En el mundo de la alta costura, en el cual se hacen a mano vestidos que cuestan tanto como un automóvil, un atelier ha causado sensación ofreciendo una forma distinta de hacer ropa a medida.
Sweat Shop es como un café con Internet en el que en lugar de computadoras hay máquinas de coser Singer y personas con apetencias de diseñador o simplemente creativas que pagan para coser sus propias prendas.
Los principiantes comienzan con proyectos simples, como una funda para un almohadón o una bolsa. De allí en más, traen sus propias ideas y sus telas.
"Lo más frustrante es que no se dan cuenta del tiempo que toma esto", dijo Duss. "Vienen convencidos de que en una tarde van a aprender a hacer un vestido de novia, y no es así".
"Sissi es la verdadera profesional. Yo no coso bien, pero tengo mi estilo", manifestó Duss. Además de las clases de máquina de coser, el negocio ofrece lecciones de tejido y prendas para fiestas de todo tipo, así como clases de costura en las que se enseña también el francés. El local es un café que sirve un expreso fuerte y tortas caseras.
Fuente: infobae.com
