superado todas las consecuencias de ese ingrato episodio, no pudo años después, recuperarse de la angustia que le causó el fallecimiento de su esposa Laura y no obstante contar una vez más con el apoyo de sus amigos y el entrañable cariño de su hija, en lugar de luchar, se dejó estar y entró en una profunda depresión.
Continuó actuando en reductos tangueros de Buenos Aires, Mar del Plata y Tucumán, pero ya no era el mismo y así, con su corazón destrozado sentimentalmente, falleció en el Sanatorio Colegiales de la Capital Federal como consecuencia de una afección hepática.
Compuso dos temas, “Por favor no vuelvas” en colaboración conCelso Amato y letra de Raúl Hormaza y “Olvidemos todo” con versos de Santiago Adamini. Ambos temas los grabó con la orquesta de Juan D'Arienzo.




Ricardo Tanturi

Nombre real: Tanturi, Ricardo
Seudónimo/s: El caballero del tango
Pianista, director y compositor.
(27 enero 1905 - 24 enero 1973)
Lugar de nacimiento:
Buenos Aires Argentina

Aunque nunca descolló por sus dotes musicales, Tanturi logró conducir durante varias décadas una orquesta de renombre, que basó su éxito en la enorme atracción de algunos de los cantores con que contó. Por esa misma razón, las versiones instrumentales de su limitada orquesta son escasas y poco recordadas. Sin embargo, su fama resiste el paso del tiempo, y en los últimos años, con el resurgimiento del tango como danza, las grabaciones de Tanturi son tal vez las más requeridas por los bailarines. Además, algunos de sus registros se han convertido en clásicos absolutos.
Ricardo Tanturi nació en Buenos Aires, de padres italianos, en el barrio de Barracas, uno de los más pobres y vitales de la ciudad, limitado por el Riachuelo, otrora surcado por incontables barcazas, y hoy contaminado y maloliente. Su primer instrumento fue el violín, que estudió con Francisco Alessio, tío del célebre bandoneonista y director Enrique Alessio. Su hermano Antonio Tanturi, pianista y codirector de la Orquesta Típica Tanturi-Petrone, lo indujo a dejar el violín por el piano y fue su maestro.
En 1924 comenzó Ricardo su carrera artística, sentado al teclado en clubs, festivales benéficos y, junto con su hermano, en LOY Radio Nacional (luego llamada Belgrano),
nada de lo cual le impidió estudiar Medicina y recibirse con muy buenas calificaciones. En la universidad formó conjuntos estudiantiles. Allí conoció al actor Juan Carlos Thorry, quien luego sería su primer cantor, y a muchos de los músicos que conformarían su orquesta.En los 37 temas que dejó grabados Castillo antes de dejar a Tanturi en 1943, la orquesta le cede el protagonismo, como también haría con el elegido para sucederlo, el uruguayo Enrique Campos. Este compartía con Castillo el interés puesto en la comunicación con el público. Campos no intentaba ningún lucimiento vocal. Cantaba con displicencia, sin exaltarse, con la sencillez de las cosas humildes. Detrás de él, la orquesta sonaba afiatada, precisa y discreta, con una simple perfección. Esto convierte a los 51 temas que registró el binomio Tanturi-Campos en uno de los tesoros del género.
La orquesta no conocería ya momentos de tanto esplendor, aunque alcanzó notable nivel con Osvaldo Ribó a partir de 1946. Roberto Videla para la misma época, y posteriormente Juan Carlos Godoy y Elsa Rivas, entre otros, consiguieron revitalizar ocasionalmente la popularidad de Tanturi. Este compuso los tangos “Amigos presente”, “A otra cosa che pebeta” y “Pocas palabras” con letra de Enrique Cadícamo; “Sollozo de bandoneón” con Enrique Dizeo, y “Ese sos vos” con Francisco García Jiménez, entre otros.