Paolo Gabriele dijo ser culpable, no obstante, "de haber traicionado la confianza” de Benedicto XVI. El juicio investiga el robo de documentos secretos en el Vaticano.
Gabriele, de 46 años, fue interrogado hoy en la segunda audiencia del juicio que se sigue contra él en el Vaticano, en la que también prestó declaración el secretario particular de Benedicto XVI, George Ganswein, quien dijo que nunca sospechó del mayordomo hasta ver publicado el 19 de mayo en el libro Sua Santita documentos que nunca habían salido de su despacho.
Es la primera vez que el ex mayordomo del Papa Benedicto XVI presta declaración en el juicio.
Paolo Gabriele, de 46 años, es el centro de una crisis en el pontificado después de que supuestamente filtrara documentos confidenciales a un periodista italiano. Gabriele no había hablado públicamente desde que fue detenido en mayo.
Gabriele admite, sin embargo, que fotocopió y pasó documentos de reuniones secretas, incluidas cartas al Papa. En una de ellas, por ejemplo, un alto cargo del Vaticano expresa su preocupación por la conducta indebida de la Santa Sede en sus relaciones comerciales.
Los documentos también revelaron que el Vaticano había encubierto al pederasta Marcial Maciel.
Las filtraciones fueron un golpe para el Vaticano, que ha mostrado ansioso por limpiar su imagen después de una serie de escándalos en los que se vio envuelto su banco. El autor de las cartas, el arzobispo Carlo Maria Vigano, fue más tarde apartado y enviado a Washington pese que él no estaba de acuerdo.
En este caso, apodado "Vatileaks", wl mayordomo terminó encarcelado en la comisaría de policía del Vaticano mientras los investigadores confiscaban 82 cajas de pruebas de un apartamento donde vivía con su mujer y sus tres hijos.
Amparado en un código penal del siglo XIX, el juicio comenzó con un revés para la defensa el sábado cuando los jueces rechazaron las pruebas procedentes de la propia Iglesia. El ex mayordomo de Benedicto XVI, Paolo Gabriele, acusado de robo con agravante, podría haber evitado el juicio de haber sido perdonado por el Papa.
La abogada de Gabriele, Cristiana Arru, quería justificar los motivos que tuvo su cliente para filtrar los documentos en base a una investigación de una comisión de cardenales que interrogó a empleados del Vaticano sobre las filtraciones. Según esa pesquisa, Gabriele actuó porque vio "el mal y la corrupción en todos los lugares de la iglesia" y sintió que el Papa no estaba lo suficientemente informado.
Pero el juez Giuseppe Dalla Torre dijo que la comisión de cardenales respondió sólo al Papa y que esa investigación "no tenía relevancia" para el código penal de la Ciudad del Vaticano.
Por lo tanto, sólo se permiten pruebas reunidas por el fiscal o por la policía del Vaticano.
Gabriele, el hombre que ayudó a vestirse al pontífice Joseph Ratzinger y que viajaba en el asiento delantero del Papamóvil, podría ahora enfrentarse a cuatro años de cárcel.
Otro hombre, el experto informático del Vaticano Claudio Sciarpelletti está siendo juzgado en un juicio separado por ayudar a Gabriele.
Fuente: infobae.com