La casa, que en realidad son tres construcciones separadas dentro de un complejo de 4.000 metros cuadrados, es todo un lujo: piscina, puerto y playa privada , todo en un entorno idílico en el país europeo más castigado por la crisis económica.
Según la prensa holandesa, la compra se hizo a principios de este año y la casa debería convertirse a partir de ahora en el destino permanente de vacaciones de la pareja real, porque el gobierno holandés habría hecho saber a la Casa Orange que no estaba dispuesto a seguir organizando un equipo de seguridad para un destino diferente cada verano. Guillermo y Máxima tienen por costumbre pasar las vacaciones de verano fuera del país.
Según el diario holandés De Telegraaf , la casa fue comprada a un conocido fotógrafo alemán, a quien el príncipe Guillermo le habría expresado el interés de comprar su propiedad cuando en agosto de 2010 acudió, en una localidad cercana, a la boda del príncipe griego Nicolaos.
Fuente: Clarín