Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas
     «En este Día Internacional de la Lucha Contra el Uso Indebido y el 
Tráfico Ilícito de Drogas, apelo a los gobiernos, los medios de 
información y la sociedad civil para que
 hagan todo lo posible por crear conciencia del daño que causan las 
drogas ilícitas y para ayudar a impedir que haya personas que se 
benefician de su uso.»
 En 1987, 
la Asamblea General decidió establecer el día 26 de junio de cada año 
como el Día Internacional de la lucha contra el uso indebido y el 
tráfico ilícito de drogas, para dar una muestra de su determinación en 
fortalecer las actividades necesarias para alcanzar el objetivo de una 
sociedad internacional libre del abuso de drogas. La Asamblea tomó esa 
medida el 7 de diciembre de 1987 (resolución 42/112 Documento PDF), de 
conformidad con la recomendación de la Conferencia Internacional sobre 
el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas del 26 de junio de 1987.
 la Asamblea 
General reconoció que, pese a los redoblados esfuerzos de la comunidad 
internacional, el problema mundial de las drogas seguía poniendo en 
grave peligro la salud y la seguridad pública y el bienestar de la 
humanidad, en particular de los niños y los jóvenes, y amenazando la 
seguridad nacional y la soberanía de los Estados, y que socavaba la 
estabilidad socioeconómica y política, así como el desarrollo 
sostenible. En la resolución se acogía con beneplácito la decisión de la
 Comisión de Estupefacientes de convocar una serie de sesiones de alto 
nivel durante su 52° período de sesiones, a fin de evaluar el progreso 
realizado desde 1998 en la consecución de los objetivos y las metas 
establecidos por la Asamblea General en su vigésimo período 
extraordinario de sesiones; determinar las prioridades futuras y los 
ámbitos en que se requiriesen medidas adicionales, así como las metas y 
los objetivos que habrían de fijarse en la lucha contra el problema 
mundial de las drogas después de 2009; y adoptar una declaración 
política y otras medidas de fomento de la cooperación internacional. La 
Asamblea alentó a la Comisión y a la Oficina de las Naciones Unidas 
contra la Droga y el Delito a que prosiguieran su labor de fiscalización
 internacional de drogas e instó a todos los gobiernos a que prestasen 
el máximo apoyo financiero y político posible a la Oficina de las 
Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, de manera que pudiera 
proseguir, ampliar y afianzar sus actividades operacionales y de 
cooperación técnica, en el marco de sus mandatos.

