La historia de este hecho, todavía con detalles confusos, comenzó a las 5.22 de la madrugada de ayer, cuando el servicio de emergencia 911 de la Policía uruguaya recibió el llamado de una mujer que informaba que, en Punta del Este, una persona estaba siendo trasladada en un auto contra su voluntad.
Al ser efectuada desde un celular, la llamada saltó a la Mesa Central de Operaciones de la Policía de Montevideo.
A los pocos kilómetros el vehículo fue alcanzado y detenido por efectivos de la Seccional Primera de Maldonado quienes, al efectuar el control de rutina, le dijeron al conductor que abriera el baúl del auto. Allí encontraron el cadáver, junto a algunos bultos de equipaje. En el momento en que fue detenido, el joven, quien no tendría antecedentes penales, se quebró y habría confesado ser el autor del crimen.
Según le habría contado a la Policía, el asesinato ocurrió en un departamento de un edificio situado en la Parada 3 de la Playa Brava, en Punta del Este.
Fuentes de la investigación dijeron a Clarín que se trata del edificio SigloSol 1 (en realidad es el único, porque el constructor nunca llegó a hacer la torre 2, como estaba planificado), ubicado aproximadamente a dos cuadras de la rambla y a otras dos de la avenida Chiverta, propiedad de la víctima.
De acuerdo con el relato del detenido, el hecho se originó tras una fuerte discusión entre ambos (por lo que se infiere que se conocían, aunque aún no se sabe con exactitud qué tipo de relación tenían), que derivó en un forcejeo tras el cual la víctima, quien solía viajar asiduamente al balneario uruguayo, chocó su cabeza contra la pared y se desvaneció. Acto seguido, B.M.H.F. lo habría asfixiado tras colocarle en la cara “un paño con cloroformo”.
La jueza Graziuso, el fiscal Carlos Reyes y el médico forense Silvio Barbieri rápidamente se hicieron presentes en el sitio donde el auto que manejaba el sospechoso fue detenido, y luego fueron, junto con la Policía Técnica de Maldonado, al departamento donde ocurrieron los hechos.
Fuente: clarin.com.ar
