Habría además 700.000 litros con riesgo de vencimiento. Hace cuatro días que hacen bloqueos en Santa Fe y Córdoba por un reclamo de actualización de los precios.
Las negociaciones siguen sin encontrar cauce positivo entre los productores y las industrias lácteas. El cese de la comercialización de la leche cruda y las medidas de fuerza contra las plantas procesadoras continuaban ayer. Hasta el momento, se tiraron casi cuatro millones de litros del producto debido a los riesgos de putrefacción al superar los tiempos de conservación.
Ayer hubo una reunión convocada por la gobernación de Santa Fe con el objetivo de solucionar el conflicto, pero no tuvo saldo positivo. El gobierno nacional, luego de la frustrada reunión del viernes pasado con el ministro de Agricultura, Norberto Yauhar, parece haber abandonado la iniciativa para resolver la disputa.
Sin embargo, la llave que destrabaría el problema estaría del lado de la Secretaría de Comercio Interior, dependencia dirigida por Guillermo Moreno, ya que ha regulado el precio de la leche desde que ocupa el cargo. Augusto Costa, “segundo” de Axel Kicillof, sería el encargado de estos temas pero, hasta el momento, no ha dado respuesta alguna.
Los tamberos piden aumentar el precio que le pagan los industriales por el litro de leche, ya que desde hace dos años que tiene el mismo valor. Es que perciben $1,5 por litro mientras que el producto final en las góndolas suele superar los $5. Por ello, solicitan que el precio llegue hasta $1,80, aunque lo óptimo sería que alcance los $2.
Ante el agravamiento de la situación, los industriales pidieron la intervención de la Justicia. Ello no pareció amedrentar a los productores, que seguirían con las medidas de fuerza.
La disputa no está pasando sin sobresaltos. Alrededor de las 3 de la madrugada, hubo momentos de tensión en la usina de Sancor de Sunchales, en la provincia de Santa Fe, puesto que algunos cooperativistas intentaron romper el bloqueo enfrentándose contra los manifestantes. El bloqueo continuó, pese a la violencia verbal que se habría producido.
Frente a las críticas por el desperdicio de la leche, los tamberos salieron a excusarse. Afirmaron que están trabajando a pérdida hace dos años y que, ante la propuesta de donar el nutritivo alimento, Bromatología no los deja. Es que la dificultad para regalar el lácteo en su estado crudo estaría en que no tiene los procesos de pasteurización aplicados.
Pese a las obstrucciones a las industrias, las distribuidoras de la leche de Santa Fe y Córdoba garantizarán la entrega del producto final a las góndolas de supermercado, según informa el diario Clarín.
Fuente: infobae.com