La mayoría estaba condenada por tráfico de drogas. Todos salvo siete fueron liberados en un raro acto de colaboración entre dos países que no tienen relaciones diplomáticas
Los reos beneficiados inicialmente con el indulto, entre ellos 102 mujeres y cuatro bebés, fueron entregados a autoridades bolivianas en el pueblo fronterizo de Pisiga, a unos 400 kilómetros al suroeste de La Paz, por el ministro de Justicia chileno, Teodoro Rivera.
Los indultados quedaron formalmente en libertad al pisar territorio boliviano, excepto siete que pasaron a manos de la justicia de su país de origen por tener cuentas pendientes por diversos delitos, informaron autoridades de La Paz. Otros 17 reos bolivianos incluidos en el mismo indulto vieron demorada su repatriación por irregularidades en sus documentos de identidad, informaron fuentes de ambos países.
"Esperamos que (los repatriados) puedan reencontrarse con sus hijos, con su país", dijo Rivera, advirtiendo que el indulto que aprobó el Congreso de Chile en abril pasado les prohíbe regresar a ese país en los próximos 10 años o de lo contrario serán encarcelados de nuevo.
"El Gobierno boliviano agradece al Gobierno de Chile por este gesto humanitario", sostuvo, de su lado, el viceministro boliviano de Régimen Interior, Jorge Pérez, a Rivera en el acto realizado en Pisiga, en medio de grandes muestras de simpatía entre ambas delegaciones.
Rivera sostuvo que el Gobierno chileno indultó en total a 720 reclusos extranjeros condenados por delitos leves, como parte de un plan para reducir el hacinamiento en las cárceles de ese país.
El viceministro Pérez dijo que el Gobierno boliviano va a analizar la situación de los presos foráneos, afectados también por un grave hacinamiento carcelario, para ver si es posible repatriarlos.
Fuente: AP