El ex general Jorge Rafael Videla admitió por primera vez que su
dictadura mató a "siete mil u ocho mil personas" que estaban detenidas o
secuestradas y que hizo desaparecer sus restos
"para no provocar protestas dentro y fuera del país. Cada desaparición
puede ser entendida ciertamente como el enmascaramiento, el disimulo, de
una muerte".
"No había otra solución; (en la cúpula militar)
estábamos de acuerdo en que era el precio a pagar para ganar la guerra
contra la subversión y necesitábamos que no fuera evidente para que la
sociedad no se diera cuenta. Había que eliminar a un conjunto grande de
personas que no podían ser llevadas a la justicia ni tampoco fusiladas",
señaló.
Videla hizo estas declaraciones al periodista Ceferino
Reato para el libro Disposición Final, la confesión de Videla sobre los
desaparecidos , en el cual el ex dictador describe en forma detallada
el "método" utilizado durante la represión ilegal, justifica el uso de
la tortura y destaca la influencia de la llamada Doctrina Francesa en la
lucha contra las guerrillas.