Nació en Cafayate - Salta, el 31 de enero de 1908 y falleció en Buenos Aires el 19 de marzo de 1962.
Hijo de José Nicolás Solá, director de escuela y de la maestra de Escuela Delia Burgos, desde niño tuvo inclinación por la música, ya que poseía muy buen oído, aprendió a tocar la guitarra, el piano, el violín y el bandoneón.
En 1952 gana el concurso de la zamba, organizado por el circulo, con la "Zamba del Ausente" de letra de César Perdiguero y Manuel J. Castilla, en esta oportunidad salió en segundo lugar la zamba "La Naranjera" de Patterson y Ernesto cabeza que luego fue rebautizada por "La Nochera" con letra de Jaime Dávalos. Eran miembros del jurado, D'Jallad, Ricardo Falú, José Juan Botelli y el Cuchi Leguizamón.
En 1954 llega a Salta el sello Odeón, buscando un bandoneón carpero y contrata al "Payo" llevándolo a Buenos Aires donde se radica definitivamente.
Forma un Trío y graba las zambas de su autoría: "La Marrupeña", "Solís Pizarro", "Zamba del Ausente", "Cerros" y otras. Lo acompañan artísticamente Juan José García, luego Fernando Portal, Carlos Vega Pereda, con sus hijos Maria Cristina en el bombo, Juan José en guitarra, y con Eduardo Arbace y Osvaldo Alfaro.
Después fue contratado por el sello Philips y grabo con el dúo de María Cristina y María Teresa Solá (terucha) "Cuequita de los Coyas", "Regresando (zamba), "Pajarillo Cruceño (bailecito) y "El Charanguero" (carnavalito).
El Payo Solá dejó transcurrir su vida entre melodías y se marcho de la escena en silencio, pensando tal vez en los acordes solemnes de una marcha fúnebre. Su recuerdo es algo permanente, puesto que su nombre y su figura, surgen por doquier, Atahualpa Yupanqui lo inmortaliza con Pablo del Cerro en "La Payo Solá" zamba editada el 15 de julio de 1970.
El Payo fue un referente importante en las décadas '40 y '50 en lo que se refiere a Salta, representaba para muchos la presencia de la música en todas sus manifestaciones populares.
El mas importante festival del Norte Argentino que es la Serenata a Cafayate lleva en su escenario en nombre "Payo Solá" bautizado así por su entrañable amigo, el poeta César Fermín Perdiguero.