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lunes, 16 de septiembre de 2013

16 DE SEPTIEMBRE-DIA DE LOS DERECHOS DEL ESTUDIANTE SECUNDARIO

El hecho conocido como la Noche de los lápices, debe comprenderse en este contexto histórico en si mismo, el hecho se refiere al secuestro y desaparición entre el 16 y 19 de setiembre de 1976 de Francisco López Muntaner (16), María Claudia Falcone (16), Claudio de Acha(17) Horacio Ángel Ungaro, Daniel Alberto Racero (18), María Clara Ciocchini (18) Patricia Miranda (17) y Emilce Moler (17).
Todos ellos fueron secuestrados en sus casas, en las que vivían con sus padres, por “grupos de tareas” (escuadrones paramilitares y parapoliciales integrados por civiles y fuerzas de seguridad armadas) que se identificaron como pertenecientes al Ejercito Argentino. Estos operativos, se sabe hoy, estuvieron a cargo del comisario Miguel Etchecolatz, creador de grupos clandestinos que actuaron en la represión en toda la provincia de Buenos Aires. Los mismos represores bautizaron el operativo como “La noche de los lápices”.
A partir de los secuestros, los familiares de los jóvenes presentaron recursos de hábeas corpus para conocer el paradero de sus hijos, que fueron respondidos negando que los mismos se encontraran detenidos. Los testimonios que se recabaron en el juicio de las Juntas Militares atestiguan su paso por distintos centros clandestinos de detención entre los que se encuentran: La Brigada de investigaciones de Banfield, el Destacamento Policial de Arana y Brigada de Investigaciones de Quilmes, entre otros centros clandestinos que estaban bajo el control de la Policía de la Pcia de Bs As. Se ha probado que todos ellos dependían  operacionalmente del Primer Cuerpo de Ejército.
La mayoría de los jóvenes detenidos-desaparecidos pertenecían a la Unión de Estudiantes Secundarios (UES), mientras otros habían integrado los Centros de Estudiantes de sus colegios o las Unidades básicas de los barrios. Tanto la UES como los centros de estudiantes de la época estaban fuertemente comprometidos con la transformación de la sociedad, con la justicia y contra la pobreza.
Entre las muchas actividades que realizaban estas agrupaciones de militantes populares, se encontraba desde 1975, la movilización con el objeto de obtener el boleto estudiantil secundario, logrando así una tarifa preferencial.
“A mi me interesó salir siempre a decir cómo son los hechos reales y yo siempre los conté así. Éramos estudiantes secundarios y no relaciono nuestra detención con el boleto estudiantil, que fue en el 75´, sino con nuestra militancia. Ojo que ser militante en ese momento, pegar carteles contra la dictadura, con ese gobierno militar era muchísimo. Yo no me hubiese bancado esa dictadura sin decir nada. Nadie previó una dictadura con tanta represión. Hoy no me podría pensar sin esta experiencia de vida. El silencio y las ausencias:”  Emilce Moler, sobreviviente de “La Noche de los lápices”