El tren, que venía de Tigre, salió de carril por un error en el cambio de vía cuando estaba llegando al final de su recorrido, a 600 metros de la estación. Según técnicos y especialistas consultados, un primer cambio había desviado la formación para dirigirla al andén, pero antes de que el último vagón pasara el desvío volvió a ser accionado , lo que hizo saltar de las vías al último coche, que terminó derrumbando y dejando inutilizado el puente de señales. Los cambios de vía se operan manualmente desde la torre de control y dos pueden haber sido las causas de la falla: una, que el operador haya calculado mal y dado por hecho el paso de la formación –para eso previamente debió desactivar un sistema de seguridad–; la otra, que un indicador del tablero le haya indicado erróneamente que el tren había pasado. Desde la UGOSM (la unión de Metrovías y Ferrovías que reemplazó a TBA tras la rescisión del contrato), no hubo explicaciones oficiales de la causa del accidente. Las fallas de el puente de señales y roturas en las vías causarán demoras en el servicio por varios días en las horas pico .
Lo ocurrido en el último vagón sorprendió a los pasajeros, quienes al principio no entendían que había pasado y entraron en shock. “Sentí pánico, lo único que sentí fue un chispazo y un golpe muy fuerte, primero rompí la ventana para que entre aire, pero cuando levanté la vista ya habían abierto las puertas y me tranquilicé”, explicó Marcelo, uno de los afectados. “ Es evidente la falta de mantenimiento . En esta línea hubo cuatro accidentes parecidos en el último mes, nadie se hace cargo y el Estado no controla. Este ferrocarril está peor que el Sarmiento y puede pasar lo mismo que en Once en cualquier momento”, se quejó Juan Supa, delegado de la línea Mitre.
Desde el Ministerio de Salud aseguraron que no hubo heridos graves. Los derivados a diferentes hospitales –Fernández, Rivadavia, Argerich y el Santa Lucía– por politraumatismos, a la tarde ya habían sido dados de alta.
El accidente complicó todos los ramales de la línea Mitre, que ofrecieron un servicio reducido. Desde las 20, el recorrido volvió a ser normal, pero con una frecuencia de 45 minutos entre cada tren. Sin embargo, algunas horas fueron bastantes tensas en la estación ya que a este problema se le sumó la falta de subte y el desborde de colas para los colectivos. Muchos llegaron y no sabían que el servicio estaba reducido y eso complicó la vuelta a casa. “¿Cómo puede ser que el mismo día del paro de subte pase esto? Es insólito. Ahora tengo que buscar un colectivo que me lleve a casa”, dijo Ricardo Campos, que vive en Urquiza. Pero más difícil resultó para quienes viven lejos, cómo Ariel Fernández, que es de Quilmes y no sabía cuanto iba a tardar en llegar. “Los lunes vengo hasta acá porque curso psicología. Sin tren y sin subtes esto es un caos”, criticó.
Diputados de la oposición se hicieron escuchar. Pino Solanas, de Proyecto Sur, expresó: “Este accidente es fruto de décadas de desinversión y falta de mantenimiento”. Graciela Ocaña, de Confianza Pública recordó la tragedia de Once: “Pasaron 5 meses, crearon otro ministerio, aumentaron el boleto sin SUBE y, sin embargo, nada ha cambiado”.
Fuente: clarin.com
