El síndrome de Down es una combinación cromosómica natural que siempre ha formado parte de la condición humana, existe en todas las regiones del mundo y habitualmente tiene efectos variables en los estilos de aprendizaje, las características físicas o la salud.
Dado que este problema es genético y se desconoce cuál es el origen de la aparición de un cromosoma extra durante la fecundación del óvulo y además es importante comprender que cualquier persona, en cualquier lugar del mundo y de cualquier condición social, tiene el riego de concebir un hijo o hija con Síndrome de Down, hay algunos factores de riesgo que deben tomarse en cuenta, como:
- Si ya se ha tenido anteriormente un hijo o hija con Síndrome de Down.
- La edad de la madre, es decir ser mayor de 35 años de edad o menor de 20 años.
- Si alguno o los dos padres son adictos, alcohólicos o fumadores.
Aunque son pocos los casos de personas con Síndrome de Down que contraen matrimonio, un riesgo es que los padres que padecen Síndrome de Down, pueden concebir un hijo o hija con el mismo problema.
El tratamiento de niños y niñas con Síndrome de Down depende del nivel de daño que tenga cada uno y en todos los casos se requiere de atención especial, sin embargo debe ser integral y abarcar tanto los aspectos físicos, como los sicológicos, educativos y emocionales.
La terapia familiar es un aspecto muy importante, la aceptación del niño o niña con Síndrome de Down y el adecuado manejo de sentimientos y emociones, son factores que ayudan enormemente a mejorar la educación y calidad de vida.
Es importante incorporarlos a la sociedad y dejar que participen en todas las actividades familiares y sociales en la medida de sus posibilidades, alabando sus éxitos y haciéndolos sentir útiles.